De acuerdo con el último reporte de tendencias globales elaborado por JLL, las organizaciones inmobiliarias se enfrentan a una confluencia de vientos en contra que están afectando al crecimiento, los costos, las cadenas de suministro y la capacidad de planificación. Es comprensible que las empresas se muestren más cautas y se planteen revisar su estrategia inmobiliaria a la luz del actual entorno operativo. 

 

 "El éxito empresarial radica en mantenerse a la vanguardia mediante una gestión inmobiliaria consciente. Las empresas tendrán que revisar sus estrategias de CRE e invertir en soluciones que permitan una adaptación continua a la dinámica cambiante del mercado. Será crucial equilibrar cuidadosamente la gestión eficaz de los costos sin comprometer la calidad ni la transformación del lugar de trabajo", señaló Lionela Riccobelli , Vicepresidente de JLL.

 

Factores macro globales clave a los que se enfrentan las organizaciones: 

 

Escasez de mano de obra: Los mercados laborales estaban tensos antes de la crisis y se han tensado aún más en la recuperación. La interrupción de los viajes y las migraciones está agravando los problemas para cubrir vacantes, y abundan las carencias de personal calificado. 

 

Aumento de los costos: La energía, los materiales de construcción, los alimentos, los alquileres, los salarios y los costos de la deuda están subiendo, alimentando y siendo acelerados por la alta inflación. Aunque se espera que la inflación descienda, es probable que los niveles de precios sigan siendo altos. 

 

Cadena de suministro: La guerra de Ucrania, las sanciones y la reciente política china de cero covid han aumentado la incertidumbre y las perturbaciones en la cadena de suministro y logística. Los costos han aumentado, al igual que los plazos de entrega, lo que afecta a la capacidad de planificar, fijar precios y entregar proyectos.

 

Lionela Riccobelli , Vicepresidente de JLL
Lionela Riccobelli , Vicepresidente de JLL

 

Crisis energética: La crisis energética es ante todo un problema de costos, que multiplica los gastos en energía. Pero los riesgos para la disponibilidad están aumentando, afectando a la seguridad del suministro. Europa es la más afectada, pero América no resulta inmune. 

 

Las 10 tendencias principales son:

 

1.    Realidad híbrida: La tecnología híbrida se ha convertido en un elemento innegociable del ecosistema laboral. Alinear los espacios, la tecnología y las políticas de RRHH será imprescindible para poner en marcha el modelo híbrido. 

2.    Optimizar con impacto: Optimizar las inversiones a largo plazo dando prioridad a las personas. Equilibrar el riesgo de perder talentos clave con las eficiencias de costos y cartera a corto plazo. 

3.    Operaciones dinámicas: Implementar tecnologías digitales que impulsen la eficiencia operativa y rentabilicen la inversión. 

4.    Madurez de los datos: La madurez de los datos ayudará a generar información sofisticada sobre el rendimiento y permitirá una toma de decisiones dinámica. 

5.    Bienestar holístico: El bienestar deberá ser inclusivo, holístico y personalizado para mejorar la resiliencia y el rendimiento de los trabajadores. 

6.    Comunidades conectadas: Las decisiones de ubicación gravitarán hacia lugares donde la gente pueda socializar, comprar, vivir, trabajar y comer. 

7.    Resiliencia climática: Mantener el impulso de las acciones será fundamental para apoyar las ambiciones de cero emisiones netas y preparar a las empresas para el futuro. 

8.    Contratación responsable: Aportar un cambio positivo y sostenible teniendo en cuenta consideraciones éticas y sostenibles a la hora de contratar servicios, suministros u obras. 

9.    Asociaciones redefinidas: Las organizaciones formarán alianzas y asociaciones estratégicas para afrontar nuevos retos y resolver problemas complejos. 

10.  Grupos de innovación: Las organizaciones darán prioridad a los mercados con mayores características de innovación y talento. 

 

A medida que el trabajo híbrido desdibuja la línea entre la vida personal y la laboral y las personas son conscientes de que dedican un tercio de su vida trabajando, priorizar la salud y el bienestar resulta clave. En este contexto, América Latina no resulta ajena. Desde JLL, trabajamos en conjunto con empresas locales y multinacionales para definir sus estrategias de "Health & Wellbeing".  

 

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"Basándonos en la neurociencia y con el uso de inteligencia artificial, recopilamos datos para comprender cómo se desempeñan las personas en distintos entornos (Oficina, Hogar, etc). Como resultado, proporcionamos un informe del estado actual y cómo el mismo se encuentra con respecto a mejores prácticas de mercado. Finalmente, desarrollamos un programa de bienestar que permite priorizar las estrategias en función de los recursos disponibles y el potencial impacto que puedan generar. De este modo, las compañías ofrecen a sus colaboradores nuevas experiencias y formas de trabajar que funcionen para todos", concluyó Riccobelli

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