Los token no fungibles (NFT por sus siglas en inglés) son la representación de un objeto único o específico en la blockchain, tecnología en la que se basan y que los hace únicos, intercambiables, e indivisibles.
Su uso, dado al anclaje cripto, es de lo más variado y si bien ganaron popularidad como inversión por las altas subidas del valor de algunas obras de arte NFT, hoy funcionan más como parte de la estrategia de marketing de algunas empresas, que los utilizan como parte de sus sistemas de fidelización o para validar entradas en un espectáculo.
Este viraje del mercado indica el fin de una era y un cambio de paradigma para estos tokens que vivieron un despegue repentino pero fugaz.
De acuerdo con el informe de julio publicado por el directorio de aplicaciones DeFi, DappRadar, el volumen de negociación de NFT cayó 29% a u$s 632.000.000, en comparación con junio, mientras que el número total de ventas también cayó 23%: u$s 3.700.000.
El informe anterior arrojó que el volumen de negociación de NFT disminuyó 38%, cifras que preocupan a los tenedores de tokens no fungibles, que hace algunos días se despertaron con la noticia del cierre de Nifty’s, un popular portal de creadores web3 apoyado por el empresario Mark Cuban y con con acuerdos comerciales con importantes marcas.
Ashton Addison, fundador y director ejecutivo de Crypto Coin Show sentenció que "los proyectos de NFT deben generar un valor real para los titulares de NFT, más allá de una imagen de perfil genial".
"El lado especulativo del comercio también disminuye cuando el trading de Bitcoin y cripto se mueve hacia los lados, ya que hay temor a una caída de los precios de Bitcoin y Ethereum", añadió.
Por su parte, Markus Levin, cofundador y CEO de XYO, apuntó que "deben demostrar aplicaciones significativas, como permitir la propiedad verificable del mundo real, optimizar los sistemas de emisión de tickets y mejorar la gestión de la cadena de suministro".
Además de su valor económico y la posibilidad de una rentabilidad alta, los NFT ofrecen la posibilidad de integrar a los holders a una comunidad más grande, que suele ubicar estos archivos multimedia en sus fotos de perfil en las redes sociales. Lo que le da un valor agregado al token en sí.
Sin embargo, muchas veces las ganas de generar sentido de pertenencia, van en desmedro de la calidad del producto, lo que limita la posibilidad de que los NFT lleguen a nuevos públicos.
Thorne Melcher, creadora del estudio de arte NFT Smol Farm, opinó que "la mayoría de las personas compran arte físico y coleccionables porque les gustan, sin apostar por ganancias futuras" y aporta que "la revitalización del mercado requerirá que ese tipo de coleccionista sea el foco principal".
En esta sintonía, Jeremy Levitan, fundador y director ejecutivo de la comunidad NFT Dew Drops, sostiene que una audiencia nativa no tecnológica "será invaluable en la escalabilidad a largo plazo."