Desde su irrupción a finales del año pasado, el bot ChatGPT se ha convertido en una de las herramientas tecnológicas más debatidas en los últimos años, amasando tanto usuarios maravillados por sus posibilidades como críticos que advierten sobre sus límites y sus peligros, incluso en las artes.
Pero no se trata de la única inteligencia artificial generativa que está disponible al público: numerosas empresas tecnológicas se encuentran desarrollando sus propias herramientas del ámbito, algunas de ellas ya presentadas, como los sistemas para crear música o imágenes a partir de una descripción de un texto o una pieza anterior, lo que ha provocado un debate sobre qué implica la creación artística, y si será posible prescindir de la fuerza laboral y la creatividad humana a partir de ahora.
En los últimos días, numerosas polémicas han sacudido a diversas esferas del mundo cultural, desde la industria editorial y la música hasta los concursos fotográficos, dando cuenta de los desafíos que representa incorporar una herramienta con aparente potencial mimético ilimitado y ninguna normativa vigente hasta el momento para su regulación.
El miércoles 19 de abril, Spotify y Apple Music anunciaron que eliminaban de sus plataformas la canción "Heart on my sleeve", realizada con inteligencia artificial y que contenía pistas vocales que imitaban las voces de Drake y The Weeknd, dos de los artistas más populares de los últimos años.
Si bien se trataba de una composición original creada por el usuario de YouTube identificado como @ghostwriter, el hecho de que la haya producido alimentando modelos de audio con IA para copiar las voces de los cantantes hizo que las discográficas de ambos músicos reclamaran que fuera sacada de circulación.
Al momento de ser eliminada, la canción había sido escuchada 8,5 millones de veces en TikTok y había sido reproducida 250.000 veces en Spotify.
Video generado por IA
Y si bien las discográficas lograron su objetivo de hacer desaparecer la canción de la mayoría de las plataformas (en YouTube aún está disponible), lo cierto es que la situación contiene más grises que certezas en lo que a los derechos de autor respecta: si la canción es una pieza original, no está atribuida a ninguno de los artistas, y solo copia el estilo vocal con el uso de tecnología, ¿por qué no podría ser considerada una obra propia?
No es el único ejemplo
Después de que, el 13 de abril, la Organización Mundial de Fotografía anunciara a los ganadores de los Sony World Photography Awards, uno de los triunfadores, el fotógrafo alemán Boris Eldagsen, informó que la obra había sido creada por inteligencia artificial.
"Estoy impactado y sorprendido de que los Premios Mundiales de Fotografía Sony no se dieran cuenta de esto", dijo el realizador tras conocerse su victoria. El fotógrafo explicó que presentó la imagen en el concurso para "averiguar si los concursos están preparados para las imágenes con IA" y que, tras el fallo del jurado, se dio cuenta que "no lo están".
"Nosotros, el mundo de la fotografía, necesitamos un debate abierto. Una discusión sobre lo que queremos considerar fotografía y lo que no. ¿Es el paraguas de la fotografía lo suficientemente grande como para invitar a participar a las imágenes de IA o sería un error? Con mi rechazo al premio espero acelerar este debate. Como he sido fotógrafo durante 30 años antes de pasarme a la IA, entiendo los pros y los contras de este debate y estaré encantado de unirme a la conversación", concluyó.
Sin embargo, no todos están dispuestos a descartar la creación realizada con inteligencia artificial. En un reciente artículo de la revista Forbes, una ejecutiva estadounidense, adscrita a una empresa que contrata talento para trabajar con empresas de moda creando artículos para web y textos promocionales, dijo que ChatGPT puede generar, sin costo, más contenido mucho más rápido que los colaboradores freelancers y que ya ha reemplazado a tres escritores por el chatbot.
Por esta razón, Forbes vaticina que los trabajadores freelancers que no ofrezcan habilidades especializadas podrían perder pronto sus trabajos ante la IA, añadiendo que, al mismo tiempo, cada vez más redactores utilizan ChatGPT para que hagan su propio trabajo más rápidamente y sin esfuerzo.
Más tecnología, menos ética
Otras de las polémicas recientes con respecto al uso de la inteligencia artificial reflejan zonas todavía más oscuras sobre su potencial. Tal vez en ninguna esto haya quedado más claro que en el caso de la revista alemana Die Aktuelle, que publicó la semana pasada una entrevista con el excorredor de Fórmula 1 Michael Schumacher, cuyo estado de salud sigue siendo desconocido desde el grave accidente de esquí que sufrió en 2013.
De manera cínica, la publicación promocionaba en tapa que se trataba de una entrevista exclusiva, para luego aclarar dentro de sus páginas que era una inteligencia artificial la que había respondido las preguntas, luego de alimentarla con cientos de entrevistas realizadas al conductor antes de su accidente.
El repudio fue inmediato, con la familia de Schumacher anunciando que presentaría acciones legales contra la revista y con decenas de notas de medios locales condenando el ardid. Intentando contener la situación, la casa editorial responsable de Die Aktuelle, Funke, anunció el despido inmediato de la editora de la publicación, informó Sputnik Mundo.
"Este artículo de mal gusto y engañoso nunca debería haber aparecido. De ninguna manera cumple con los estándares periodísticos que nosotros, y nuestros lectores, esperamos de una editorial como Funke", dijo la directora gerente de la casa editorial, Bianca Pohlmann.