De la mano de las finanzas descentralizadas (DeFi), la tecnología blockchain avanza a pasos agigantados, con cada vez más iniciativas que buscan explotar todo su potencial y ofrecer herramientas disruptivas a los usuarios, además de atraer nuevas personas al ecosistema cripto. Un ejemplo de ello es ZKard, el proyecto que busca crear la primera tarjeta 100% privada.
Se trata de un sistema de pago desarrollado sobre zkSync, un protocolo de Capa 2 basado en la tecnología zk-Rollup, que ofrece pagos escalables y económicos en Ethereum (ETH).
Lo innovador de este proyecto es que busca permitirle a los usuarios que posean el plástico el realizar pagos rápidos, anónimos y sin necesidad de KYC (Know Your Customer), eliminando la necesidad de almacenar y proteger datos personales.
Entre sus características, se destaca que cada tarjeta es imposible de clonar y su firma puede ser verificada por el emisor.
Además, están asociadas a Cuentas Abstractas que pueden "recargarse" con stablecoins (como USDT, el también llamado dólar cripto) desde el celular con una app nativa, de manera similar a lo que ocurre, para recurrir a un ejemplo de la vida cotidiana, con la tarjeta SUBE en el transporte público argentino.
De esta forma, aprovecha la tecnología blockchain con el objetivo de ofrecer una experiencia de pago fluida, segura y sencilla, sin necesidad de ningún conocimiento técnico en materia cripto.
Desarrollado por Karina Freites, Juan José Ramírez, Andrea Díaz y Ana Pérez, el primer prototipo fue presentado en el Aleph Hackathon, celebrado en agosto como parte de la pop-up-city Web3 organizada por Crecimiento en Buenos Aires.
Allí fue destacada como una de las principales iniciativas de las 55 que surgieron tras casi 40 horas ininterrumpidas de desarrollo y creatividad, en una jornada que reunió a más de 300 hackers de 20 países.
El equipo detrás del desarrollo de la ZKard en el Aleph Hackathon
"La mejor manera de proteger los datos, es no tenerlos"
En diálogo con iProUP, Juan José Ramírez, uno de los desarrolladores de la ZKard, cuenta que, al desarrollar el proyecto, "la necesidad que se identificó fue la de facilitar los pagos", un tema que "no solo es relevante en Argentina, sino a nivel mundial".
"Existen dos paradigmas: los pagos en efectivo y los pagos digitales, cada uno con sus pros y contras. Nosotros vemos en las criptomonedas la unión de ambos. Sin embargo, aunque la tecnología ya existe, lo que falta es la infraestructura que realmente la conecte con las personas", asegura.
En este sentido, y respecto a la ciberseguridad que busca garantizar la iniciativa, en un mundo donde los ataques cibernéticos son cada vez más complejos y nadie parece estar completamente seguro, afirma que "para una empresa, una fintech o un negocio, la mejor manera de proteger los datos de sus clientes es no tenerlos".
"Entonces si se puede crear un mecanismo que no dependa de almacenar datos, los clientes estarán más seguros, ya que no habrá posibilidad de hackeo. Si minimizamos la cantidad de información que se le solicita al cliente, no habrá datos que puedan ser robados", sostiene.
Andrea Díaz resalta a iProUP que la solución que ofrece ZKard es "una tarjeta que no esté asociada a una identidad, a una persona".
"Es una tarjeta recargable que se compra, se usa y se recarga. Si se pierde o la roban, cosas que pueden pasar, no pasa nada, no se pierden todos los datos de uno en el proceso", destaca.
En línea, la desarrolladora indica que "la idea se planteó, a su vez, para atraer personas nuevas a Web3 que no necesariamente deban tener conocimientos en la materia".
"Parte de la idea es eso, que sea fácil, porque es una tarjeta física y gran parte de las personas saben cómo funcionan, y que no se tengan que preocupar, al usarla, por la seguridad de sus datos. En Web3 uno es responsable de su plata, no hay nadie que te cubra ahí. Entonces una de las maneras de cuidarse es que la wallet principal nunca esté vinculada", agrega.
En cuanto al estado del desarrollo de la ZKard, Juan José Ramírez detalla que "el proyecto comenzó aquel fin de semana del Aleph Hackaton" y ahora trabajan para "terminar el primer demo, presentarlo, buscar financiamiento y trabajar con aceleradoras, muchas de las cuales sabemos que se están desarrollando en Buenos Aires".
"Tuvimos feedback, vimos que hay mucho interés y queremos que esto sea una realidad. La tecnología está, existe y somos conscientes de que se puede hacer", cierra.