Luego de varias idas y vueltas, la empresa mexicana Grin lanzó su plataforma de alquiler de monopatines.
El servicio comenzará su recorrido en el país con unas primeras 500 estaciones en Buenos Aires y costará $15 el desbloqueo y $8 por cada minuto de viaje. Es decir que, por 10 minutos de viaje, los usuarios abonarán un estimado de $95. Además, se podrán desbloquear directamente con la aplicación de Rappi (aliado estratégico de la empresa), además de contar con una app propia.
El servició ya comenzó a funcionar, tal como adelantó en exclusiva iProUP, y Palermo y Recoleta serán los primeros barrio en recibir las unidades. En los meses pasados, la firma realizó un recorrido por los locales y oficinas de la zona, con el objetivo de "asociarlos" al servicio como estaciones de retiro de los monopatines eléctricos.
En rigor, serán al menos dos los puntos que se instalarán por cuadra y los locales asociados no tendrán responsabilidad sobre las unidades (entre 4 o 5 por puesto); eso correrá por parte de la startup.
Para los establecimientos que se sumen a esta movida, la empresa les asegura:
- El pago de un fee por el uso del espacio
- Una mejor visibilidad, ya que aparecerán destacadas en la app
- El incremento del tráfico peatonal
- La participación en actividades y promociones a realizar con usuarios a través de las estaciones
Otra pata del servicio es la de los "cargadores": personas que se ocupan de recoger los monopatines eléctricos por la noche, recargar sus baterías y devolverlos a la mañana siguiente a cada estación. La empresa pagará al final de la semana por cada unidad cargada.
El paso a paso
Para utilizar el servicio hay que descargar la app en el celular, necesaria no solo para pagar por el servicio, sino también para desbloquear los monopatines eléctricos.
Cada unidad tiene un código QR que deberá ser escaneado para comenzar a circular por la calle; una vez hecho el pago, sus ruedas se desbloquean.
Al estar equipados con GPS, la plataforma es capaz de detectar la ubicación de cada una de sus unidades. Y, en caso de que estén fuera del área de cobertura (marcada con un círculo verde en el mapa de la app), se le cobrará un recargo al usuario.
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En visión de la compañía, esto permitirá mantener un control de los monopatines eléctricos, evitar robos e inducir a quienes los utilicen a que los dejen dentro de una zona de "accesibilidad" para otras personas.
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Bajo la óptica de la compañía, estas unidades están pensadas para la llamada "última milla". Es decir, para trayectos cortos que requieran de una movilidad rápida y ágil en pocos minutos. En este sentido, Palermo resulta ser un barrio propicio para el lanzamiento, si se tiene en cuenta lo difícil que resulta conseguir un lugar para estacionar un auto, tarea que en horas pico puede demandar entre 25 minutos y media hora.
Respecto a los requisitos, Grin exige que los usuarios sean mayores de 18 años, utilicen casco y sólo circulen por vías habilitadas para este tipo de movilidad.
Al respecto, la Comisión de Transporte y Tránsito de la Legislatura está elaborando el borrador de un proyecto que tiene como objetivo incorporar al Código de Tránsito porteño todo lo necesario para regular a este tipo de vehículos.
Los legisladores se reflejarán en los requisitos para las bicicletas con pedaleo asistido. Es decir, las eléctricas, recientemente incorporadas a las normas de tránsito. La iniciativa contempla los siguientes puntos:
- Fijará una velocidad máxima de hasta 25km/h (el límite que alcanzan estos vehículos)
- Prohibirá la utilización a los menores de 16 años
- Exigirá normas de seguridad, como frenos en ambas ruedas, elementos refractantes (delanteros y traseros)
- Solicitará certificaciones del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI)
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La competencia
Grin será la primera en desplegar un sistema de alquiler de monopatines eléctricos en Buenos Aires, pero es probable que otras firmas se sumen a este mercado en ciernes.
La principal amenaza para la firma mexicana es Maxi Mobility, responsable de Cabify, que ya posee su propio servicios en mercados como el mexicano y el español, a través de su plataforma Movo.
La empresa confirmó a principios de 2019 a iProUP que ven como una probabilidad concreta el lanzamiento de este segmento de su negocio en Argentina aunque, por ahora, no hay nada concreto. Lo mismo ocurre con Uber, que en Estados Unidos controla a Jump, uno de los jugadores más importantes del mercado a nivel mundial.
Esto se explica, sobre todo, por los conflictos legales que ha tenido de manera ininterrumpida desde su llegada al país: actualmente, ni siquiera puede realizar cobros con tarjetas de crédito o débito.
Una movida estratégica para Rappi
Grin realizó una movida similar a la que hace 20 años hiciera Mercado Libre en el segmento del ecommerce: aprovechó que sus grandes rivales en Estados Unidos, como Lime y Jump, "durmieron" en su desembarco a América Latina para adelantarse y desplegar su movilidad en la región.
En esta estrategia es clave su alianza con Rappi, ya que la plataforma colombiana tiene una presencia fuerte en prácticamente todos los mercados en los que opera. Su app podrá ser utilizada para acceder a los servicios de Grin de modo directo.
Al mismo tiempo, para la empresa de delivery significa otro ancla de peso en su estrategia cada vez más expansiva, que ha sumado incursiones en el segmento fintech y en los servicios de mensajería urbana y entregas a domicilio de supermercados.
En esa línea, la última novedad de la empresa en Argentina fue Rappi Cash, que permite a sus usuarios pedir dinero a domicilio.
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Por otro lado, lanzó a principios de 2019 su opción de pagos vía QR. Este servicio ya cuenta con más de 400 comercios adheridos en los que se puede abonar con RappiPay, su plataforma de pagos online.
En el país, la startup parece marchar sobre ruedas: registra incrementos del 30% mensual en repartos y medio millón de pedidos en el mismo lapso.
Además, en su primer año de operaciones en el mercado local, registró más de u$s30 millones en ingresos. Para 2019, la empresa espera trepar hasta los u$s150 millones.
Espalda para crecer le sobra: ya recaudó u$s400 millones desde su fundación, gracias al aporte de fondos de inversión de alto perfil como los mundialmente reconocidos Sequoia Capital y Andreessen Horowitz.
Sólo en su última ronda de financiamiento, levantó u$s220 millones, lo que le permitió avanzar en la consolidación de sus principales mercados en América Latina, incluidas, lógicamente, su operaciones en Argentina.
Un mercado que crece
El crecimiento en el país del mercado de monopatines eléctricos no se dará solo de la mano del alquiler; actualmente, son varias las firmas que comercializan este tipo de productos en el ámbito local.
AirWheels, que opera en varios países, llegó a Argentina a principios de 2017 y cuenta con servicios de asesoría, venta y posventa. Sus responsables aseguran que ya se comercializan gran cantidad de unidades por mes y que posee una red de mayoristas en todo el territorio nacional.
Byron Scooters es otro jugador en este segmento. La empresa comenzó a operar en 2018 con el objetivo de liderar un mercado sin dominador claro de la mano de sus propios productos.
En diálogo con iProUP, ambas destacan que el perfil del cliente es marcado: cerca del 90% de los usuarios compra los monopatines eléctricos para ir a trabajar a las zonas de microcentro, Palermo, Belgrano, Zona Norte y Puerto Madero.
El gasto promedio es de 30.000 pesos en unidades que tienen hasta 20km de autonomía, cargas rápidas de 90 minutos y velocidades que rondan los 25km/h.
Se trata, en definitiva, de un transporte ideal para moverse en ciudades cada vez más congestionadas y con un potencial de crecimiento en ventas que, por ahora, no conoce techo.