El uso de drones en un conflicto armado no es una novedad en sí misma. En los últimos años, han surgido pruebas que evidencian su empleo en la Guerra civil Siria o en la guerra de Nagorno-Karabaj entre Azerbaiyán y Armenia de 2020. Lo que sí es una novedad es la utilización de la tecnología de la inteligencia artificial en estos aparatos para identificar objetivos militares, según publica Wired.
Tradicionalmente, los drones son pilotados por una mano experta dentro de una sala de control o lugar seguro a kilómetros de distancia. Ucrania, por ejemplo, lleva algo más de 2 semanas utilizando con gran efectividad drones turcos TB2 de bajo coste para golpear las débiles líneas de suministros rusas para ralentizar su avance, según Associated Press.
Sin embargo, Rusia habría dado un paso más allá en esta tecnología militar. Wired recoge que se estarían desplegando en el frente un modelo de drones con la capacidad de identificar objetivos enemigos a través de la inteligencia artificial.
Varias imágenes compartidas en Telegram y Twitter indican la presencia de los drones autónomos Kub-Bla desarrollados por Zala Aero Group, compañía subsidiaria del gigante armamentístico Kaláshnikov. El Kub-Bla es un modelo de dron con capacidades de combate letales con un tipo de "munición rastreadora", 1,2 metros de envergadura y con unos 3 kilos de explosivos que se detonan al impactar contra un objetivo localizado por el propio dron.
Pero, hasta el momento, solo han aparecido imágenes en las que se mostraría este aparato autónomo dañado por un impacto fallido o tras ser derribado.
El uso de drones no es nuevo
Para poner en marcha este dron, únicamente se necesitaría una plataforma de lanzamiento portátil, como recoge la propia compañía en su sitio web. Vuela a unos 130 kilómetros por hora durante unos 30 minutos antes de caer.
Zala decía en un evento en Rusia en 2019 que se trata de un dispositivo "inteligente que detecta y reconoce de objetos por clase y tipo en tiempo real", recoge Wired.
Los drones llevan más de una década en funcionamiento en el apartado militar, pero nunca habían aparecido de forma autónoma en el frente de batalla. La guerra de Nagorno-Karabaj ponía de manifiesto que, en gran parte de los conflictos armados modernos, este tipo de aparatos pueden otorgar una ventaja estratégica en el terreno.
"Un robot asesino que une la inteligencia artificial y las armas es una tecnología que ya está aquí y ya se está utilizando", comparte a Wired Zachary Kallenborn, investigador afiliado al Consorcio Nacional para el Estudio del Terrorismo y las Respuestas al Terrorismo (START, por sus siglas en inglés).
A pesar de que las imágenes, que aún no han sido verificadas por fuentes oficiales, muestran estos aparatos inoperativos tras haber sido derribados o fallar su objetivo, no existen pruebas fehacientes que indiquen de manera clara y manifiesta que Rusia está usando los drones como elemento de fuerza letal.
Los drones inteligentes ya estarían desplegados y en uso
Armas autónomas
Uno de los retos de las armas teóricamente autónomas es que pueden ser difícil determinar si se están empleando de forma 100% autónoma con un objetivo letal, explica Kallenborn.
Samuel Bendett, experto en las fuerzas armadas rusas del think tank de defensa CNA, apunta que son una "alternativa extraordinariamente barata" a las clásicas misiones de control aéreo con cazas. Suponen una ventaja doble: militar y psicológica; no se los oye, ni se los ve.
Por si fuera poco, Estados Unidos anunciaba esta misma semana que suministrará munición merodeadora a Ucrania, según The Washigton Post.
Entre otras armas, el gobierno estadounidense pretende dar los drones Switchblade para ayudar a la defensa. Estos pequeños aparatos, que apenas cabe en la palma de la mano, contienen una carga explosiva, cámaras y un sistema autónomo limitado, indicó Business Insider España.