El negocio de Rappi en Argentina va mucho más allá del delivery de comidas.
La empresa colombiana ya sumó el envío de dinero y los pagos QR a su plataforma, y el próximo paso sería la movilidad, ya que quiere ser la primera empresa en ofrecer en el país un servicio de alquiler de scooters (monopatines).
En la actualidad, varias automotrices trabajan para sumarse a un mercado que va en alza en todo el mundo. Los planes para traer este concepto a Argentina son muchos, pero hasta ahora las certezas son pocas.
Rappi atenta a las posibilidades que este negocio aportaría a sus operaciones en el país, ha decidido adelantarse y "marcar la cancha", siendo la primera en disponer de scooters en las calles de Buenos Aires.
Matías Casoy, CEO de la empresa, confirmó que el servicio de alquiler llegará al país a mediados de 2019. Se trata de la misma propuesta que ya ofrece en varios mercados de la región y que esta semana inició sus operaciones en Uruguay.
Tal como adelantó iProUP, Rappi ofrecerá en el país los servicios de su aliada Grin, una startup mexicana que brinda alquiler de monopatines eléctricos.
"Se lanzará cerca de mitad de año en la Argentina", afirman a iProUP desde Rappi. El plan contempla la utilización de shoppings y zonas comerciales como puntos de retiro y devolución de los scooters.
Al igual que ocurre con las terminales de alquiler de bicicletas del Gobierno de la Ciudad, los monopatines podrán ser alquilados en distintas estaciones distribuidas a lo largo de la capital.
Los scooters se desbloquean mediante un código QR y se utilizan todo el tiempo que lo necesite el usuario. Luego, se devuelven a la estación más cercana, donde se recargan las baterías.
El costo por el uso de estos vehículos incluyen una tarifa base por el alquiler más un costo extra por kilómetro. Por ahora, estos valores no fueron revelados.
Rappi aterrizó en febrero de 2018 en la Argentina y, desde entonces, registró un crecimiento superior al 30% mensual según datos de la propia compañía.
"Fue por lejos el país en el que más éxito tuvo entre los que se lanzó, ya que llegó para dar una solución al modelo de delivery que existía hasta ese momento", explicó a iProuP Matías Casoy, gerente general de Rappi Argentina.
En su primer año de operaciones en el mercado local, registraron más de u$s30 millones en ingresos. Para 2019, la empresa espera trepar hasta los u$s150 millones.
Rappi: a todo motor
El sistema es sencillo: el usuario debe encontrar la "estación Grin" más cercana a través de la app (disponible para Android e iOS). Luego, mediante el escaneo con el celular de un código QR, se destrabará el vehículo y podrá utilizarse.
El servicio se pagará con la tarjeta asociada a la aplicación y el precio final tendrá un esquema similar al de los taxis: una tarifa base (equivalente a la "bajada de bandera") más un importe por kilómetro recorrido.
Rappi podrá aprovechar su cartera comercial (restaurantes), para que se conviertan en "puntos Grin": los negocios recibirán a cambio parte de las ganancias por ofrecer espacio y recarga a los monopatines.
La movida de la startup colombiana se enmarca dentro de su estrategia de diversificar su negocio más allá del delivery. De hecho, en la Argentina, ya incursionó con servicios fintech.
"Sumaremos el vertical 'Rappi Cash', para que el usuario pida dinero a domicilio", había adelantado a iProUP Matías Casoy, gerente general de la firma en el país. El servicio está ya está disponible desde esta semana en la aplicación.
Asimismo, la compañía lanzó a principios de año sus pagos con QR, servicio que ya cuenta con "400 comercios en Buenos Aires en los que se puede abonar con RappiPay y recibir un regalo a cambio", según afirmó Casoy.
Rappi es una de las empresas de mayor crecimiento a nivel regional. En el país, registró incrementos de 25% mensual en repartos y superó el medio millón de pedidos sólo en diciembre.
Además, tiene con qué financiar su expansión en la región: lleva recaudados casi u$s400 millones, con aportes de fondos de riesgo reconocidos a nivel global, como Sequoia Capital y Andreessen Horowitz.
Incluso, en su última ronda, consiguió u$s220 millones para apalancar sus negocios en las principales plazas de Latinoamérica, incluyendo a la Argentina.