Sin duda toda persona sabe el proceso que conlleva el pedido de una hipoteca. Sin embargo, los tiempos cambian y se conoció que se ha concedido una hipoteca para la comprar de un terreno en el metaverso, lo cual implica que es un terreno virtual y que, teóricamente, no existe.
Según publicó el sitio de Business Insider, se están concediendo las primeras hipotecas a clientes que adquieren terrenos virtuales en el metaverso. En el caso que nos ocupa, la firma TerraZero Technologies, especializada en este tipo de producto, habría concedido una hipoteca a un cliente que ha adquirido una "parcela" en Decentraland.
Un negocio millonario
Esta plataforma de realidad virtual está compuesta por 90601 parcelas y gestiona sus propiedades mediante la criptomoneda ethereum. Por otro lado, desde la propia firma comentaron: "una nueva economía está emergiendo y queremos facilitar la expansión en ella de emprendedores a través de productos que se encuentran en el mundo real (sic)".
No obstante, se debe comprender que la aparición de las hipotecas virtuales ha sido consecuencia de un mercado que se ha disparado. Se estima que, solo en 2021, la transacción de parcelas en el metaverso superó los u$s500 millones. Y en este mercado, al igual que en el real, no cuesta lo mismo un apartamento en Manhattan que otro en barrio de la periferia: una parcela en Decentraland ostenta el récord al haberse vendido por la friolera de u$s2,43 millones.
Tierra virtual como NFT
La idea de gastar miles o incluso millones de dólares para comprar una "tierra" ficticia en un mundo virtual suena absurdo para muchos. Pero en los últimos meses, surgieron inversiones gigantes en terrenos virtuales dentro del metaverso.
En este contexto, una persona compró recientemente por u$s 450.000 una parcela de tierra en Snoopverse, un mundo virtual que el rapero Snoop Dogg desarrolla actualmente dentro de The Sandbox. Mientras tanto, Metaverse Group, una empresa de bienes raíces enfocada en la economía del metaverso, compró un terreno en Decentraland por u$s2,43 millones.
Ya existen varios metaversos, por ejemplo, en plataformas de juegos virtuales como The Sandbox y mundos virtuales como Decentraland. De la misma manera que un sitio web es parte de la red mundial 2D más amplia, los metaversos individuales formarán un metaverso conectado más grande.
Es importante entender que, como en el mundo real, es y será cada vez más posible comprar cosas en el metaverso, incluidas las propiedades inmobiliarias.
Las transacciones en el mundo virtual generalmente se monetizan utilizando criptomonedas. Aparte de las criptomonedas, los NFT son el método principal para monetizar e intercambiar valor dentro del metaverso.
Para garantizar que los bienes raíces digitales tengan valor, la oferta es limitada, un concepto en economía llamado "valor de escasez". Por ejemplo, Decentraland se compone de 90.000 piezas o "parcelas" de tierra, cada una de aproximadamente 50 pies por 50 pies.
El valor de los bienes raíces virtuales sigue en aumento constante. En junio de 2021, un fondo de inversión en bienes raíces digitales llamado Republic Realm supuestamente gastó el equivalente a más de u$s 900.000 para comprar un NFT que representa una parcela en Decentraland.
Según DappRadar, un sitio web que rastrea los datos de ventas de NFT, fue la compra más cara de terrenos NFT en la historia de Decentraland.
Pero luego, en noviembre de 2021, el Grupo Metaverse compró su terreno en Decentraland por u$s2,4 millones. El tamaño de esta compra fue en realidad más pequeño que el anterior: 116 parcelas de tierra en comparación con 259 compradas por Republic Realm.
Se pagan millones por terrenos virtuales en Decentraland
No es solo que Decentraland esté viendo apreciaciones. En febrero de 2021, Axie Infinity vendió nueve de sus parcelas de tierra por el equivalente a u$s1,5 millones, un récord, resaltó la compañía, antes de que una parcela de tierra se vendiera por u$s2,3 millones en noviembre de 2021.
Si bien los valores suben de forma exponencial, es importante reconocer que la inversión inmobiliaria en el metaverso sigue siendo extremadamente especulativa. Nadie puede estar seguro de si este auge es el próximo negocio o la próxima gran burbuja.