La pandemia ha cambiado radicalmente el mercado laboral y las prioridades de los trabajadores. Los empleados del futuro decidirán dónde trabajar en función de sus nuevas exigencias. Es por eso que la gran mayoría de las empresas ha comenzado a pensar a sus empleados como clientes y creen que, así como será necesario contar con un producto o servicio diferenciador, también lo será contar con puestos de trabajo lo suficientemente atractivos para reclutar nuevos talentos.
Gracias a la tecnología y a los cambios en las prioridades que generó la pandemia, el empleo dejó de ser una estructura rígida y ahora más que nunca debe adaptarse a las necesidades del empleado. Es por eso que surge el Smart Working, método que le brinda a los empleados la posibilidad de decidir no sólo desde dónde trabajar sino también cuándo y cómo hacerlo a través de herramientas que le permitan obtener mejores resultados en su ámbito profesional.
Dentro de este contexto, los empleados tienen cada vez más exigencias, entre las cuales se encuentran contar con beneficios que le den un valor agregado a su salario emocional además que el sueldo en sí, eliminar los antiguos puestos jerárquicos y dar lugar a sistemas más planos, obtener flexibilidad horaria que permita equilibrar la vida laboral con la personal, y trabajar por objetivos de forma remota desde donde el empleado quiera.
El smart working tiene impactos disruptivos que van mucho más allá de las ganancias de eficiencia en la empresa y afectan a la organización de los procesos, la esfera social y la sostenibilidad. Y es un raro caso de una «situación en la que todos ganan», lo que garantiza beneficios no solo para las principales partes involucradas, la empresa y los trabajadores, sino también para el medio ambiente.
La adopción del smart working en Argentina
Con el objetivo de conocer más sobre el smart working y su implementación en el país, Cuponstar, empresa líder en beneficios corporativos, realizó una encuesta a líderes de importantes empresas locales que han adoptado esta modalidad de trabajo la cual reveló que 7 de cada 10 argentinos consideran que el smart working podría salvar su permanencia en su trabajo actual y que 9 de cada 10 encuestados desearían realizar smart working o trabajar por objetivos ya que consideran que este método mejoraría su calidad de vida en el ámbito laboral.
A su vez, el 65% de los encuestados cree que la implementación del smart working en su empresa impactaría positivamente en su rendimiento laboral y casi el 55% de ellos considera que es una herramienta fundamental que ayuda a conciliar y generar un buen equilibrio entre su vida personal y familiar, es por eso que lo consideran un factor determinante a la hora de continuar en su actual trabajo. Además, el 30% considera que aplicando este método los colaboradores se vuelven más productivos.
Brian Klahr, socio fundador de Cuponstar aseguró que la pandemia generó que los empleados renueven sus exigencias con su empleador y por eso se consolida la tendencia. El empleador tiene que comenzar a confiar más en el trabajo por objetivos y no en la presencialidad. Y agrega: "Actualmente para los colaboradores, el sueldo no representa lo único importante a la hora de elegir un trabajo o permanecer en él. Contar con un proyecto atractivo y con beneficios que le den valor a su salario emocional serán la clave para atraer y retener talentos".
En conclusión, es un hecho que el empleo del futuro se enfocará en el trabajo colaborativo, en que el empleado pueda acomodar sus tiempos para cumplir los objetivos planteados, que pueda trabajar desde donde quiera y a través de cualquier dispositivo y en que tenga libertad para armar su camino profesional.
El Smart Working es también cultura corporativa
Smart Working no es solo «trabajar desde casa», requiere cambiar la cultura corporativa mediante la introducción de flexibilidad de horarios y lugares de trabajo, la autonomía, la delegación y el empoderamiento de las personas.
Es por eso que Smart Working nos ayuda a prepararnos para situaciones como las que nos exige la actualidad. Organizar una videoconferencia, compartir archivos y documentos, crear un grupo de discusión virtual y, sobre todo, poner a disposición una conexión rápida y segura, a prueba de piratas informáticos y una plataforma de comunicaciones y colaboración unificadas (UCC) tanto como sea posible «Universal», porque los clientes y socios pueden usar soluciones de comunicación muy diferentes.
En resumen, para beneficiarse plenamente de Smart Working, es necesario haber creado una «cultura» alrededor, pero el primer requisito previo es una base sólida de tecnologías para garantizar al personal un acceso seguro y remoto.