European Data Protection Board (EDPB), uno de los principales reguladores en materia de tecnología y datos dentro de la Unión Europea (UE), anunció la formación de un grupo de trabajo para asistir a las naciones europeas a lidiar con el uso de las inteligencias artificiales (IA) y sobre todo por ChatGPT.
La finalidad del grupo de trabajo será dar lineamientos claros en torno a materia legal y regulatoria, para que los países parte de la Unión Europea, puedan regular internamente a las empresas que prestan servicios de IA, como es el caso de OpenAI y su ChatGPT.
Una de las principales preocupaciones dentro de los países de la UE en torno a ChatGPT, y otras herramientas de la IA, gira en torno a la privacidad de datos.
En los últimos meses, el segmento de mercado de la IA creció drásticamente, según datos brindados por Expert Market Research. El mercado global de inteligencia artificial alcanzó un valor de alrededor de u$s1.2 billones en 2020.
Se espera que el mercado crezca a una tasa de interés compuesto anual de alrededor de 23% en el período de pronóstico de 2023-2028 para alcanzar un valor de alrededor de u$s6 billones para 2026.
Así es como cada vez más empresas como Duolingo, Linkedin y Stripe, entre otras, comenzaron a introducir el uso de distintas herramientas de IA, como GPT-4 en sus operaciones.
Frente al rápido crecimiento de esta nueva industria, la principal autoridad en materia de datos y tecnología de la UE, European Data Protection Board (EDPB), creó un nuevo grupo de trabajo, para brindar claridad y guías para los países parte de la UE.
Un claro ejemplo de la preocupación por parte de los países de la Unión Europea en torno a ChatGPT y la violación de la privacidad de datos, fue el caso de Italia, que lo prohibió temporalmente el mes pasado.
Otro caso fue la agencia de protección de datos de España, AEPD, quien indicó que abrió una investigación sobre el software y su propietario estadounidense, y expresó que si bien favorecía al desarrollo de la IA, el mismo debe ser compatible con los derechos y libertades personales.
Una de las principales preocupaciones por parte de los países de la Unión Europea, es la potencial violación de los derechos de privacidad de distintas herramientas de IA como ChatGPT, Bard y Bing, entre otras.
ChatGPT puede generar ensayos, poemas y conversaciones a partir de las indicaciones más breves, y además demostró ser capaz de aprobar algunos exámenes difíciles.
Pero fue perseguido por preocupaciones de que sus talentos podrían llevar a trampas generalizadas en las escuelas, sobrecargar la desinformación en la web y reemplazar a los trabajadores humanos.
El chatbot solo puede funcionar si entrena en grandes conjuntos de datos, lo que genera preocupaciones sobre dónde obtiene OpenAI sus datos y cómo se maneja esa información.
El regulador francés CNIL, considerado como el más poderoso de Europa, abrió un caso después de recibir cinco quejas, una de las cuales era de un parlamentario, Eric Bothorel.
Por su parte, el regulador central de Europa, el EDPB, indicó que sus miembros optaron por tomar medidas después de monitorear el enfoque de Italia.