El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) otorga beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios para las empresas que quieran invertir en la Argentina.
El Gobierno estima que la concreción de los primeros proyectos inyectará u$s47.100 millones en la economía del país.
Pero ante las dudas que genera su implementación y alcance, se organizó un webinar especial sobre "RIGI aplicado al sector Tecnología", organizado por Argencon, que contó con la participación especial de los siguientes expertos:
- Gonzalo Brest - KPMG
- Ariel Becher - EY
- Cristian Fuciños - Deloitte
- Juan Manuel Magadán – PWC
Gonzalo Brest, de KPMG, destacó que el RIGI está diseñado para otorgar ventajas fiscales y aduaneras a proyectos de gran escala, como los de telecomunicaciones y software.
"Este tipo de iniciativas están pensadas para inversiones que superen los 200 millones de dólares, lo que abre oportunidades para el desarrollo de tecnologías como 5G", explicó.
En su presentación, Brest ejemplificó con el caso de una empresa que planea invertir 350 millones de dólares en telecomunicaciones y 250 millones en software, subrayando que "no solo se trata de bienes tangibles, también las inversiones en activos intangibles, como el desarrollo de software, pueden calificar".
El régimen permite que las empresas que ya operan en Argentina puedan beneficiarse con la ampliación de proyectos existentes, siempre que la inversión genere ingresos adicionales respecto de su operación actual. En ese sentido, "el RIGI no está limitado a nuevos emprendimientos, también contempla la expansión de proyectos actuales", aseguró Brest.
Una particularidad de este régimen es la necesidad de cumplir con ciertas condiciones geográficas. "Los activos del proyecto deben estar dentro de un radio de 200 kilómetros, salvo excepciones, como en el caso del desarrollo de redes 5G", explicó. Además, agregó que la norma exige que al menos el 40% de la inversión mínima de 200 millones de dólares se realice en los primeros dos años.
Finalmente, Brest resaltó que el RIGI permite incluir ciertos servicios dentro de las inversiones, con un tope del 20%, pero también existen limitaciones: "Los inmuebles, por ejemplo, solo pueden representar hasta el 15% de los activos computables".
Por su parte, Becher destacó los principales beneficios que este régimen ofrece, divididos en tres grandes áreas: impositivos, aduaneros y cambiarios.
Beneficios impositivos
Beneficios Aduaneros
Beneficios cambiarios
En cuanto a la financiación, no hay limitaciones para el ingreso de capital o préstamos, y se permite la repatriación de capital y dividendos sin restricciones, lo que garantiza flexibilidad en la operación financiera de los proyectos.
Además, no se aplicarán restricciones futuras sobre la tenencia de activos externos líquidos, brindando previsibilidad a largo plazo.
Estos beneficios representan una oportunidad significativa para las empresas que buscan estabilidad en sus operaciones a largo plazo en Argentina.
Luego llegó el turno de Fuciños, quien explicó cómo estos beneficios fiscales, que a menudo se critican como "regalos" o subsidios, en realidad ayudan a nivelar las condiciones frente a tasas impositivas más competitivas a nivel mundial.
A través de un estudio de la Tax Foundation, se demuestra que mientras la tasa media mundial de impuestos corporativos ronda el 20-25%, Argentina sigue aplicando una tasa del 35%, lo que posiciona al país en desventaja.
El RIG, en este contexto, permite que las empresas argentinas compitan en condiciones más justas. También se abordan beneficios adicionales, como la devolución del IVA y la amortización acelerada, comparando cómo estos regímenes ayudan a las empresas argentinas a no quedar rezagadas frente a otros países.
Por último, Magadán expuso sobre las oportunidades que ofrece el régimen para la industria de Proveedores de Servicios Especializados en Proyectos de Inversión.
A pesar de los desafíos que implica cumplir con los requisitos de inversión y categorización de activos computables, el régimen plantea beneficios específicos para aquellos proveedores que se registren y cumplan con los requisitos, incluyendo incentivos aduaneros y exenciones impositivas.
Magadán destacó la importancia de adherirse al régimen para aprovechar estos beneficios, con particular énfasis en los certificados de crédito fiscal que pueden ser de libre disponibilidad o transferibles