"Sólo hace falta abrir la puerta del freezer, agarrar lo que quieras y se terminó". Así define a sus frozen point Martín Grosbard, Director de Qüem, una empresa de alimentos congelados que está en el mercado desde 2014. La nueva unidad de negocios consiste en freezers inteligentes y autónomos que utilizan Inteligencia Artificial.
El comprador, a través del teléfono celular, escanea el código QR y solamente toca el botón que dice "abrir Puerta" para elegir los productos que desea llevarse. Una vez que cierra el freezer se genera la transacción económica.
"El dispositivo reconoce todos los movimientos y lo que estás retirando de adentro del equipo y crea un ticket electrónico que se te envía por mail. No es necesario tener ninguna aplicación, simplemente se escanéa el código con la cámara de cualquier celular", asegura Grosbard a iProUP.
Además, señala: "La primera vez es la única en la que hay una vinculación: te va a pedir nombre, apellido, correo electrónico y los datos de la tarjeta de crédito o débito (de hecho se pueden guardar varias). Una vez que te vinculás ya podés operar y usar cualquiera de los frozen points sin necesidad de volver a validar tu identidad".
"Lo único que no registramos y sí se te pide en cada operación es el código de seguridad de la tarjeta porque por ley no podemos guardar esos datos. Por el resto, sólo se trata de escanear el QR, elegir con qué tarjeta pagás, ingresar el código de seguridad y sacar lo que quieras".
El director recuerda que "la idea surgió hace unos tres años en una charla con un conocido que hoy es nuestro partner tecnológico (de la empresa Intuitivo) que nos da soporte. Ellos estaban desarrollando esta tecnología y nosotros quisimos volcarla a nuestro modelo de negocio. Llevó tiempo e inversión pero después de tres años pudimos lanzarlo e instalarlo en condominios, por ejemplo. Aunque estamos en una etapa de aprendizaje está funcionando muy bien respecto a la usabilidad y a cómo responde y se adapta la gente".
Martín Grosbard lleva invertidos más de u$s100.000, entre tecnología, desarrollo y equipamiento. Según aseguran desde la empresa, un frozen point con buena ubicación puede llegar a facturar más de $2.000.000 por mes.
"Me parece que el mundo va hacia ese lado", asegura el ejecutivo, quien agrega que que "el futuro del retail en el mundo está yendo hacia operaciones más inmediatas: cada vez tenemos menos ganas de hacer filas o de estar esperando para pagar"
En este sentido, resalta que "es una comodidad muy grande poder comprar en la puerta de tu casa, porque esto puede estar en el ingreso de tu edificio, en el SUM de un barrio cerrado o en una empresa. Te permite no tener que trasladarte ni depender de una app de delivery. También podés conseguir algo a las tres de la mañana, cuando todo está cerrado".
Además, resume: "Simplemente abrís la puerta del freezer y sacas lo que quieras: algo para comer, un antojo, algo dulce, etc. Es un cambio cultural que se está haciendo realidad: cada vez más vamos hacia la situación de inmediatez, lo quiero ahora o lo necesito ya, vas y lo agarrás".
Grosbard también se refiere a la experiencia de consumir de esta manera en relación a otros esquemas de negocio: "El supermercado tiene esto de que son grandes superficies donde tal vez para buscar algo que tenés ganas de comer tenes que caminar un montón, hacer la fila, esperar que te cobren. Es un tiempo que a veces no estás dispuesto a usar para eso", asegura.
Según el empresario, el de los frozen points "es un modelo que se puede escalar fácilmente. De hecho, ya estamos trabajando en eso. Y es exportable. Estamos haciendo negociaciones para hacerle el desarrollo a una empresa del exterior, haciendo el desarrollo tecnológico acá en Argentina y luego hacer el montaje allá", revela.
Mientras tanto, en Argentina, hasta el momento Qüem cuenta con 20 unidades y trabaja en producir 30 más. "Estamos desarrollando este modelo de negocio en diferentes zonas de Capital y Gran Buenos Aires pero la idea es el año próximo poder llegar al interior del país".
"Ya hay muchas marcas que nos han contactado. No es sencillo desarrollar el catálogo porque lleva tiempo, pero creo que para el año que viene podemos apuntar a las 200 unidades", concluye.