Los científicos del British Antarctic Survey utilizan inteligencia artificial (IA) para estudiar el calentamiento global en el Polo Sur. Las herramientas que utilizan son diversas, como por ejemplo vehículos, submarinos y drones, entre otras.
Los especialistas recorren partes del Ártico y de la Antártida para obtener información y luchar contra el calentamiento global. Además, realizan pruebas que incluyen estudios en los glaciares de la isla James Ross.
Gracias al uso de la IA, podrán obtener datos para que los gobiernos puedan tomar decisiones. Las mismas tenderán a luchar contra el calentamiento global.
Una de las herramientas que crearon es conocida como IceNet y permite predecir cómo cambiará el hielo marino al aplicar la tecnología del aprendizaje profundo.
Asimismo, la herramienta funciona de forma similar al Google Maps.
La misma obtiene datos sobre las corrientes del océano, el clima y permite proponer una ruta de navegación con menos capas de hielo.
Scott Hosking, líder del laboratorio de inteligencia artificial del British Antarctic Survey, aseguró:
"La inteligencia artificial nos brinda el pegamento para unir diferentes datos. Y si necesitamos predecir cómo se comportará la Antártida, cómo aumentarán los niveles del mar, en última instancia, cómo cambiará el aumento de los niveles del mar en los próximos años y décadas."
Los científicos pudieron demostrar que los glaciares son, en la actualidad, afectados por el calentamiento global. En esta línea, un claro ejemplo fue el caso del glaciar conocido como Thwaites.
En los últimos meses, la Inteligencia Artificial comenzó a ganar terreno y en el futuro inmediato podría ser más activa que en la actualidad. En esta línea, un informe reveló cuáles son los trabajos que podrían verse mayormente afectados por esta tecnología.
El campo académico también tendrá algunas implicaciones y en este sentido se puede agregar que las más afectadas son aquellas que pueden llegar a ser automatizadas.