En el corazón de esta transformación se encuentran tres pilares esenciales: Digitalización, Descarbonización y Descentralización. Estos principios no solo están redefiniendo el sector energético, sino que también están sentando las bases para un futuro más sostenible y eficiente. A medida que avanzamos hacia un mundo más consciente del medio ambiente, estas tres D's emergen como las claves para desbloquear el potencial de las soluciones energéticas inteligentes.

El 12 de diciembre de 2015, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21), se firmó el Acuerdo de París, un tratado internacional que busca combatir el cambio climático y sus efectos negativos con metas a largo plazo. Entre los objetivos destacados están reducir las emisiones globales en un 45% para 2030 y alcanzar cero emisiones netas para 2050. Dado que el sector energético es responsable de casi el 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial, se le ha asignado la tarea crucial de mitigar los peores impactos del cambio climático.

Para cumplir con estos objetivos, el mundo y la industria energética están adoptando energías más limpias, verdes y renovables, dando forma a un mercado energético global más eficiente. En este contexto, las soluciones energéticas inteligentes están en ascenso y deben cumplir con al menos dos, si no todos, de los tres principios clave mencionados: Digitalización, Descarbonización y Descentralización.

Digitalización

Desde la Segunda Guerra Mundial, la tecnología informática ha transformado la industria energética. Hoy, las soluciones energéticas inteligentes integran características avanzadas en vehículos, edificios e instalaciones industriales para maximizar la eficiencia del uso de la energía. El objetivo final es promover la integración de energías renovables, mejorar la seguridad energética y construir sistemas energéticos sostenibles.

La inteligencia artificial (IA) y el Internet de las Cosas (IoT) han revolucionado la manera en que gestionamos la energía en entornos comerciales. La tecnología digital también ha permitido a diversas industrias optimizar su consumo energético. Por ejemplo, el sector de los juegos de azar ha trasladado muchas de sus operaciones a plataformas de casinos online para reducir la infraestructura física y el consumo de energía asociado.

Descarbonización

La descarbonización implica reducir las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero en la atmósfera. Durante la Revolución Industrial, se pensaba que las emisiones de carbono estaban en su punto máximo en la década de 1850. Hoy en día, las emisiones globales son casi 150 veces mayores.

El dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero son responsables del calentamiento global, que eleva las temperaturas globales. Según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), entre 1880 y 2012, el clima de la Tierra se calentó aproximadamente 0,92 grados Celsius. Sin embargo, datos recientes del Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS) de la NASA indican un aumento de 1,09 grados Celsius desde 2011.

Este preocupante aumento ha llevado a una aceptación generalizada entre los gobiernos de la necesidad de políticas sostenibles para regular y reducir las emisiones de carbono. Dado que estas emisiones provienen en su mayoría de combustibles fósiles como el petróleo y el gas, las soluciones energéticas inteligentes están a la vanguardia del desarrollo de innovaciones para una descarbonización efectiva. Estas soluciones se centran en el uso eficiente de la electricidad, una alternativa energética limpia, y en el desarrollo de portadores de energía de bajas emisiones como el hidrógeno.

Además de promover alternativas limpias, la descarbonización también se está logrando a través de soluciones que gestionan la demanda y el uso de energía en instalaciones industriales. Estas tecnologías incluyen la captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS), que separa el dióxido de carbono y lo almacena bajo tierra o lo utiliza en productos como el concreto, en lugar de liberarlo a la atmósfera.

Descentralización

La infraestructura energética está transitando hacia un modelo descentralizado. A diferencia del modelo centralizado tradicional, que dependía exclusivamente de combustibles fósiles, el modelo actual busca una mayor dependencia de múltiples fuentes renovables. Este cambio responde a la creciente demanda de energía verde y a la urgente necesidad de enfrentar el cambio climático.

Aunque la inversión en energías renovables comenzó de manera cautelosa, ahora hay un fuerte impulso hacia la investigación y la inversión en soluciones energéticas inteligentes enfocadas en el uso de energías renovables. Las principales energías renovables actuales son:

Energía solar: La luz solar es el recurso energético más abundante y de libre acceso en la Tierra. Las soluciones tecnológicas para aprovechar y utilizar la energía solar están en constante avance.

Energía eólica: Más industrias y países están adoptando la energía eólica para abastecer la red nacional. Las soluciones que optimizan el uso de la energía eólica serán cruciales para transformar el mercado de las energías renovables.

Energía de biomasa: Esta energía se obtiene al convertir residuos agrícolas, industriales y domésticos en combustibles sólidos, líquidos y gaseosos. Las soluciones inteligentes están haciendo que este proceso sea más limpio y eficiente, resultando en biomasa que genera electricidad a menores costos económicos y ambientales.

Las soluciones energéticas inteligentes son clave para asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones. La creación de ecosistemas más sostenibles mediante tecnología avanzada está transformando nuestra manera de utilizar la energía y sus efectos en el planeta.

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