En un rincón de la Universidad Nacional de Córdoba, en un predio al aire libre, un grupo de entusiastas, autodenominados "cybercirujas", organiza cada último sábado de mes una subasta poco convencional.

Teclados, discos duros y otros componentes electrónicos rescatados de la obsolescencia programada se disputan con la pasión de un remate tradicional. Pero acá, la moneda de cambio no es el dinero, sino la creatividad y el ingenio.

Cybercirujas: quiénes son y qué hacen

Nacido en 2020, en el contexto de la pandemia, el movimiento de los cybercirujas procura reducir la brecha digital y fomentar el uso responsable de la tecnología.

Mediante la transformación de computadoras obsoletas en instrumentos útiles, estos activistas digitales no solo reparaban hardware, sino que sembraban las semillas de una comunidad más conectada y empoderada.

El confinamiento por la pandemia de COVID-19 puso de manifiesto la importancia de contar con herramientas tecnológicas para participar plenamente en la sociedad. Sin embargo, muchos argentinos, especialmente en zonas rurales o de bajos recursos, quedaron marginados de esta nueva realidad.

"La pandemia volvió a lo virtual casi obligatorio, en todos los ámbitos (laboral, escolar, personal)", señala a iProUP Daniela Bosch, programadora y una de las primeras mujeres en participar del proyecto.

Los Cybercirujas rescatan hardware viejo para crear herramientas que sirvan a personas o instituciones sin acceso a la tecnología

La experta enfatiza sobre cómo "se vio acentuada la brecha digital en los sectores sociales con menor acceso a la tecnología y a la vez muchas personas con mayor acceso tenían hardware en desuso". Insumos que, cuenta Daniela, la mayoría consideraba obsoleto y con destino final como residuo.

Con estas señales es que "se comenzó a pensar en la idea de recircular ese hardware". Por eso cada último sábado de cada mes se realiza una "olla popular de hardware", en donde cualquier persona puede llevar el dispositivo que no utilice y a la vez puede retirar de la olla lo que necesite: no es trueque, ni venta, ni intercambio, no es necesario aportar para llevarse algo.

"Yo tengo un puesto en la olla popular donde hacemos instalación de software libre. La gente que va es muy diversa. En el encuentro se hacen subastas para repartir aquellos que busca más de una persona y, en ocasiones, se define jugando piedra, papel o tijera", confía a iProUP Matias Bordone, otro de los participantes de la propuesta.

Campo La Ribera, un barrio cordobés con limitado acceso a internet, es un ejemplo de cómo la iniciativa impactó en la vida de las personas. Gracias a los conocimientos y componentes proporcionados por los cybercirujas, lograron crear una red comunitaria y un laboratorio de computación, democratizando el acceso a la tecnología en su barrio.

"Intentamos dar un mensaje fuerte para que el Estado eventualmente lo tome y haga leyes de obsolescencia postergada", cuenta a iProUP Nicolás Wolovick, profesor de la carrera de Computación en la Universidad Nacional de Córdoba.

El especialista espera que "todo el mundo sepa computación" porque "la tecnología se está metiendo en absolutamente todo". De todos los futuros posibles para la iniciativa, Wolovick apuesta por ese porque "si no entendemos cómo funciona la computadora y dónde están los límites, estamos en problemas".

Nicolás Wolovick, profesor de la carrera de Computación en la Universidad Nacional de Córdoba y una de las personas detrás de Cybercirujas

Cybercirujas: cuáles son sus actividades

La comunidad cyberciruja se extiende más allá de la reparación de equipos. Promueve el software libre, el self-hosting y las redes sociales federales, ofreciendo alternativas a los gigantes tecnológicos y sus modelos de negocio basados en la vigilancia y la explotación de datos.

En definitiva, los cybercirujas son más que técnicos. Son activistas sociales que, a través de la tecnología, buscan construir un mundo más justo, equitativo y sostenible. Entre las actividades que realizan y que pueden consultarse en sus redes se destacan:

Otro aspecto crucial para el trabajo de los cybercirujas es cambiar la actual desigualdad en el acceso a tecnologías digitales en Argentina. Un problema que sigue siendo acuciante, a pesar de los avances registrados en los últimos años. La brecha digital persiste y se acentúa en el Interior.

Francisco, otro cyberciruja, señala a iProUP que "solamente el 61% de los hogares en Argentina tiene acceso a la tecnología. En las regiones del norte baja mucho más todavía".

"La propuesta tiene un impacto positivo en ese y muchos órdenes. Evitar que se fabrique otro aparato que vaya a tirarse es para mí uno de los grandes logros", agrega y, a la vez, reconoce que falta mucho trabajo para concientizar en ese sentido.

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