Empanadas, milanesas y asado. Tres clásicos que figuraban históricamente entre los preferidos de los argentinos hoy resignan algo de protagonismo ante el avance vertiginoso de la comida plant based que, a fuerza de tecnología, inauguran lo que se denominan los alimentos 4.0.
La tendencia, iniciada hace una década por empresas del Silicon Valley, replica con vegetales la experiencia (aroma, sabor, color, mordida) de platos con ingredientes animales. Apunta a tres pilares:
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Salud: estudios aseguran que la ingesta desmedida de carnes promueve la aparición de enfermedades crónicas, como diabetes y afecciones coronarias
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Ecología: la cría de ganado demanda un uso intensivo de tierras y agua para forraje y domesticación. Además, la digestión de los rumiantes genera gases de efecto invernadero
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Filosofía: muchas personas buscan evitar el sufrimiento y la explotación de animales
No se trata de una moda. De hecho, los mayores magnates, celebrities y deportistas están invirtiendo en empresas foodtech (acrónimo de comida y tecnología), ya que consideran que será la alimentación del futuro:
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Bill Gates: en Just e Impossible Foods
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Jeff Bezos, Roger Federer y Lewis Hamilton invirtieron en la chilena NotCo, que ya vale u$s1.500 millones
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Marcos Galperin invirtió en Frizata
Más allá de la visión a largo plazo, la tendencia ya explotó en el país. Surgieron jugadores que buscan su lugar en un mercado global de u$s80.000 millones y que promete duplicarse en dos años.
Los alimentos 4.0 crecen a ritmo exponencial
"La tasa de crecimiento del mercado de alimentos basados en plantas muestra que el mercado se duplica año a año", afirman a fuentes del retail consultadas por iProUP, y remarcan dos cifras a tener en cuenta:
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Uno de cada cuatro argentinos ya es flexitariano. Es decir, sigue una dieta principalmente vegetal y ha reducido la ingesta de carnes, lácteos y huevos
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Uno de cada diez menor de 40 años es vegetariano o vegano
El repunte, tanto de la demanda como de la cada vez más abultada oferta, motivó la creación de la Asociación Argentina de Alimentos Basados en Plantas, con casi un centenar de firmas. Francisco Piñeiro, CEO de Casa Vegana y presidente de la entidad, asegura a iProUP que "esta industria viene creciendo al 60% anual promedio", en los dos sectores que movilizan este mercado:
- Análogos: réplicas de hamburguesas, leches y carnes
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No análogos: medallones, nuggets y otras preparaciones más "saludables" (carecen de aditivos)
Su empresa es la que más vende (cerca del 30% del mercado) en el segundo ítem, mientras que en el primero se destacan la chilena NotCo y la local Felices Las Vacas, esta última con un catálogo mayor: incluye quesos, alfajores, haburguesas y nuggets en versión 4.0.
Los nuggets veganos son algunos de los alimentos más demandados.
"Venimos creciendo a triple dígito en los últimos años", confía a iProUP Matías Latugaye, country manager de NotCo Argentina. Asegura que la firma duplicó su portfolio (lanzó hamburguesas y nuggets símil pollo), mejoró su línea y selló alianzas con locales gastronómicos.
Según el directivo, en el mercado local hubo una expansión "de todos los verticales", pero especialmente "los sustitutos de carne y bebidas vegetales que duplicaron su facturación".
En el mismo sentido, desde Frizata, foodtech rosarina "todo en uno" que fabrica, vende y reparte sus productos, tiene una categoría Fri (sin carne) que mostró un repunte exponencial, con una fuerte expansión de sus empanadas: la venta se incrementó cinco veces. Acaba de lanzar sus nuggets 100% plant based (antes tenían lácteos y huevos) y planea hacer lo propio con su Friburger.
Como muestra de este mercado en alza, Beyond Meat, la foodtech que cotiza desde el año pasado en Wall Street, también llegó a la Argentina, de la mano del mayorista POSTA, que primero abasteció durante noviembre sólo a la renombrada cadena Williamsburg y luego a otros restaurantes.
"Soy distribuidor del food service (gastronomía) hace 20 años y obtuvimos la representación para Argentina. Luego de un año de autorizaciones sanitarias, pudimos vender este producto que es de elite: es caro a comparación de las NotCo, que es el benchmark (parámetro) del mercado", confía a iProUP Matías Blajman, CEO de Posta.
Las hamburguesas sin carne son otra de las grandes "estrellas" de este mercado.
En efecto, el par de medallones cuesta $1.090, contra $650 que vale el paquete de cuatro NotBurger. Aunque los productos de Beyond, al ser importados desde EE.UU. no tienen stock permanente ya que, reconoce el ejecutivo, "tienen fechas de entrega muy largas" ante la demanda mundial.
Posta introdujo gran parte de la línea del gigante estadounidense: hamburguesas, albóndigas, carne picada y nuggets. Además del canal gastronómico, vende sólo a través de su página web y su tienda en Mercado Libre.
La tendencia también se registra en los principales supermercados. Acaso el caso más resonante es el de Coto, reconocido por su tradición en cortes vacunos y por haber nacido como una cadena de carnicerías: tiene los alimentos plant based identificados en sus góndolas físicas y online.
"Esto responde a una estrategia: el consumidor está en el centro de las decisiones y a través de sus nuevas preferencias impulsa a las empresas a realizar innovaciones", remarcan desde Coto, que vende productos de Notco, Felices las Vacas y bebidas vegetales de La Serenísima, entre otros.
Presente y futuro
Agustín Belloso, CEO y cofundador de Tomorrows Foods, firma de Pergamino que crea sistemas proteicos a base de legumbres y son el ingrediente vital de los alimentos 4.0, señala a iProUP que la pandemia potenció el cambio de mentalidad: "Puso en agenda la salud y sostenibilidad. Muchos frigoríficos se están concibiendo como proveedores de proteínas, sean vegetales o animales".
En efecto, la brasileña Marfrig, principal productora mundial de carne y dueña en Argentina de la marca Paty, creó junto con el gigante estadounidense ADM la startup PlantPlus Food, que provee la hamburguesa 4.0 a Burger King Argentina.
"Somos líderes en calidad de alimentos y es parte de nuestro compromiso 'comida real para gente real' para renovar nuestro portafolio y llegar al 90% de productos sin conservantes, saborizantes ni aromatizantes artificiales", confía a iProUP Nicolás Iribarne, director de Marketing de Burger King.
Piñero Pacheco analiza que el "volantazo" de las alimenticias tradicionales "muestra la potencia de este segmento. Algunas marcas lograrán ganar el respeto de los consumidores y otras no tanto".
Frizata es una de los principales exponentes locales.
"Yo le proveo a varias decenas de pollerías y carnicerías. Nos llaman al ver que nuestros productos ya son comercializados por sus competidores, ya que los comen todos los que quieren diversificar su dieta", confía el CEO de Casa Vegana.
Más allá del plano local, las foodtech argentinas ya están captando también el interés de los grandes inversores y hasta están exportando.
Frizata recibió una aporte de u$s5 millones, del que participó Marcos Galperin y el fondo SP Ventures. "Estamos trabajando nuestra próxima ronda de aproximadamente u$s15 millones para la la expansión y consolidación internacional de la marca", revela Robledo.
Casa Vegana también está atrayendo capitales para reforzar su internacionalización. Según Piñero Pacheco, está avanzando en México y España y los fondos permitirán fortalecer su lineal de análogos. En tanto que Felices las Vacas, otra de las marcas locales históricas, ya está vendiendo a Estados Unidos y busca ingresar en Uruguay y Chile.
"Estamos abiertos a inversiones privadas o públicas", confía a iProUP su CEO Roberto Cantoli, quien asegura que ya cuentan con 60 productos y esperan sumar otros diez y replicar su sistema de distribución propia de refrigerados en el Interior del país y en Chile.
Además, revela otro desafío, que será el de "terminar el desarrollo de la carne cultivada en laboratorio. Un cambio de paradigma para la fabricación de productos alternativos sin sufrimiento animal".
Tomorrow Foods se hizo de u$s3,2 M en una ronda de la que participaron GridX, una de las principales aceleradoras de biotecnología; y Blue Horizons, fondo neerlandés líder en foodtech que apostó por primera vez a una firma sudamericana. El dinero se destinó a un centro de Investigación y aumentar la tracción comercial de sus sistemas de proteína vegetal como soluciones para la industria.
Hoy, la empresa provee hamburguesas y mayonesas vegetales a decenas de locales gastronómicos de Capital y Conurbano. Además, se expande con soluciones "marca blanca" para la industria alimenticia en Uruguay y avanzar en Perú, Chile y Brasil.
"Ofrecemos a las empresas una solución integrada, para lanzar un producto muy rápido y con la mejor formulación, acortando el timing y bajándole el riesgo a la innovación", señala Belloso, quien agrega que ofrecen productos marca blanca a los restaurantes y startups.
Una de las recientes es D'Raiz, cuyo CEO, Bruno Tasselli, dice a iProUP : "En menos de un año duplicamos la tasa de crecimiento mes a mes". Adelanta que ultiman la llegada a los supermercados con hamburguesas, albóndigas y carne picada a base de arvejas. Además, buscan inversores para "mejorar la producción, aumentar volumen y ampliar la presencia en Argentina y países limítrofes".
El tema de la inversión se repite entre los players, aunque el panorama macroeconómico local parece no ser muy amistoso. Sin embargo, el sector se reunió con representantes del Gobierno.
"Nos recibieron en el Ministerio de Producción y trabajamos sobre créditos y aportes no reembolsables que probablemente salgan este año. También para ir a ferias internacionales y participar de misiones comerciales, pero la mayoría somos Pymes y no tenemos ese tipo de recursos", remarca Piñero Pacheco.
Remarca que "el país tiene una enorme oportunidad para exportar productos y conceptos: el emprendedor argentino se destaca por sus innovaciones y desarrollo. Con inversiones mínimas, tenemos productos que se le paran mano a mano a Beyond Meat".
Belloso coincide en que Latinoamérica "tiene sistemas de producción sustentables y eficientes, además de un gran ecosistema emprendedor en biotecnología. Estamos ayudando a bajar costos". El sector no lo duda. La crisis de la pandemia es una oportunidad de apalancar localmente un negocio global. Y que la Argentina sea el granero del mundo, pero en versión 4.0.