Un equipo de científicos del Instituto Terasaki para la Innovación Biomédica, una organización de investigación sin fines de lucro en California, publicó recientemente el resultado de un desarrollo que promete revolucionar la forma en la que se diagnostican algunas enfermedades.
Si bien hasta ahora solo se ha probado en células de laboratorio, el siguiente paso será la prueba en humanos una vez que se haya demostrado que es seguro.
El dispositivo identifica subproductos celulares en las lágrimas, llamados exosomas, que se cree que indican el crecimiento de un tumor en alguna parte del cuerpo. Las lentes de contacto están equipadas con un anticuerpo que puede detectar y adherirse a otro que se encuentra en dichos exosomas.
Cuando estos dos anticuerpos se juntan, se tornan de color rojo, lo que indica la presencia de células tumorales. Y, según los investigadores, los resultados son tan potentes que incluso se pueden observar a simple vista.
Además de esto, el proceso es completamente indoloro, ya que no requiere de incisiones ni de cirugías, además de ser rápido. Actualmente, mientras que los análisis de sangre estándar, las biopsias o las tomografías computarizadas pueden demorar varios días en producir un diagnóstico, los lentes ofrecen resultados en tan solo 30 minutos.
El equipo de científicos, encabezado por el ingeniero biomédico Yangzhi Zhu –quien ha venido trabajando materiales blandos y bioelectrónica portátil para aplicaciones diagnósticas y terapéuticas– se encuentra trabajando actualmente en un estudio que probará el dispositivo en conejos a efectos de podrían probar la seguridad de las lentes de contacto y permitir que sean aprobadas, luego, para pruebas en humanos.
Si todo avanza según lo esperado, se espera que esta tecnología vaya más allá de las pruebas de cáncer, como el diagnóstico de virus y otras afecciones (por ejemplo, ciertas enfermedades autoinmunes) y también esperan que algún día incluso se utilicen para administrar medicamentos que sirvan como tratamiento para enfermedades en lugar de una simple herramienta de diagnóstico.
La historia de las lentes de contacto se remonta aproximadamente al año 1508 en escritos de Leonardo da Vinci, que incluían instrucciones detalladas de la fabricación de un dispositivo ocular de contacto y su uso. Luego, la ciencia evolucionó desarrollando lentes de contacto de cristal, pruebas con grasas animales, nuevos desarrollos con plásticos, y sus posteriores mejoras con nuevos polímeros e hidrogel.
Hoy, las lentes de contacto se convierten en una plataforma tecnológica que no solo permite mejorar la visión de las personas, sino que posibilitarán diagnosticar enfermedades y administrar medicamentos de forma segura, indolora y rápida.
*Por Diego Pasjalidis, Director de Innovación & Negocios de STEFANINI Argentina. Miembro Fundador de Buenos Aires Tech Cluster Asociación Civil.