Hablar de inclusión hoy abarca muchos enfoques desde lo social, cuando nos referimos a educación, a salud y a derechos de las personas. Pero casi no existe un abordaje del tema cuando se trata de una necesidad natural para el ser humano como es el esparcimiento, la diversión y los momentos de distensión.
Atentos a esta problemática, especialistas en la materia y empresas comprometidas con el cambio, están comenzando a visibilizarla y a dar respuesta a través de la generación de espacios de entretenimiento para personas neurodivergentes.
¿Qué es la neurodivergencia?
Todas las personas somos diferentes, por lo que cada uno percibe los estímulos externos e internos de manera distinta a través de los sentidos. Ante esta diversidad, la reacción del sistema sensorial varía de una persona a otra, por lo que las percepciones pueden ser más o menos sensibles dependiendo del individuo. A esto se le llama desorden de integración sensorial.
La manera en la que nuestro sistema nervioso central procesa los estímulos impacta en todas las áreas de la vida cotidiana de un modo desigual. La inclusión social es la que permite a las personas poder armonizar sus sentidos cuando alguna de estas áreas de la vida se ve afectada o interferida.
A esta condición se la denomina neurodivergencia, que es una variación natural entre un cerebro y otro en la especie humana.
Considerando que no existen dos cerebros iguales, todas las personas en mayor o menor medida son neurodiversas. Según el programa Neurodiversidad en el Trabajo de la Universidad de Stanford en 2022, entre 15% y 20% de la población mundial se considera neurodivergente.
Las diferencias neurológicas de las personas neurotípicas son consideradas como habilidades valiosas que coexisten y se diferencian de otras personas, dentro de un ecosistema social, por lo que la neurodiversidad puede ser tan crucial para la raza humana como la biodiversidad lo es para la vida en general. Por lo tanto, ¿quién puede determinar qué forma de conexión será mejor en un momento dado?
Es importante que la sociedad comience a derribar barreras y a fomentar una convivencia más inclusiva. Si bien no es una tarea sencilla, de a poco las instituciones públicas como privadas comienzan a poner el foco en actividades que contemplen la Diversidad, la Equidad y la Inclusión (DEI), como elemento crucial y transformador para la comunidad.
Aquellas empresas que han comenzado a poner su foco en la neurodiversidad dentro de sus estrategias DEI, han experimentado una mayor una mejor comunicación, lo que ha dado lugar a culturas más diversas, equitativas e inclusivas, que impactan directamente en el compromiso y rendimiento.
Impulsar el cambio y que el entretenimiento sea todos
Cada individuo con neurodiversidad es único y su neurodivergencia se exterioriza de maneras distintas en cada caso. Compartir esta condición les da a estas personas una perspectiva valiosa y única sobre el mundo, y les ofrece la oportunidad de enriquecer la sociedad con su diversidad.
Es por esa razón que, con el propósito de promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad para todas las personas, donde la diversión de una salida sea agradable y confortable: Cinemark Hoyts se ha comprometido a llevar el entretenimiento a todos.
Con el fin de fomentar la autonomía individual, la integración social y el disfrute de la vida, para el pleno desarrollo de las personas neurodivergentes en el entorno de su comunidad, adaptará sutilmente sus salas para personas con hipersensibilidad sensorial y/o neurodiversas y realizar "funciones distendidas".
Unidos en la integración social
En el marco de una alianza con Disney para promover funciones inclusivas de películas en salas de Argentina, "La Sirenita" será el primer film que se exhibirá para llevar adelante esta acción.
Esta iniciativa cuenta con la guía y asesoramiento de "Salidas Inclusivas", una ONG que nació como una idea para animar a las personas con autismo, a sus familiares y/o apoyos; a salir y sentirse incluidos en la sociedad.
Las funciones distendidas están levemente adaptadas a las necesidades y preferencias de personas con desafíos en su procesamiento sensorial y/o en la comunicación social, con el fin de brindar una propuesta amigable mediante estímulos reducidos para un disfrute placentero y confortable.
La película será proyectada en un ambiente sensorialmente agradable, respetando las necesidades de las personas con hipersensibilidad sensorial que asistan. Se suavizan los efectos de las luces y los sonidos durante toda la película y habrá mayor libertad de movimiento.