El presidente Mauricio Macri encabezó la presentación del Boleto Inmobiliario Electrónico, una plataforma digital que pretende agilizar la elaboración de la documentación para la compra y venta de propiedades.
"No podemos seguir con trámites presenciales. Por eso, con este nuevo boleto de compraventa inmobiliario digital, cada vez más familias pueden soñar con comprar desde el pozo su casa propia", aseguró el Macri.
Gracias a un trabajo en conjunto entre el sector privado y el estado, los usuarios podrán acceder a una nueva gama de herramientas para adquirir propiedades con herramientas más baratas, transparentes y accesibles.
"El proceso es confidencial y permitire ahorrar gracias a que no tiene procesos burocráticos. Esto se ve reflejado en el precio final. Nuestra mayor aspriración es que un inquilino se convierta en propietario", agregó Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina.
Según informó la Secretaría de Comunicación de la presidencia, el Boleto Inmobiliario Electrónico es una herramienta que "será de gran utilidad para corredores inmobiliarios, martilleros y escribanos, entre otros sectores vinculados a esta actividad" y fue impulsada tanto por la Secretaría de Vivienda de la Nación como por la Cámara Inmobiliaria Argentina.
La presentación tuvo lugar esta mañana durante un acto en el Salón Argentina del Centro Cultural Kirchner (CCK).
"Sabemos que estas herramientas van a ser más útiles si logramos consolidar la transformación, el equilibrio macroeconómico. Esta es una batalla que sentimos que damos, pero tenemos que ayudar a consolidar", dijo el presidente."Cuando tenés un país con moneda, sin inflación y con estabilidad macroeconómica, el desarrollo del mercado inmobiliario se facilita. Con estas herramientas va a ser más accesible, barato y transparente. Con el talento y la capacidad de ustedes vamos a estar dando a los argentinos las viviendas que se merecen", finalizó Macri.
También en blockchain
Como antecedente y tal como anticipamos en iProUP, en Argentina se firmó a fines de noviembre la primera operación inmobiliaria en blockchain. Gracias a la cadena de bloques, se emitió el primer boleto de compraventa de un inmueble con estas características.
En concreto, se trata de un terreno de 600 metros cuadrados, en el emprendimiento Ayres de Larca, ubicado en Villa Larca, provincia de San Luis, a 20 minutos de Merlo. Comercializado por la empresa Terraloteos.com, el lote se vendió en 480.000 pesos, financiado en 60 cuotas ajustables.
Guillermo Navarro, del estudio Bildenlex Abogados, que llevó adelante la operación, explica: "En conjunto con nuestro Laboratorio de Innovación Jurídica y con la tecnología de Signatura, desarrollamos un proceso para facilitar la suscripción de los boletos de compraventa de las unidades que comercializan. De esta manera, podemos firmar más rápidamente, mediante un boleto digital certificado bajo Blockchain, al que las partes tienen acceso en todo momento. Verificamos la identidad y sumamos procesos de confirmación".
Al respecto, aclara: "además, al ser digital, el boleto de compraventa nos da una serie de integraciones, como hipervínculos a mapas, información, videos, fotos y diagramas legales y normativos".
"Para nosotros, es la primera experiencia con un boleto. Si bien hay otras iniciativas gubernamentales, en línea con el Decreto Reglamentario 962/2018, que permite inscribir los boletos de compraventa directamente en el registro de la propiedad, no pudimos encontrar en forma específica otros usos previos en empresas", continúa.
"Los principales desafíos son la necesidad de determinar qué documentos digitales se firmaron, cuándo y quiénes lo hicieron. Blockchain, como tecnología que otorga confianza sin la necesidad de recurrir a un tercero, nos permite identificar a las partes que intervienen en la operación y al documento firmado, además de dotarlo de fecha cierta al subirlo a la blockchain de Bitcoin", explica Gonzalo Blousson, cofundador de Signatura, la proveedora de tecnología de firma y certificación digital bajo Blockchain creada en Buenos Aires en 2016. Por cierto, la firma ya levantó 450.000 dólares de fondos como NXTP Labs, Cygnus, BIND, Primary Ventures y ArFintech.
Aquí Navarro subraya la importancia de entender la diferencia entre una firma digital, como la descripta, de una simple firma electrónica, como el token usado en el sistema de justicia de la provincia de Buenos Aires.
"La firma digital es un procedimiento matemático, que se añade al documento en cuestión, dándole características propias. Quien lo firmó tiene control de ese documento, al conocer las claves. Además, terceras partes pueden verificarlo para comprobar que quien firmó es quien dice ser y que nada fue alterado. En el caso de la firma electrónica, por el contrario, corresponde a quien la usa darle la validez necesaria", señala.
De acuerdo con el representante de Bildenlex, el empleo de tecnología Blockchain significa una ventaja comparativa. "La usamos en poderes, autorizaciones, acuerdos de uso de marcas, registros de propiedad intelectual, para asegurar prueba, en infracciones de propiedad intelectual, pagos de acuerdos y pactos de desvinculación de relaciones jurídicas. Nuestras contrapartes también advierten las ventajas, ya que firmar acuerdos sin herramientas tecnológicas genera costos muy altos y pérdidas de tiempo. En este caso, nos pareció una buena forma de facilitarles el proceso y hacer la experiencia de compra satisfactoria", señala el abogado.
Desde Signatura, su fundador aclara que, "de ser necesario, estos documentos pueden presentarse en sede judicial, usando los soportes digitales que Signatura prepara en tal sentido, con la indicación de todo el proceso tecnológico detrás de la operación".
En tanto, también considera que este tipo de desarrollos apuntan a un importante mercado potencial.
"Casi todos los departamentos de legales internos de las empresas están buscando formas de simplificar sus procesos de celebración, conservación y custodia de documentos digitales, y tenemos un know-how especial de este mercado, no explotado por otras compañías que brindan soluciones desde países anglosajones", concluye Blousson.