La Inteligencia Artificial (IA) creció mucho en el último tiempo y una gran cantidad de usuarios la utilizan para su conveniencia, tanto en el ámbito laboral como en el personal. Sin embargo, existen muchas empresas y profesionales que no se encuentran muy contentos con algunas acciones de esta tecnología.
En este sentido, el reconocido medio New York Times demandó a OpenAI (empresa creadora del ChatGPT) y Microsoft (su aliado comercial), alegando que estas firmas utilizaron ilegalmente millones de artículos del medio para entrenar a ChatGPT y otros servicios de información que ahora compiten con el contenido original del diario.
Esta demanda se suma a muchas otras objeciones de escritores, periodistas, actores y otros creadores de contenido que publican sus obras en Internet y temen que la IA generativa se aproveche de su producción para competir contra ellos.
En diálogo con iProUP, Andrés Piazza, abogado y miembro del Directorio de la Liga del Bien de IA, reflexiona acerca de lo sucedido y de futuro de esta revolucionaria tecnología.
Las demandas a la Inteligencia Artificial
Piazza asegura que "para evitar demandas parecería que alguien que esté desarrollando un modelo debería por sí solo evitar entrenarlo con información que sea creada por otro actor, y eso es imposible".
En este sentido, explica que cuando alguien está usando lo que está publicado en internet, por más que lo haya publicado un medio o sea alguien que tenga incluso una propiedad intelectual, el modelo termina citando algo que se dijo en algún lugar o que se publicó en algún lado.
Andrés Piazza, miembro del Directorio de la Liga del Bien de IA
"Entonces estas demandas de propiedad intelectual van a tener que sintetizarse por la vía de la regulación en el futuro y también por la vía del mercado", indica.
Piazza encuentra una similitud entre este caso y el inicio de la piratería o propiedad intelectual en la música y en el video antes de Spotify, de YouTube, de los acuerdos de derechos entre las plataformas y los tenedores de contenido.
El abogado expresa que se trata de un nuevo paradigma tecnológico que necesita ser abordado desde la regulación y desde el mercado de manera superadora, "de una manera un poco más abarcativa que evitando entrenar algoritmos con algo que publicó un medio".
"Justamente, el medio lo publicó y ChatGPT, al citarlo no significa que lo esté copiando", expresa. Sin embargo, Piazza admite que se puede haber hecho una copia transitoria pero, según el, eso también podría inscribirse dentro del Fair Use de la propiedad intelectual.
Inteligencia Artificial: ¿qué pasa con la seguridad?
Frente a la aparición de esta nueva y revolucionara tecnología, Piazza indica que es necesario, en segundo plano, que haya políticas de seguridad y de sanidad. Es decir, "de no daño".
En esta línea, el especialista explica que seguridad es protección de la información estratégica y sanidad es no daño. "Hace falta toda una discusión sobre esto", afirma.
El New York Times demandó a OpenAI, empresa creadora de ChatGPT
En cuanto a la ciberseguridad, Piazza indica que la misma abarca una gran cantidad de aristas "tiene comportamientos de actores, políticas empresariales, capacidades, tanto humanas como estatales, concientización, pero también tiene leyes y políticas".
Es por esto que, el abogado, asegura que la ciberseguridad es "muy compleja". Además, indica que con el aumento de los ciberdelitos se demuestra que ya eso solo es un desafío muy difícil.
"Sin duda hace falta una profundización del tema, aunque ya están empezando a haber conferencias, debates, agendas, etcétera, sobre el aumento de la necesidad del foco en la ciberseguridad y la seguridad respecto a estas herramientas", apunta.
Para conseguir una mayor seguridad en este sector, es necesaria la capacitación constante, tanto a las empresas como a los usuarios. Es por esto que Piazza creé que "la capacitación hay que aumentarla un 360".
No obstante, también destaca que se debería capacitar a otras empresas que se están perdiendo de dar el salto tecnológico como consumidoras o como innovadoras, "incluso también se las debería preparar para la transformación digital, incorporando herramientas o contratando servicios".
"Desde el punto de vista del desarrollo, necesitamos subirnos a este tren, y desde el punto de vista de la capacidad humana, necesitamos entenderlo para que no haga muchas afectaciones de intereses personales, de derechos, o para que mucha gente no se quede afuera", concluye.