Las imágenes que entregaban los noticieros de la TV en la mañana del 29 de mayo sorprendieron a los porteños: una gigantesca valla metálica impedía el corte del Puente Pueyrredón por parte de manifestantes.
La particularidad del artefacto y su origen desconocido por muchos, hizo que se viralizara rápidamente en las redes sociales. A fuerza de memes y comentarios, la "supervalla" estaba en boca de todos.
No se trataba de un "accesorio" más para las fuerzas de seguridad comandas por Patricia Bullrich: fue, en rigor, el bautismo de fuego del mastodonte hidraúlico donado por China para los operativos del pasado G20.
La estructura, que tiene un costo de u$s18 millones y parece salida de una película bélica, fue operada por efectivos de la guardia de Infantería de Prefectura Naval Argentina en colaboración con la Policía Federal, y evitó que los activistas apostados sobre la avenida Mitre, en el partido de Avellaneda, crucen a la Capital Federal por ese acceso de zona sur.
El complejo sistema está acompañado de un camión Mercedes Benz 2626 de gran porte, que despliega el artefacto en un punto determinado. Según indicó Bullrich, "su objetivo es frenar a la gente e impedir que tengamos que estar con el personal frente a frente respecto a los manifestantes".
No fue el único acercamiento de las fuerzas de seguridad a las soluciones tecnológicas para mantener el orden. Por el contrario, solo parece faltar Robocop para completar su "colección tech".
Estas implementaciones no han estado exentas de polémicas, pero, hasta el momento, no han llevado a una merma en su uso.
Un claro ejemplo de las incursiones de la cartera de seguridad en el campo de la innovación fue incorporación de vehículos Vigía desarrollador por Trimove.
Estas unidades, similares a un Segway de tres ruedas, complementan el trabajo de los agentes de seguridad: su posición de manejo de pie es óptima para la tarea de vigilancia, lo que permite tener mayor presencia y optimizar el campo visual.
En ese sentido, gracias a su altura, permite ver por sobre automóviles y las personas. Es eléctrico- por ende, libre de emisiones- y puede ingresar a sectores cerrados, puertas y ascensores.
Gracias a sus prestaciones de giro y control de espacio, este tipo de equipos se desenvuelven con mayor efectividad en espacios de poca maniobrabilidad y tienen un control más efectivo que un patrullero o una moto.
A pesar de que recientemente fueron desplegadas en avenida Corrientes, la Policía de la Ciudad aclara a iProUP que ya cuenta con algunos de estos vehículos en las comisarías.
"Con la inauguración de las obras en la avenida, está todos los días está llena de gente. Esto genera nuevos desafíos de seguridad, porque no es lo mismo una vía con veredas angostas y muchos autos que una peatonal", explica Fernando Benegas, secretario de Coordinación del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires.
Estos vehículos, fabricados en Argentina, tienen un valor similar al de un automóvil compacto: alrededor de u$s9.000 por unidad.
"Es un valor agregado la movilidad 4.0 porque no cargan combustible y se pueden usar todos los días a cualquier hora", explica Martín Lebricon, de Trimove.
Al respecto, agrega: "No tiene desperdicio, es recargable y bajo costo. Incluso no tiene contaminación auditiva, tiene todas a favor".
Los vehículos Vigía cuentan con las siguientes características:
- Tres ruedas con exclusivo motor eléctrico
- Velocidad promedio de 55km por hora (configurable)
- Baterías especiales de alto rendimiento.
- Luces adicionales
- Altavoz
- Sirenas
"Están creados para la disuasión. Inclusive se usan mucho en supermercados, como Carrefour, Coto y Disco, donde los agentes de seguridad circulan y pueden tener un mejor control en el área de estacionamiento, ya que se puede ver por encima de los autos", Maximiliano Carella, presidente de la firma de scooters.
Actualmente, Trimove cuenta con más de 150 clientes locales, entre los que se encuentran aeropuertos, empresas de logística, supermercados y shoppings.
Según la empresa, a diferencia de los carros de golf, este vehículo está desarrollado especialmente para la seguridad y el control, por lo que cumple con todos los requerimientos para este espacios.
"Decidimos que este tipo de dispositivos son ideales para monitorear el área y marcar presencia, especialmente gracias a sus características pensadas para una persecución corta, como así también el monitoreo en altura y su velocidad de desplazamiento", agrega Benegas.
El despliegue de tecnología no se limita solo a los rodados; por el contrario, la Ciudad de Buenos Aires avanzó en una solución que acumula voces a favor y en contra en todo el mundo: el uso de inteligencia artificial en cámaras.
Este año, las autoridades del Ministerio de Seguridad porteño, con Diego Santilli a la cabeza, anunciaron un sistema de seguridad basado en tecnología reconocimiento facial.
"Con este sistema, vamos a detectar al instante a los delincuentes con pedido de captura para detenerlos y ponerlos a disposición de la Justicia", argumentó Santilli en su presentación.
Además, agregó que están haciendo "exactamente lo que nos piden los vecinos de la ciudad: tomar más decisiones y hacer más cosas para detener a los delincuentes".
El sistema de Reconocimiento Facial de Prófugos es una extensión del Sistema Público Integral de Video Vigilancia de la Ciudad y opera en forma rotativa sobre 300 de las casi siete mil cámaras dispuestas en todo el territorio porteño.
En concreto, el sistema está destinado a la detección, verificación, identificación y detención de personas sobre las cuales exista una orden de captura por parte de los Poderes Judiciales Federal, Nacional, Provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Durante una primera etapa, el sistema analizará los entornos cerrados y controlados de algunas estaciones neurálgicas de subte. Luego, se expandirá su operación a otras áreas.
"El reconocimiento facial es un sistema moderno y eficiente. Funciona en forma rotativa sobre 300 de las casi 7.000 cámaras de la Ciudad, analizando la base de más de 40 mil delincuentes que están prófugos de la Justicia", aclaró el vicejefe.
Actualmente, el sistema se basa en alertas de detención de personas buscadas exclusivamente por orden judicial (una "lista negra" que incluye más de 46 mil registros del sistema de Consulta Nacional de Rebeldías y Capturas)
El sistema genera alertas de coincidencias únicamente respecto de personas incluidas en la base de datos del CONARC. Está prohibido incorporar otras fotografías y registros, excepto con órdenes judiciales debidamente fundadas.
Cada vez que el sistema detecte una coincidencia, el Centro de Monitoreo Urbano generará una carta de servicio y dará aviso al personal policial más cercano para que intervenga, actuando en base los protocolos que rigen la Línea de Atención de Emergencia del 911.
"Por tratarse de personas con pedido de captura por parte de la Justicia, el personal policial deberá tomar las máximas precauciones al momento de tomar contacto, detener, y proceder a la identificación. De ser pertinente, realizará consulta con el magistrado de turno y se adoptarán las medidas que indique", aseguraron a iProUP desde el Ministerio de seguridad.
Esto se suma al sistema de Anillo Digital de Seguridad, que identifica a los vehículos que utilizan las 73 entradas y salidas de la Ciudad, a lo largo de la autopista La Plata-Buenos Aires y la avenida General Paz y 52 pórticos, con cámaras lectoras de patentes.
Este sistema, según el gobierno, permitió bajar en casi un 90 por ciento los secuestros extorsivos en tres años en la Ciudad de Buenos Aires.
Además del sistema de reconocimiento biométrico para prófugos, el gobierno está implementando dos plataformas adicionales contra la prevención del delito.
la primera es un software forense que permite buscar imágenes a partir de determinadas características.
"Antes, nuestros especialistas tenían que ver cientos de horas de video de forma manual para encontrar los pedidos de la justicia", explica Benegas.
Con más de 55.000 pedidos por año por parte de la fiscalía, además de las investigaciones de propias de la policía, el sistema inteligente permite reconocer las escenas y acercarlas en segundos a los oficiales para que la analicen.
"Este sistema permite poner, por ejemplo, buscar un Peugeot 206 gris y encontrarlo en segundos. Así se evitan las extensas horas manuales de análisi de videos", agrega el funcionario.
Por otro lado, la policía comenzará a utilizar un sistema predictivo que detecta patrones de conducta y emite alertas automáticas.
De esta manera, las cámaras podrán reconocer si hay un auto a contramano o forcejeos para avisarle a los agentes de seguridad
Si bien estas alertas son automáticas e inteligentes, hay un equipo especializado que se encarga de revisar estos avisos para luego proceder a la posterior toma de decisiones.
En la provincia de Buenos Aires también avanzan en la digitalización de las fuerzas de seguridad. En 2018, la Policía sumó 100 móviles con tecnología 360° que fueron distribuidos en el Conurbano y el interior bonaerense.
Estos móviles con tecnología pueden filmar en tiempo real gracias a un sistema dotado de seis cámaras.
Además, tienen un servidor de administración que procesa las imágenes captadas y que pueden ser guardadas por 30 días en el rodado.
Las cámaras graban en alta definición y cuentan con registro de sonido, tanto en el interior como en el exterior. Estas imágenes pueden visualizarse en tiempo real mediante conectividad 4G desde el Centro de Control de Video Operativo.
"Es muy importante porque no solamente nos sirve para evitar el delito sino también como elemento para aportar a la Justicia", sostuvo el ministro de Seguridad Diego Ritondo en su presentación.