Luego de convertirse en uno de los mayores accionista de Twitter, el excéntrico multimillonario Elon Musk quiere comprar la red social por u$s46.500 millones, según mostró un documento presentado ante los reguladores estadounidenses.
Según trascendió, el propio Musk se comprometió a aportar u$s33.500 millones; estos incluirán u$s21.000 millones de capital y u$s12,500 millones de préstamos de margen, para financiar la transacción.
Por otro lado, diversos bancos, incluido Morgan Stanley, acordaron proporcionar otros u$s13.000 millones en deuda garantizada contra el propio Twitter, según el documento. No obstante, desde Twitter, ningún vocero accedió hacer comentarios hasta el momento.
Twitter no le responde a Musk
Este movimiento por parte de Musk se produce después de que la red creada por Jack Dorsey no respondiera a su oferta y adoptara la estrategia de la "píldora venenosa"; ya que con esto intentó frustrar el esfuerzo del multimillonario de comprar la plataforma preferida de fundador de Tesla, por u$s43.000 millones.
Según plabras de Musk, el magnate se autodescribe como un "absolutista de la libertad de expresión"; y además cree que la red socual debe privatizarse para crecer y convertirse en una plataforma donde prime la libertad de expresión.
El plan de Twitter para detener a Musk
La maniobra a utilizar por Twitter se denomina "píldora venenosa", una técnica que va a emplear el consejo de administración de Twitter, según se anunció el viernes, para defender a la empresa contra la oferta de Elon Musk de comprarla por 40.000 millones de euros.
La píldora venenosa, más conocida como plan de derechos de los accionistas, esencialmente devalúa cada acción de una empresa aumentando el número total de acciones, lo que hace más difícil que cualquier persona o grupo adquiera todas las acciones de una empresa.
Musk posee ahora el 9,1% de la empresa, con 73,1 millones de acciones, según el Wall Street Journal. En su comunicado de resultados más reciente, la compañía informó de 797,6 millones de acciones en circulación para el año que terminó el 31 de diciembre de 2021.
Twitter dijo el viernes que su plan de derechos de los accionistas entraría en vigor para otros accionistas si cualquier "entidad, persona o grupo" (léase Musk) obtuviera más del 15% de las acciones en circulación de Twitter. Según el plan, los accionistas actuales podrían entonces comprar más acciones con un descuento, lo que supondría una participación menor para quien -Musk, en este caso- posea una participación del 15%.
En términos más elevados: "Es una medida de defensa por parte de los consejos de administración para aumentar la cantidad de acciones y/o dar un descuento a los accionistas actuales para que sea cada vez más difícil para un potencial adquirente ir tras la compañía porque es prohibitivamente caro", ha dicho Daniel Ives, director gerente de Wedbush Securities.
Twitter anunció que emplearía la táctica tras el consentimiento unánime del consejo y volvió a calificar la oferta de Musk como "una propuesta no solicitada y no vinculante". Twitter había sido durante mucho tiempo un objetivo para este tipo de cosas con la salida del ex-CEO Jack Dorsey en noviembre de 2021, agrega Ives.
"Había una oportunidad de golpear mientras el hierro está caliente", ha explicado.
Reuters informó el viernes de que Thoma Bravo, una firma de capital privado y de compras, ha comunicado a Twitter su interés en presentar una oferta competitiva para comprar la compañía.
Pero Ives cree que la táctica de Musk podría tener éxito, aunque Musk y Twitter podrían acabar luchando en los tribunales, indicó Business Insider España. "Creemos que Musk va a terminar siendo el dueño de Twitter al final de este culebrón", concluye.