Los clubes de barrio cumplen un papel determinante en Argentina al ser lugares de pertenencia y solidaridad, promoviendo valores como el trabajo en equipo y funcionando como puntos de encuentro para vecinos y vecinas en las miles de localidades que existen a lo largo y ancho del país.
Y aunque en Argentina se masificaron principalmente de la mano del deporte, como el fútbol, en el barrio porteño de Palermo está surgiendo una iniciativa que, utilizando el mismo esquema colaborativo y participativo, está orientada nada menos que a la tecnología.
Se trata del Club Argentino de Tecnología, que tiene como objetivo reunir a personas apasionadas por la programación, la inteligencia artificial, la blockchain y, principalmente, el bien común.
Fundado el pasado jueves 31 de octubre y ubicado en Humboldt 1340, a metros de la Av. Córdoba, en la Ciudad de Buenos Aires, busca construir espacios de intercambio, creación y ayuda comunitaria, fomentando un entorno donde la tecnología y la motivación de sus integrantes sean motores para desarrollar proyectos de impacto social.
"Somos un club digital, con aire de barrio y potenciado por la tecnología"
Andrés Cufari programa desde los 10 años. Con 20 años de trayectoria en el sector IT, el fundador de CM64 Startup Studio, y uno de los socios fundadores del CAT, dialogó con iProUP y compartió la historia y el propósito detrás de esta iniciativa, que nace como los clubes de barrio tradicionales pero con una estructura de Organización Autónoma Descentralizada (DAO) y sin fines de lucro, basada en tecnología blockchain.
"Surgió de reunirnos la primera ola de founders. Nos juntábamos en una pizzería, donde ahora está el club, a hablar de tecnología; cada uno ya tiene tiempo trabajando en proyectos, siempre con ganas de resolver problemas, porque a todos nos gustan los desafíos. Y creíamos que había algo que faltaba en el ecosistema, que es esto de colaborar en proyectos que puedan tener impacto sin presión comercial", expresó.
"Muchos de los que venimos trabajando sabemos que siempre hay una cuestión de negocio detrás, para que un proyecto tenga sentido y sea rentable hacerlo. Entonces, nos planteamos hacer algo sin esa presión y que nos permita simplemente enfocarnos en desarrollar o resolver problemas", subrayó.
Esa primera camada a la que hace referencia está compuesta, a su vez, por Paula Schiffelbein, Sebastián Loizzo, Diego Calderón, Alejandro Saavedra y María del Valle Almada, profesionales de diversas áreas pero con algo en común: son apasionados por la tecnología y creen que estas herramientas pueden ponerse al servicio de la comunidad, con el propósito de fortalecer el ecosistema nacional en lugar de exportarlo, como suele ocurrir.
"Sucede mucho esto de tener que exportar tecnología, y creemos que es un buen momento para unirnos y empezar a cambiar eso. Siempre existe esa creencia de que las oportunidades, el talento y la tecnología están afuera, pero creo que esto es más una percepción nuestra que una realidad. En algún momento esto tiene que cambiar. Que empecemos unir ese talento enorme que tiene Argentina y nos enfoquemos en la comunidad, aportar nuestro granito de arena para construir un ecosistema con sentido, que permita aprovechar al máximo el potencial tecnológico del país", resaltó a iProUP.
En este sentido, destacó que la gran aspiración del Club Argentino de Tecnología es "democratizar el acceso a la tecnología" y "conectar a personas" con un "espíritu de programación" y el deseo de generar cambios a través de su uso.
"Somos personas de pymes, de barrio. El club tiene un significado especial para nosotros, y está bueno conectar ese significado con el proyecto. Poder decir 'che, esto es un club' con aire de barrio, potenciado por la tecnología, un 'club digital'. Eso nos permite ser auténticos con lo que queremos hacer: no estamos creando una empresa, sino un club, literalmente. Una nueva versión de un club de barrio, con la DAO de fondo", afirmó.
"Como tecnólogos, creemos que la tecnología son herramientas. La blockchain es una más; en algunos casos es útil y en otros no tanto. Sabemos que hay un ecosistema enorme alrededor de blockchain y de las criptomonedas, que en algunos casos tiene más aceptación del público como caso de uso financiero. Nosotros usamos otro aspecto de la tecnología, en este caso, la parte de blockchain que hace transparentes las operaciones, permitiendo transparencia en decisiones y participación. Nos permite construir una organización abierta, para que cualquiera pueda participar; participativa, para que cualquiera pueda votar en las decisiones; y transparente, para que esas decisiones se reflejen en un medio público", indicó.
La primera IA 100% argentina: una de las primeras misiones del CAT
En esta primera etapa del Club Argentino de Tecnología, según relató Cufari, el gran objetivo es "conectar a personas interesadas" en la iniciativa y "definir qué es impacto", una cuestión que se acordará entre todos los socios miembros.
Asimismo, se comenzará a elaborar propuestas e ideas relacionadas con diversas problemáticas para orientar los proyectos a desarrollar a corto, mediano y largo plazo.
"Vamos a proponer mecánicas y desafíos, y también a observar los retos específicos de cada industria y sector. La idea es que el equipo que se sume al club, se nutra de estos desafíos y nos juntemos para resolverlos. Aparte de eso vamos a crear espacios. No hace falta tener conocimientos en tecnología. Las personas que se acercan al club tienen distintos intereses relacionados: algunos en programación, más allá de si saben o no, si programaron o no; otros en robótica o en blockchain. Nuestro objetivo es generar esos espacios para que, entre todos, propongamos soluciones a problemas o desafíos, y que haya personas interesadas en desarrollarlas", aseveró.
Uno de los principales, según reveló a iProUP, es el desarrollo de una inteligencia artificial argentina "100% soberana" y de código abierto.
"Estamos en el hype de la IA, pero dependemos de que una persona en el otro hemisferio, o del otro lado del mundo, nos mantenga abierta esa llave de acceso a la tecnología. Me parece que es algo que el club tiene como misión, democratizar el acceso a la tecnología y ser soberanos", sostuvo.
En línea, resaltó la importancia de construir modelos propios, entrenados con datos locales y accesibles para pequeñas y medianas empresas, así como la comunidad en general.
"Más allá de hacer un ChatGPT argentino con un prompt, debemos empezar a construir un modelo de open source, entrenarlo con información argentina y tratar de disponibilizarlo a toda la comunidad, para que sea accesible y no dependamos de un tercero para tener acceso a la tecnología. Creo que es muy importante, más en lo que se viene ahora. Que todas las pymes puedan empezar a potenciarse con esta tecnología", subrayó.
"Este tipo de proyectos son los que nosotros vamos a tratar de motivar. Pero cualquier tipo de proyecto es bienvenido, como podría ser buscar una solución para pedir un turno en un hospital o resolver problemas de una industria específica que no puede crecer o está estancada. Queremos moderar esos problemas, tratar de encontrar soluciones y hacer que las cosas sucedan", cerró Cufari.
¿Cómo sumarse al Club Argentino de Tecnología?
Ser socio del Club Argentino de Tecnología es gratuito. Cualquier persona interesada puede registrarse a través de su sitio web.
Una vez completados los datos, el nuevo socio recibirá en su correo electrónico un e-carnet, que incluye su número de socio y acceso a las distintas plataformas de comunicación del club, como su grupo de WhatsApp.
Cada miembro tendrá acceso a talleres de programación, IA, blockchain y otros temas, además de eventos exclusivos, una red de contactos y la posibilidad de colaborar en los proyectos de alto impacto que serán propuestos y votados entre los socios. También podrá disfrutar de futuros beneficios, como descuentos en herramientas y servicios tecnológicos.
Actualmente, las reuniones se realizan los jueves por la tarde en la sede de CAT en la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, según indicaron a iProUP desde la institución, no se descarta que en el futuro esto se expanda con otros puntos en distintas regiones del país.
Cada encuentro es híbrido: todas las reuniones cuentan con streaming para quienes no puedan asistir en persona, permitiéndoles unirse desde sus hogares o desde donde se encuentren, para no perderse ninguna juntada.