La inteligencia artificial es la capacidad de las máquinas y sistemas informáticos para reproducir el razonamiento de las personas.
Y creció con todo en los últimos tiempos con la llegada, primero, de ChatGTP de OpenAI; y luego, de Google Bard y Bing AI. Así, lograron romper barreras para que cualquiera pueda entender y aplicar esta tecnología en su vida diaria.
Las principales empresas de innovación vienen trabajando desde hace décadas en reproducir el modelo de pensamiento del ser humano para que las computadoras logren tomar decisiones con escasa o nula asistencia, automatizando tareas rutinarias que toman demasiado tiempo a las personas.
En especial, actividades administrativas, como reconocimiento y extracción de texto de facturas, remitos, documentos, contratos, creación de chatbots para atención al cliente 24/7 y optimización de la gestión de inventario, entre otros.
A su vez, los sistemas de inteligencia artificial generativa pueden funcionar como un asistente personal para crear borradores de emails, documentos, imágenes, videos y hasta código de programación.
Inteligencia artificial: cómo arrancar
Si bien ChatGPT es el más popular, no es la única herramienta. Google Bard se liberó al público en 180 países, pero no funciona en castellano. Además de responder las preguntas del usuario, el vínculo para googlearla.
Otro chat conversacional de inteligencia artificial es Perplexity AI, que combina ChatGPT y Google Bard. Se trata de un buscador conversacional, que entiende la pregunta del usuario y ofrece una respuesta con fuentes y referencias.
En tanto, Microsoft Bing integró a ChatGPT y lo customizó para búsquedas, con lo cual, también es una alternativa dentro de la categoría de buscadores conversacionales con inteligencia artificial.
Otra opción es ChatSonic, según sus creadores, es una alternativa de ChatGPT con superpoderes. Puede conectarse a internet, generar arte digital y los comandos pueden dictarse por voz.
Por su parte, Jasper AI es un chatbot para escribir publicidades, blogs, redes sociales, emails, sitios webs y cualquier otro copy de marketing.
ChatGTP: cómo se usa la inteligencia artificial
Nicólas Bonina, CEO de LexRock, afirma a a iProUP que "hay varias alternativas a ChatGPT. La diferencia es que Auto-GPT es semiautónomo: no necesita que uno escriba un prompt", como se conoce técnicamente a las órdenes que se le dan a estos sistemas.
"Uno puede darle un objetivo en lenguaje natural y pedirle que cree el prompt para elaborar la respuesta. Requiere conocimientos de programación", completa.
Luego están los sistemas de inteligencia artificial de texto a imagen, como Dall-E, Stable Diffusion y MidJourney, entre otros.
Pablo Gagliardo, director general de Noventiq Argentina, confía a iProUP que hay varias herramientas populares y accesibles que son adecuadas para comenzar a aprender sobre Inteligencia Artificial.
"Python es una de las opciones más populares que consiste en un lenguaje de programación ampliamente utilizado en el campo de la IA, gracias a las bibliotecas populares como TensorFlow, Keras y PyTorch", amplía.
Además, detalla que "el lenguaje C se posiciona como uno de los más rápidos para el desarrollo. Es ideal para ser productivo y eficiente mientras se crea código de IA".
El ejecutivo advierte que la cantidad de tiempo que tomará aprender sobre esta inovación puede variar según el nivel de conocimientos previos, dedicación y profundidad a la que se desea llegar.
Pese a los grandes adelantos, la Inteligencia Artificial puede tener su lado oscuro: Bill Gates, Elon Musk, Geoffrey Hinton (el "padrino" de la inteligencia artificial), Sundar Pichai y el mismo Sam Altman (fundador y CEO de Open AI), entre otros líderes tecnológicos, advirtieron sobre los riesgos, desafíos y peligros de la inteligencia artificial.
En la audiencia ante el Senado estadounidense del 16 de mayo, Altman pidió la creación de una agencia estatal reguladora y advirtió: "Si la IA sale mal, puede salir bastante mal".
Los riesgos que mencionan estos expertos son varios, en primer lugar, su mal uso por parte de las personas.
En segundo lugar, la propagación de noticias falsas que la gente no pueda distinguir y podría así manipular la opinión pública o causar desinformación.
Otro desafío enorme es el desplazamiento laboral y la pérdida de trabajos. A medida que los sistemas de inteligencia artificial mejoren, podrán realizar más tareas de manera más rápida y precisa que los humanos", señala.
Desde ya, se crearán nuevos empleos y muchos de los actuales evolucionarán, pero los gobiernos y empresas deberían empezar a planificar programas de reconversión laboral y profesional pensando en el futuro mediato.
Otro riesgo más grande aún es la creación de armas autónomas basadas en inteligencia artificial. El desarrollo de esta tecnología puede convertirse en una carrera armamentista con intereses geopolíticos.
"El mayor riesgo es que las máquinas se vuelvan más inteligentes que los seres humanos, decidan que sus objetivos no están alineados a los nuestros y que decidan tomar el control", advierte Bonino, en sintonía con el temor que expresaron desde Musk hasta el propio Stephen Hawking antes de su muerte.
"La tecnología ya fue liberada al público. De hecho, cuando Open AI permitió que se desarrollaran aplicaciones sobre su gran modelo de lenguaje de IA, comenzaron a crearse otros chats conversacionales como Auto-GPT. Si esto significa que acabamos de abrir la Caja de Pandora o no, se sabrá con el pasar de los años", advierte Bonina.
En este sentido, los expertos sugieren las siguientes prácticas para usar estas herramientas de forma segura:
- Usar contraseñas seguras y autenticación de dos factores para evitar que la cuenta sea hackeada
- Mantener el software actualizado para resguardar el sistema de vulnerabilidades conocidas
- Prestar atención a qué enlaces se ingresa y qué archivos descarga
- Usar firewall y software antivirus
- Ser consciente de los riesgos de usar bots: pueden utilizar para robar su información personal o dañar el sistema
Por su parte, Diego Malat, gerente de Consultoría de Kenwin, confía a iProUP que la inteligencia artificial también podría servir para entrenar un bot para identificar a los usuarios que hacen clic con frecuencia en enlaces de remitentes desconocidos o intentan descargar archivos de sitios web sospechosos. Por ejemplo, un bot podría programarse para señalar a las personas en estas situaciones de riesgo.
Los bots también se pueden utilizar para proporcionar compañía a los usuarios. Por ejemplo, para chatear con usuarios, compartir juegos o brindar apoyo emocional.
"Estoy seguro de que estamos viviendo una época en la que a los seres humanos nos toca adaptarnos y evolucionar lo más pronto que podamos", añade Bonina.
El crecimiento de esta innovación anticipa que las habilidades más requeridas para el 2030 serán la alfabetización digital y pensamiento computacional. Mejorar las habilidades digitales será clave en un mundo dominado por la tecnología.
Pero también habrá que desarrollar habilidades sociales y emocionales que la IA no pueda reproducir, como el pensamiento crítico, la creatividad, la inteligencia emocional, la empatía, la comunicación, la negociación y el liderazgo.
"Las personas van a necesitar aprender las implicaciones éticas de la IA, los sesgos y las cuestiones relativas a la privacidad de sus datos", concluyen los expertos.