La industria de los creadores de contenido creció exponencialmente en los últimos años y plataformas como YouTube, Instagram y TikTok dieron origen a una nueva profesión, muy popular entre los jóvenes, la de "creadores de contenido".
De hecho, según un análisis reciente de Remitly, basado en las búsquedas de Google, ser creador de contenido es hoy el trabajo más codiciado por los argentinos y ocupa el puesto número 7 a nivel mundial. Sin embargo, vivir al 100% de las redes sociales, es un gran desafío.
De acuerdo con un informe de la Universidad de San Andrés, en Argentina existen 32 millones de usuarios de redes sociales, de los cuales más de 1,7 millones son creadores de contenido. Sin embargo, "sólo entre el 1 % y el 4 % de ellos logran monetizar su contenido de manera sostenible", según Sebastián Cabello, director del estudio Creador@s y Plataformas de Contenido en Argentina.
En diálogo con iProUP, Facundo Tula, Fundador de Diacrítica Consultores, expresa que lograr monetizar contenidos de forma sostenida y suficiente para vivir, es muy difícil ya que "no todas las plataformas digitales funcionan igual ni ofrecen los mismos mecanismos para monetizar".
Por otro lado, según explica el experto, "tampoco las marcas ven el mismo impacto con lo cual no pagan lo mismo ni buscan con la misma frecuencia".
El mejor consejo, aunque suene contrario a la lógica que muchos persiguen es, según Tula, que si vas a producir contenidos, no lo hagas para ganar plata o vivir de eso como primer y central propósito.
En este sentido, el especialista en redes sociales asegura que lo más importante es buscar contenido interesante, diferente y llamativo para poder crear una comunidad en torno a ese contenido.
"Un error muy frecuente de la mayoría de los creadores es comenzar a producir contenido con la idea de monetizarlo, vivir de los ingresos que eso genere y enfocan su búsqueda desde ahí. Y es un error porque no buscan algo realmente interesante para el público, sino que tratan de imitar contenidos virales, sin siquiera adaptarlo ni ofrecer nada diferencial".
Al seguir este camino, de una creación de contenido más orgánica, la monetización será una consecuencia, ya que si suben las impresiones y el alcance de tu contenido, las plataformas te van a habilitar opciones para monetizar tu contenido.
"Además, vas a tener un grupo de personas reales, fieles a tu contenido, que es el activo por el que las marcas te van a pagar", resalta Tula.
Como último consejo, el experto sugiere no desesperarse por la cantidad de seguidores, "hay muchos estudios que muestran que incluso cuentas de 10.000 seguidores generan mayores resultados que las de más de 1 millón y esto también tiene un impacto en los precios que cada creador puede cobrar".
A continuación, el rango de precios que puede darse cuando se realizan publicidades entre marcas e influencers, según Tula:
Por un reel y 2 o 3 stories en Instagram:
un influencer de 50.000 puede cobrar quizás $60.000 o $300.000
un influencer de unos 400.000 podría cobrar $800.000 o $1.500.000
uno de 1 millón puede cobrar $2.000.000 o $4.000.000.
"La clave son los resultados que el influencer le puede generar a la marca, porque además, es lo que va a definir también su continuidad y crear un vínculo a largo plazo", detalla Tula.
Por otro lado, explica que si bien antes tenía mucho que ver el número de seguidores a la hora de pactar un precio, hoy ya no tanto.
"Hasta hace un tiempo un creador de 40.000 seguidores cobraba muchísimo menos que uno de 700.000 seguidores. Hoy, hay muchos casos en los que cobran lo mismo. ¿Por qué? Porque podés tener muchos seguidores, pero las marcas quieren resultados", detalla.
En este sentido, la clave son los resultados que el influencer le puede generar a la marca, porque además, es lo que va a definir también su continuidad y crear un vínculo a largo plazo.