Sin conectividad, el mundo como lo conocemos no sería posible. A veces se da "por hecho" o evidente. La aldea global que planteó McLuhan está presente todas las mañanas: despierto, respiro, desayuno, leo las noticias de todo el mundo y descubro los mensajes en mi celular.
Treinta minutos en soledad con un aparato electrónico, acompañada por una red invisible que me conecta a todo el globo.
Lo intangible se materializa en: cables submarinos que conectan continentes, fibra óptica desplegada bajo tierra, postes y cables aéreos, antenas, satélites y los recursos humanos que hacen todo eso posible.
En el Mobile World Congress de Barcelona 2023, empresas desarrolladoras de software, hardware, aplicaciones, sensores; gobiernos que aplican soluciones y comparten regulaciones virtuosas junto a empresas, conversaron una vez más sobre el diseño y construcción de nuestro mundo virtual y las conexiones digitales.
La conversación en el mundo y a cada pregunta un pensamiento:
1. El uso de datos y la privacidad, el mundo de las cookies y la identidad virtual: ¿Propietarios de la información?
El debate se centra en quién debe ser el dueño de la información personal, la voluntad de las personas en ese proceso y el uso comercial que se le da. Actualmente en la Unión Europea se debate en su parlamento las regulaciones que deben regir y se habla de un internet "sin cookies".
2. La inteligencia artificial. ¿Sueñan los androides con trabajos humanos? Por supuesto ChatGPT revolucionó el mundo, todavía anonadados por su capacidad de procesamiento de información y asertividad en las respuestas. Como también el corto ciclo de vida y gigantesco impacto.
La experiencia de usuario y nuevos casos de uso. Por ejemplo, Estonia, país líder en gobierno digital y conectado, destaca la eficacia de la herramienta para:
- ayudar a tomar decisiones sobre el Fondo de Seguro de Desempleo
- ayuda a identificar perfiles con probabilidades de encontrar trabajo
- orientar a quienes aún no, a cómo hacer su búsqueda más eficiente, entre otros puntos de la política pública
3. Las plataformas de contenido (OTTs) y el tráfico de internet que generan. ¿Deben ser aportantes a las infraestructuras y las inversiones que las telecomunicaciones generan para que ellas puedan existir y su producto se comercialice?
Es decir, si Netflix consume todos los megas que se disponibilizan, no deberían ser parte de las inversiones que las telecomunicaciones incurren? Técnicamente esta discusión se conoce con el concepto de "fair share".
4. El rol de los estados en la brecha digital y la asequibilidad de las personas excluidas de la tecnología. ¿Cuál debe ser su intermediación en estas problemáticas?
En muchos países, tanto el usuario final de un servicio tic como las empresas operadoras de servicio aportan con impuestos y tasas específicas a fondos de gestión pública para revertir estos indicadores, pero aun, sin éxitos concretos o casos de uso replicables.
5. Modelos comerciales y acuerdos entre privados. ¿Si el punto es conectar y llegar a más personas, deben gestionarse modelos diferentes de compartición de infraestructura? ¿O nuevos operadores deben surgir?
Existen casos de diferentes países como referencia, por ejemplo en Perú, Telefónica se asoció con instituciones como CAF, BID y Facebook para conectar zonas rurales, el proyecto se llama "internet para todos".
O sin ir más lejos, en la Argentina, existen casos para conectar zonas remotas o rutas nacionales. El concepto se conoce como "ran sharing" y se comparte infraestructura móvil entre Movistar, Personal o Claro.
6. 5G, ¿qué implica? ¿Qué falta para que exista en más países?
Los Estados son dueños del "espectro radioeléctrico", que es algo así como carriles de una autopista/carretera. Cada uno de ellos tiene una utilidad o velocidad distinta. El estado lo licita para la utilidad y operación de empresas privadas que brindan servicios de telefonía móvil.
El 5G implica principalmente cambio de infraestructura necesariamente. No es como el paso de 2G a EDGE, de EDGE a 3G y de 3G a 4G. Además, brinda un sinfín de nuevas oportunidades de internet de las cosas e interconectividad o interoperabilidad para diferentes industrias.
¿El precio debe ser con mirada cortoplacista o con el propósito de fomentar la cobertura a la ciudadanía? Existen casos con condiciones de licitación como Brasil donde el despliegue está en el centro.
7. La geopolítica no se queda atrás. ¿Potencias tecnológicas por país?
Existen diferentes empresas, Huawei sería la más avanzada, en su stand explicaban que 100.000 de sus empleados están dedicados a Investigación y desarrollo, y por eso han llegado ágilmente en la carrera por equipamiento.
Ericsson y Nokia son otras. Cisco y Qualcomm son estadounidenses, pero aún no se sabe concretamente las especificidades de sus equipamientos.
En el evento, dentro conversación de Líderes Digitales, en la que colaboré con la exposición de Argentina, sostuve lo fundamental de construir puentes entre sector público y privado como la receta para resolver problemáticas y hacer crecer el impacto y beneficios para las personas.
Me parece destacable el modelo sostenible del espacio de discusiones con todos los integrantes de la agenda de la conectividad sobre su impacto en industrias y personas que genera GSMA.
Sostener el evento ininterrumpidamente y generar mesas de debate de representantes de gobiernos, de instituciones de la sociedad civil y de empresas como de proveedores y startups, es indispensable en un mundo cada vez más complejo.
La carrera tecnológica corre a velocidades inalcanzables, cada día hay una nueva solución para una problemática que aún no entendemos, y aún así, seguimos. Es crucial hoy más que nunca pensar en un país y una política preparada para los próximos años. Y vuelvo a ver el celular, y me siguen entrando mensajes, y sigo conectada con el mundo, que avanza y avanza.
*Por Inés Zunini, politóloga especialista en modernización y telecomunicaciones