Las startups AgTech, término que abarca una amplia gama de nuevas tecnologías aplicadas a los sistemas agropecuarios, se transformaron en los últimos años en las mejores amigas del campo, un sector clave para la obtención de divisas.
Aportan innovación al ecosistema al sumar avances como Big Data, Inteligencia Artificial (IA), Internet de las Cosas (IoT) y blockchain a los procesos para mejorar la producción, reducir costos y hasta predecir eventos climáticos.
En paralelo, el rápido desarrollo para generar vacunas y combatir el coronavirus impulsó un proceso al que expertos del mundo catalogan como "revolucionario": la tecnología del ARN mensajero (ARNm) sintético. Rápidamente, especialistas locales vieron en este nicho una oportunidad inmejorable para trasladar sus avances al ecosistema agrario.
La aplicación de las nuevas tecnologías digitales en el agro permite realizar muchas tareas con altísima precisión. Serían inverosímiles de ejecutar en forma tradicional o manual en gran escala.
La importancia de estos avances posibilita, por ejemplo, el monitoreo de plagas, malezas, estado de los cultivos, seguimiento del ganado, entre otros, en tiempo real y de forma remota.
"Hoy es posible recabar información con alto grado de exactitud para tomar decisiones tendientes a mejorar rendimientos y bajar costos", subraya en diálogo con iProUP Vicente Leo Martín, fundador y CEO de Flash Agro, startup argentina que conecta al productor con el consumidor a través de su Marketplace.
"También se mejora el cuidado del medioambiente, gracias al uso más preciso y en menor cantidad de agroquímicos, ya que es posible definir con mayor precisión las áreas a aplicar y las dosis respectivas, con el consiguiente ahorro de productos", valora el experto de Flash Agro.
Elytron Biotech, startup que se basa en estudios en el campo genético y molecular y que desarrolló una plataforma de Inteligencia Artificial para obtener insumos biológicos, coincide con esta tendencia y destaca las puertas a nuevos mercados que abren estos avances.
"Estas soluciones eficaces, que ahorran años en investigación y desarrollo, permiten expandir los negocios a más mercados que actualmente se encuentran restringidos debido a los límites de residuos químicos en alimentos", resaltan desde la firma a iProUP.
Desde la startup Apolo Biotech, una de las firmas con mayor proyección en el desarrollo de ARN, advierten a iProUP sobre un punto clave para el futuro del sector: el valor del producto final.
Las tecnologías de ARNm aplicadas al desarrollo de bioinsumos están generando el reemplazo de materiales químicos en determinados cultivos. Este aspecto es clave, ya que algunos de estos agroquímicos, a los cuales se apunta a eliminar (o reducir), limitan el ingreso de productos argentinos a varios mercados.
"Los bioinsumos tienen beneficios para el medio ambiente y la salud, porque no dejan residuos, no producen contaminación, y esto deriva en ventajas comerciales de los cultivos producidos de esta manera", subraya el CEO de Flash Agro, quien además resalta que el potencial que existe en el desarrollo de tecnologías como el ARNm es inmenso.
"Se caerían muchas restricciones en algunos mercados, sobre todo los de mayor poder adquisitivo, como Europa y Estados Unidos, que cada vez exigen más y suman limitaciones y prohibiciones a los cultivos en temas socioambientales", explica el experto.
En diálogo con iProUP Matías Badano y Federico Ariel, creadores de Apolo Biotech, destacan que su desarrollo es no-transgénico y posibilitará, por ejemplo, reemplazar pesticidas sintéticos en el cultivo de hortalizas y frutas.
Este método, que tiene en sus espaldas décadas de investigación y desarrollo, fue utilizado por Pfizer-BioNtech y Moderna en el desarrollo de la vacuna contra el Covid-19, y apunta a que sea el propio organismo quien genere una proteína del virus sin necesidad de inyectarlo.
"De este modo, al presentarle una fracción del genoma de un patógeno en forma de ARN a una planta, la reconocerá como extraño y comenzará a generar moléculas de defensa (los pequeños ARN), para bloquear futuras infecciones", detallan Badano y Ariel a iProUP.
Es clave destacar que el diseño de ARN para que el vegetal pueda defenderse evita, además, que no sean agredidos el ecosistema agrícola ni la salud humana.
"Le damos información a la planta y esto hace que no necesitemos luego solucionar problemas con agroquímicos. Este punto es muy importante, si se tiene en cuenta las limitaciones en los mercados referidas a los productos que se utilizan. Gracias a esta solución orgánica es posible ampliar el destino para exportar materias primas", valoran los expertos de Apolo Biotech.
Por ello, los especialistas destacan la capacidad clave que posee la tecnología para identificar las diferentes genéticas y no impactar en humanos.
Matías Durante, CEO y fundador de la plataforma Modo Agrario, calificada como "El Tinder de la harina", indica que el ecosistema avanzó a pasos agigantados en los últimos años.
"Esto se debe, fundamentalmente, a que los productores están más abiertos a incorporar tecnología, encontrando oportunidades en las startups y sus desarrollos en diferentes ámbitos del sector", valora el experto en diálogo con iProUP.
Y añade: "Estas soluciones hacen que los productores incrementen su cosecha, eliminen desperdicios, sean más eficientes y produzcan siendo más sustentables económica y ambientalmente".
"Argentina es un país agroindustrial, rubro que generan 7 de cada 10 dólares que ingresan al país. Si lo miramos globalmente, el 11% de la producción es Argentina. Las Agtech tenemos mucho para ofrecer a productores y agroindustrias para que puedan ser más competitivos en los mercados internacionales y para incrementar el ingreso de esas divisas que tanto se necesitan", rescata.
Las startups de este ecosistema se están abriendo paso en la escena local gracias a proyectos originales y acompañadas, en muchos casos, por inversiones semilla.
Estas nuevas compañías están frente a un contexto en el cual, si aprovecha el viento a favor, seguirán creciendo con sus innovadores productos más allá de las fronteras, para transformar a la Argentina en el "granero del mundo", pero en versión 4.0.