Sam Altman, CEO y cofundador de OpenAI, la empresa detrás del popular ChatGPT, defendió su creación durante una reunión en el Capitolio. Sin embargo, sorprendió al llevar siempre consigo una mochila azul.

Altman hizo un llamado urgente a los legisladores para regular la inteligencia artificial y asegurar que las normativas permitan al público disfrutar de los numerosos beneficios de esta tecnología, al tiempo que previenen posibles riesgos. 

Enfatizó que su principal temor es que la tecnología IA pueda tomar un rumbo negativo y advirtió que "si sale mal, puede salir muy mal".

Altman, también, expresó su comprensión por las preocupaciones de las personas respecto a cómo la IA podría transformar la sociedad y subrayó el compromiso de trabajar en conjunto para identificar y manejar posibles desventajas. 

Destacó que la inteligencia artificial tiene el potencial de impulsar nuevos descubrimientos y abordar desafíos globales, como el cambio climático y la cura del cáncer.

La presencia de Altman en el Capitolio fue un hito significativo, ya que se trató de una audiencia cordial y constructiva donde se abordaron los riesgos y beneficios de la IA

Sam Altman - Creador de ChatGPT

Territorio inexplorado

Altman compartió su visión de cómo la IA podría afectar el futuro del trabajo, la difusión de desinformación y los resultados de elecciones presidenciales, así como la creatividad en diversas industrias.

 Además, Altman reconocido también por su rol en la creación de ChatGPT, mantuvo conversaciones con líderes políticos, incluyendo la vicepresidenta Kamala Harris y el presidente Joe Biden, sobre el desarrollo ético y responsable de la inteligencia artificial.

En una instancia previa, Altman advirtió sobre los desafíos de regular la tecnología IA y enfatizó la importancia de intervenir regulatoriamente para mitigar los riesgos asociados a modelos cada vez más poderosos. 

Algunos legisladores  expresaron su preocupación por el potencial de la IA para perturbar la sociedad y  sostuvieron que su desarrollo debe ser regulado de manera efectiva.

Sam Altman, a través de su participación en audiencias y conversaciones con líderes políticos, busca promover la regulación responsable de la inteligencia artificial y destacar tanto sus beneficios como los riesgos potenciales que esta tecnología puede presentar.

Lo cierto es que tanto para Altman como para otros gurúes de la inteligencia artificial es un territorio aún inexplorado

Chat GPT ¿Puede ser una amenaza?

¿A pasos del apocalipsis? 

Incluso, el medio estadounidense Business Insider se atreve a asegurar que Altman cree en el apocalipsis y está preparado para él. "Me preocupo, por supuesto. Quiero decir, me preocupo mucho por eso", aseguró.

Según reportan varios medios, una computadora Mac sería el "arma nuclear" con la capacidad de detener esta tecnología si sus intenciones se tornaran perversas.

Esto no hace más que demostrar el plan oculto de Altman por temor a una rebelión por parte de la Inteligencia Artificial. 

Por ejemplo, en 2016, le mencionó a The New Yorker que para un supuesto fin del mundo había guardado en su mochila azul: "armas, oro, yoduro de potasio, antibióticos, baterías, agua, máscaras de gas de las Fuerzas de Defensa de Israel y un gran terreno en el sur".

Un grupo de científicos y líderes de la industria de la inteligencia artificial (IA) firmaron en mayo una declaración conjunta preocupante: "Mitigar el riesgo de extinción de la IA debería ser una prioridad mundial, junto con otros riesgos a escala social como las pandemias y la guerra nuclear".

Justamente Sam Altman fue uno de los principales referentes que firmaron esta declaración junto a personalidades como Demis Hassabis, director ejecutivo de Google DeepMind, Dario Amodei, de Anthropic, entre otros.

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