En un giro inesperado, la red social X, anteriormente conocida como Twitter, ha dado un paso sorprendente al actualizar sus políticas de privacidad, abriendo la puerta a la recolección y uso de datos biométricos y de empleo de sus usuarios a partir del 29 de septiembre.
En su página de políticas, X informa que, una vez que estas medidas entren en vigor, podrá recopilar información biométrica, como una fotografía del rostro, basándose en el "consentimiento" del usuario, con el objetivo de garantizar la protección, seguridad e identificación de sus miembros.
Pero eso no es todo. La red social propiedad del magnate Elon Musk también se adentrará en el mundo laboral al obtener datos como el historial de empleo, el historial de educación, las preferencias laborales, capacidades, habilidades y actividades de búsqueda de trabajo, además de otra información personal.
Con respecto al uso de esta información laboral, X planea ofrecer servicios similares a los de LinkedIn, como la recomendación de posibles trabajos, la posibilidad de compartir tu búsqueda de empleo con potenciales empleadores, permitir que las empresas encuentren a candidatos adecuados y mostrarte publicidad más relevante.
La adquisición el año pasado de Laskie, una plataforma de búsqueda de empleo en el sector tecnológico, por parte de X, marcó el inicio de esta nueva dirección. Aunque no se han revelado detalles financieros de esta operación, fue la primera adquisición bajo el liderazgo de Musk.
Elon Musk, quien adquirió la antigua Twitter en octubre de 2022 por 44.000 millones de dólares y la rebautizó como X en julio pasado, ha expresado en múltiples ocasiones su objetivo de convertir a X en una "app" que sirva "para todo".
Linda Yaccarino, la máxima ejecutiva de X, a quien Musk entregó las riendas de la empresa en junio, comparte esta visión y adelantó en una entrevista en CNBC que pronto se podrán realizar "videollamadas sin tener que compartir tu número de teléfono con nadie".
Los cambios en las políticas de privacidad de X han generado un revuelo en la comunidad digital y plantean preguntas fundamentales sobre la privacidad de los usuarios en la era de la información