DIN es el nombre del proyecto final de siete estudiantes de 17 años de la escuela ORT que crearon un dispositivo con inteligencia artificial (IA) para que personas con parálisis puedan comunicarse.
Se trata de un mouse adaptado y una computadora que ofrece respuestas con IA para garantizar conversaciones ágiles y efectivas que será entregado a un usuario en diciembre de 2024.
Los protagonistas de la iniciativa forman parte de la orientaciones TIC, Tecnología de la Información y la Comunicación, y diseño, donde año a año aprenden sobre innovación y avances tecnológicos.
Si bien cursan en distintas especializaciones, pusieron sus conocimientos en común a través de Sinergia, un programa que busca que sus estudiantes potencien todo lo aprendido, y se dividieron en roles para desarrollar el dispositivo. Ellos son:
- Lola Kakias y Hanna Bellone, diseñadoras de producto
- Valentino Vinagura, diseñador de teclado y aplicación
- Bruno Gontmaher, encargado del Hardware
- Dan Dervich, encargado de la conexión entre IA y la aplicación
- Gastón Stoljenberg, responsable de la aplicación y la programación del Front End
- Pedro González Soro, programador de la IA
Una iniciativa que genera aprendizaje y conciencia
El proyecto se creó en un espacio del colegio llamado "Empatizando" cuyo objetivo principal es motivar a los estudiantes a realizar distintos proyectos con un impacto social positivo.
Así conocieron la historia de Matias Duncan, un diseñador web, que trabaja para que el diseño digital sea inclusivo y accesible para todas las personas. Su parálisis cerebral nunca fue un impedimento para el desarrollo de sus estudios y conocimientos.
Matias participó de una exposición de ORT sobre la accesibilidad en la web donde los estudiantes lo conocieron en persona y realizaron varias preguntas. El, a través de un mouse adaptado a sus pies, respondía a las preguntas por sí o por no.
En el evento, el invitado dio a conocer la necesidad de cambiar su dispositivo, ya que el que utilizaba era antiguo y se encontraba descontinuado. Así, motivados por su historia, los jóvenes, junto con sus profesores, decidieron ayudarlo y transformaron esta iniciativa en su proyecto final de secundaria.
La comunicación de los estudiantes con Matias fue constante. A través de mails pudieron diseñar el dispositivo que mejor se adapta a las necesidades del usuario.
"El teclado es similar al que él tiene. Lo hicimos redondeado para que lo pueda guardar en la mochila. Buscamos que sea cómodo y funcional. El anterior que tenía se lo tenían que acomodar todo el tiempo", indicó Hanna Bellone encargada del diseño del producto.
Además diseñaron apoyos para que Matías pueda colocar el aparato en la posición que le resulte más cómoda. Estos son rotatorios y cuentan con un enganche para que se ajuste de manera adecuada a su silla de ruedas.
"El mouse ofrece funciones personalizadas ya que el dispositivo fue creado según las necesidades del usuario. Hay flechas y botones diseñados para su practicidad. La máquina se adapta para ser manejada por cualquier parte del cuerpo" detalló Dan Dervich, encargado de la conexión entre IA y la aplicación.
La IA como herramienta fundamental en la creación del equipo
Cuando los estudiantes analizaron el dispositivo de Matías, se dieron cuenta de que el sistema de comunicación era muy lento, por lo que decidieron integrar una herramienta con inteligencia artificial (IA) para agilizar el proceso.
A medida que el usuario escribe sus respuestas, la inteligencia artificial ofrece tres sugerencias para finalizar la oración. Cada vez que se cierra la aplicación, los datos generados en el historial de la conversación quedan almacenados en la memoria.
Por ejemplo, si Matias escribe "Hola", la IA puede agregar:
- Hola! ¿Cómo estás?
- Hola! ¿Qué haces?
- Hola! Bien y vos?
A través de diferentes botones, eligirá la respuesta que quiera utilizar según la determinada ocasión. El mouse se conecta a un micrófono y a un parlante, de modo que la IA puede escuchar las preguntas que le hacen y, en base a eso, responder con la información ya almacenada en la computadora.
"El mayor desafío que encontré a la hora de crear la herramienta es demostrar que la IA funciona bien de verdad, que ofrece las respuestas que el usuario necesita y que le sirve", indicó Pedro Gonzalez Soro encargado programador de IA.
Hoy DIN funciona de manera básica. Aún quedan funciones por agregar donde se ampliará la parte técnica, el diseño y el software. Una vez que el producto se encuentre terminado decidirán qué hacer con él ya que lo podrán vender, patentar o registrar.
El grupo de estudiantes proyecta que para la entrega final de la materia escolar podrán acercar el producto terminado a Matias para que lo comience a utilizar de manera independiente.