La inteligencia artificial está en pleno auge y todavía falta mucho para explorar los beneficios que podría otorgar esta tecnología.
Días atrás se conoció la apuesta de Google por el desarrollo de la IA en Argentina y ayer trascendió que el CEO de NVIDIA, Jensen Huang, advirtió que los seres humanos tendrán como compañeros de trabajo a la inteligencia artificial.
En el marco del evento Tech World 2024 en Seattle, Estados Unidos, y junto a Yuanqing Yang, CEO de Lenovo, Huang reafirmó su visión de un futuro impulsado por la IA e hizo hincapié en cómo su desarrollo transformará a los lugares de trabajo.
"Vamos a tener compañeros de trabajo IA, trabajadores IA que son buenos en marketing, para ayudarnos con la gestión de la cadena de suministro, y tener estos agentes trabajando con todos nuestros empleados, para que podamos ser mucho más productivos", sentenció Huang en su conferencia.
Pero qué tan real podría ser esta apreciación por parte del CEO de NVIDIA, acaso la humedad está a punto de convivir codo a codo junto a la inteligencia artificial.
Para comprender mejor la visión de Huang, iProUP conversó con Joaquín Bernárdez, Manager de Iniciativas de Reskilling en Eidos Global, y experto en inteligencia artificial.
Es por eso que Bernárdez afirma que la idea de trabajar junto a una IA no es lejana; "de hecho, ya está en marcha en muchas industrias y disciplinas".
"En particular, en Eidos Global somos especialistas en la integración de herramientas de IA aplicadas al campo y la experiencia educativa, pero esta se usa ampliamente en numerosos sectores como la manufactura (automatización de procesos), finanzas (análisis predictivo), atención al cliente (chatbots) y salud (diagnósticos asistidos)", añade el especialista.
La complementariedad entre humanos y esta tecnología es clave, ya que según explica Bernárdez, la IA no reemplaza, se parte de un input humano ya que esta es un asistente, el cual habilita nuevas formas de potenciar las capacidades y la productividad de las personas.
En industrias creativas, como el arte o la publicidad, el especialista añade que la IA puede ayudar con la generación de ideas y diseños, pero la intervención humana sigue siendo esencial.
"Por otro lado, sectores que requieren juicio ético, como el derecho, serán menos impactados a corto plazo porque la IA no posee conciencia ni capacidad de discernimiento moral; sí, por supuesto, en aspectos del trabajo que favorezcan la productividad. Ese potencial es transversal a todas las ramas", ejemplifica.
Por último, en lo que se refiera a la preparación profesional que requiere el uso de esta tecnología, Bernárdez subraya que es importante desarrollar habilidades complementarias a la IA, como el pensamiento computacional, la creatividad y el pensamiento crítico.
"La colaboración humano-IA es más efectiva cuando se comprende cómo utilizar estas herramientas para potenciar nuestro trabajo. Aprender a interactuar con la IA, por ejemplo, a través de la ingeniería de prompts (las "instrucciones") en modelos generativos, y las habilidades mencionadas al principio pueden ser ventajas clave", concluye Bernárdez.