Los trámites fueron, históricamente, un dolor de cabeza: presentación de documentación, avales, firmas. Ir de un lugar a otro, en horario laborable, para cumplir con todo el proceso.
Las nuevas tecnologías lograron que los usuarios se liberen de gestiones engorrosas y prometen terminar con toda la burocracia. Una de las herramientas principales para hacerlo es la firma electrónica.
"Antiguamente, no existía legalidad para una firma elecrtónica o el marco regulatorio era muy débil. Desde mitad del año pasado, se corrigió dándole la misma validez de la firma hológrafica tradicional", señala a iProUP Adrián Mastronardi, gerente de Tecnología de Wenance, única fintech autorizada para usar esta innovación en sus procesos.
De acuerdo con el ejecutivo, esto fue posible gracias a las Mesas de Innovación que lleva adelante el Banco Central, que permitieron que tanto fintech como bancos fintech "comenzarán a cooperar en lugar de competir, generando mayor interacción" entre ambas partes.
Pero, ¿qué es la firma electrónica? Según Guillermo Navarro, abogado experto en Derecho y Tecnología, "es un procedimiento matemático, que se añade al documento en cuestión, dándole características propias".
"Quien lo firmó tiene control de ese documento, al conocer las claves. Además, terceras partes pueden verificarlo para comprobar que quién firmó es quién dice ser y que nada fue alterado", agrega a iProUP.
En este sentido, Gonzalo Blousson, cofundador de Signatura, empresa que provee tecnología de firma electrónica, remarca que los documentos "pueden presentarse en sede judicial, usando soportes digitales", por lo que se puede monitorear la validez de todo el proceso.
Transferí tu auto
En septiembre de 2017 se lanzó el "08 Digital", un formulario online para agilizar la transferencia de autos. Hasta el momento, se registraron más de 2,3 millones de operaciones con esta herramienta, en gran parte gracias a los descuentos de hasta 40% con respecto al trámite tradicional.
Está transformación va incluso más allá, ya que los informes, certificados de dominio y denuncias de venta se piden, pagan y reciben por Internet.
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Desde el Registro de la Propiedad del Automotor aclaran que la denuncia de venta y el certificado de dominio han pasado a ser totalmente digitales a partir de mayo 2018.
Según Óscar Agost Carreño, subdirector del organismo, desde su puesta en marcha hasta la fecha, se tramitaron vía web:
- 546.861 informes de estado de dominio
- 85.863 certificados de dominio
- 203.200 denuncias de venta
"El próximo paso, que se concretará ahora en marzo, es el lanzamiento de la firma digital para transferencias de automóviles y motocicletas", afirma Agost Carreño en diálogo con iProUP.
Hasta el presente, si bien este trámite se puede hacer por Internet, la firma tenía que ser presencial en el registro o ante un escribano. Próximamente, el comprador y vendedor podrán cerrar el acuerdo de manera online sin pasar por el mismo lugar físico.
Un aspecto para destacar es que la firma digital servirá en todos los registros del país, pero también podrá utilizarse en cualquier organismo del Estado que la requiera e, incluso, en el ámbito privado.
Sacar un préstamo
Wenance lanzó hace un año Welp, su app móvil. Desde entonces, otorga cerca de 10.000 préstamos por mes y ha registrado un crecimiento del 35%.
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Valiéndose de la tecnología, el dinero es entregado en apenas quince minutos. Con solo el DNI y especificando el monto requierido, el motor de riesgo se encarga de comprobar la información disponible en las agencias de datos.
Además de la firma digital, esa inmediatez está asegurada en gran parte por la relación que las fintech lograron con las entidades tradicionales gracias a la Mesa de Innovación del BCRA.
"Existen varios bancos que están enfocados en proveerle servicios a las fintech y permitirles tener una mejor experiencia de usuario apalancándose en la estructura de los bancos. Por ejemplo, Itaú tiene una API muy desarrollada, una interfaz por la que dos sistemas informáticos se pueden comunicar, intercambiar información y realizar acciones en tiempo real, sin la intervención humana, como era antes", explica Mastronardi.
Antes, según el ejecutivo, ese proceso llevaba al menos 24 horas. "Se pasaba un ‘lote’ de información que era cargada de manera manual o semimanual, el banco la procesaba también de manera manual o semimanual. Pero con las API, ahora es en tiempo real y sin intervención humana".
Comprar un departamento
Una de las posibilidades que ofrece recientemente la firma digital es poder comprar un departamento desde pozo a través del boleto inmobiliario electrónico que anunció el Gobierno.
Desde Lakout, la tecnológica argentina detrás de este sistema, aseguran que el proceso de aprobación de los proyectos por parte de las autoridades se reducirá progresivamente hasta los tres meses, contra el año que demora el método tradicional.
"Lo que desarrollamos es un gestor documental por el que van a circular los emprendimientos inmobiliarios. Estamos trabajando para que entre en una plataforma de blockchain", explica Daniel Raskin, director comercial de la firma, en diálogo con iProUP.
El directivo agrega que el boleto digital permitirá la trazabilidad del proyecto, el cual entrará a la plataforma "a través de un corredor matriculado, que es quien viabilizará y pondrá a la venta las unidades funcionales".
"Luego, entrarán las entidades financieras que calificarán la obra en construcción como 'apto crédito'. Cuando el comprador firme el boleto, la inmobiliaria cargará toda la documentación que exija la entidad", completa Raskin, quien señala que hay "tres bancos privados y tres públicos" inscriptos.
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La principal novedad de este sistema es, además, que el proceso se podrá realizar de forma 100% online, sin que el interesado en adquirir la propiedad pise la oficina del desarrollador, la inmobiliaria o el banco.
"Como es 'a realizar' y no hay un departamento a visitar, el consumidor podrá elegir viendo los planos y los renders que se suban al gestor documental", asegura el ejecutivo, quien remarca que las empresas de bienes raíces podrán conectar su propia plataforma para ofrecer las propiedades y "cerrar" el circuito online.
Sólo quedará confeccionar el boleto digital, que incluirá clausulas preestablecidas, a las que se le agregarán las particularidades de la unidad funcional. Todos los actores deberán firmarlo digitalmente.
Posteriormente, el comprador tendrá que pagar el 25% del boleto, que se enviará vía web al Registro de la Propiedad Inmueble para su inscripción. Esto evitará que haya un "boleto múltiple", algo que ocurría cuando una unidad tenía más de un boleto, ya que al ser un contrato entre privados, no había registro.
Por su parte, el desarrollador recibirá del banco o entidad financiera el aporte correspondiente para el avance de obra, sin la necesidad de un crédito intermedio (conocido como "puente"). Deberá pagar un seguro de caución obligatorio que resguarde al comprador ante cualquier incumplimiento en el desarrollo.
Solo restará el final de obra y su aprobación para pasar a la firma de la escritura de venta y a la inscripción en el registro, con la intervención de un escribano.
Mucho más
No solo la banca y el Estado pueden beneficiarse con la firma digital. También sectores como salud, logística, retail y seguros pueden aprovechar esta innovación.
Recepción de envíos, confirmación de compras, altas de cliente y comunicaciones con las compañías de seguros son algunos ejemplos de procesos habituales en estos rubros, en los que la automatización de la operativa diaria con procesos digitales supone grandes beneficios.
El consentimiento informado suele ser el documento firmado con más frecuencia en el sector salud. Contiene los datos del paciente, médico y las características del tratamiento o intervención que se va a realizar y enumera los riesgos que asume el paciente.
De este modo, el documento debe ser firmado tanto por el paciente como por el médico y, luego, pasa a la historia clínica del paciente.
"La tecnología abre caminos. En ese sentido, es un factor diferencial para las empresas, un facilitador para hacer cosas posibles que ante no lo eran", afirma Mastronardi.
En efecto, esta innovación ahora permite firmar de manera remota, sin visitar múltiples oficinas y acortando las demoras. Porque el tiempo es otro de los activos más preciados de la economía digital.