Si bien las economías son cada vez más globales e interconectadas, el mercado laboral aún presenta atrasos respecto a la digitalización.
En teoría, Internet permite que a través de un clic las fronteras desaparezcan, al facilitar la conexión de millones de trabajadores con grandes empresas en cualquier parte del mundo y viceversa.
Sin embargo, en la práctica, el panorama es muy diferente, pues la amplia burocracia, políticas migratorias sumamente complejas, entre otros factores, generaron que la contratación descentralizada sea, en ocasiones, un verdadero dolor de cabeza.
Uno de los sectores que más se vio afectado por estas barreras es el tecnológico, como lo señalan datos de la consultora PageGroup, que indican que para el cierre de este año habrá un déficit de 48% en la mano de obra digital en América Latina y la Argentina no será ajena a este panorama.
Estos datos resultan paradójicos, entendiendo que según el más reciente Reporte de Contratación Internacional de Deel, los ingenieros de software y sistemas, así como los desarrolladores web de la región son de los roles más contratados por las empresas en el extranjero.
De hecho, según la investigación, una de las áreas laborales con mayor crecimiento en términos de salario en la región durante el último semestre fue justamente la ingeniería, con un aumento de 253%.
Talentos for export
Esta situación me lleva a reflexionar y preguntarme por qué existe un déficit de talento tech en América Latina si la región, y específicamente Argentina, son exportadores de estos profesionales.
La respuesta es que algunos roles se adaptan más rápido y fácil a las nuevas dinámicas del mercado laboral que las mismas organizaciones. Una muestra clara de ello son los programadores, que le demuestran al mundo cómo hacen su trabajo de manera eficiente, rápida y, sobre todo, aprovechan las bondades que la interconexión y la digitalización ofrecen.
No sorprende entonces que un programador argentino pueda ser contratado por una compañía internacional y ganar un promedio de u$S51.000 anuales, según lo reportado por Deel.
Las empresas globales son conscientes del potencial del talento argentino y apuestan por quienes se atreven a superar las fronteras.
La capacidad adaptativa que ofrecen este tipo de perfiles se compara con la de muy pocas profesiones porque sus habilidades trascienden barreras idiomáticas y geográficas ya que C ++, Python, Java, etc. son los mismos acá, en Reino Unido o en Corea. Los programadores realmente hablan un lenguaje universal.
¿Por qué no ampliar este "poder global" a otras profesiones y descubrir el verdadero potencial de nuestras organizaciones?
Si el futuro del trabajo está más distribuido, ¿no deberían las empresas descentralizar su enfoque y desestigmatizar la contratación global? El llamado es a que las compañías reconozcan que vivimos en un mundo globalizado que brinda oportunidades más allá de las fronteras y que nos invita, permanentemente, a pensar de forma flexible e inclusiva.
Las empresas deben adaptarse si quieren crecer y competir, y no pueden ignorar a una fuerza laboral transfronteriza, que contribuye cada vez más al cumplimiento de los objetivos de negocio de las organizaciones.
Hoy, en el Día del Programador, es el momento oportuno para destacar la labor de estos grandes profesionales que cada día están demostrando los beneficios de los equipos remotos diversos y están creando el camino para una verdadera globalización del mercado laboral.
*Por Natalia Jiménez, gerente Regional para Latinoamérica Habla Hispana en Deel