Desde la inclusión financiera hasta el desarrollo sostenible o los vehículos autónomos, exiten diversas formas innovadoras en las que la tecnología busca crear un impacto positivo en la vida de las personas y el planeta.
A continuación, compartiré seis reglas principales para que las empresas de IT busquen generar un impacto positivo, tarea tan necesaria en el mundo actual.
No es ninguna novedad que la ética es una gran preocupación para los usuarios cuando se trata de avances tecnológicos en áreas como la inteligencia artificial, la biometría, la recopilación de datos y la ciberseguridad.
No sólo para las empresas cuyo objetivo es hacer el bien: la ética debería ser una de las principales preocupaciones de todos los negocios digitales. Ninguna tecnología es intrínsecamente buena o mala, todo depende de con qué fines sea utilizada y qué capacidad de acción le asignemos en la toma de decisiones.
Una dependencia excesiva en soluciones tecnológicas sin las reservas adecuadas puede conducir a resultados poco éticos que pongan a ciertos grupos o individuos en desventaja. Basta con tomar como ejemplos el sesgo en los generadores de imágenes de IA y la tecnología de reconocimiento facial.
La ética también debe considerarse en otras áreas, como en el diseño UX inclusivo. Hoy en día, no hay excusa para no crear productos accesibles y que sean relevantes para la cultura a la que se dirigen.
La privacidad y la seguridad de los datos son una preocupación real para los usuarios, especialmente porque la cantidad de datos personales que se recopilan (y la posibilidad de que sean violados o pirateados) aumenta constantemente.
Estas medidas no deben agregarse una vez que el producto digital ya fue desarrollado, sino que deben sentarse las bases, mediante protocolos de ciberseguridad adecuados, capacitación del equipo y características como biometría y autenticación de dos factores.
La transparencia es un componente crucial para ganarse la confianza de los usuarios y de aquellos a quienes se desea impactar. Esto también se aplica a la transparencia en torno a la recopilación y la privacidad de los datos personales.
Si el negocio busca generar un impacto social o ambiental positivo, quienes invierten en él, trabajan en el proyecto o compran su producto esperarán ver a dónde van su dinero, tiempo y atención.
Si llega un momento en el que se está abierto al escrutinio público, haber sido lo más transparente posible resultará muy útil para afrontar los desafíos y las críticas, y cuidar la reputación de la organización.
Es vital desarrollar las operaciones, servicios y/o productos del negocio teniendo en cuenta la sostenibilidad. Esto va mucho más allá de los contenedores de reciclaje en la oficina o de un día de "ir al trabajo en bicicleta". Son los cambios sistémicos los que crearán el impacto real.
Incluso si su empresa es completamente online, es importante considerar las emisiones de carbono de la digitalización. Los centros de datos representan el 45% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector mundial de las TIC.
La industria tecnológica representa entre 2% y 3% de todas las emisiones de carbono según la ONU. Y eso es sólo la huella de carbono: también hay problemas con los desechos electrónicos, la fabricación, la minería y el consumo de agua en lo que respecta al sector tecnológico.
Realizar cambios para reducir el impacto ecológico de las operaciones comerciales tampoco significa sacrificar ganancias.
De hecho, es probable que ocurra todo lo contrario. Cuanto más eficiente sea su uso de energía, menores serán sus facturas y los usuarios también estarán más felices.
Deloitte informó recientemente que el 67% de los participantes en la encuesta estaban dispuestos a pagar hasta un 41% más por productos sostenibles.
Las comunidades a las que impactan nuestros productos o servicios deben estar en el centro del proceso de diseño y desarrollo. Con demasiada frecuencia, los llamados filántropos crean productos con el objetivo de ayudar a ciertos grupos sociales, sin consultar realmente a esas comunidades.
Es de vital importancia trabajar con la comunidad que busca beneficiarse y probar ideas para evaluar la viabilidad en la vida real. Sin una participación comunitaria adecuada, las empresas de tecnología no podrán crear productos ni ofrecer servicios que generen un impacto real en las sociedades.
Crear soluciones tecnológicas que generen un impacto positivo requiere de un compromiso constante en todos los niveles de la empresa. Debe fomentarse una cultura de decisiones basadas en el impacto, más que en las ganancias.
Esto requiere monitoreo, colaboración, mejora y adopción constante de nuevas tecnologías que ayuden a lograr los objetivos anteriores.
La innovación promete desempeñar un papel vital para ayudar a resolver los problemas que enfrentamos actualmente, pero solo si se hace correctamente.
*Por Pablo Gamba, Head of Engineering de Intive