"Sos el dueño de tu información bancaria y libre de dársela a quien quieras. La competencia entre bancos y fintech por retenerte bajará tus costos y mejorará los productos que usas".
La propuesta es más que atractiva. Así sintetizan los expertos al open banking o "banca abierta", un sistema obligatorio en Europa, Australia, México y Brasil, que busca abrirse camino en Argentina.
"En el open banking, los bancos deben abrir la información financiera que poseen sobre sus clientes si éstos así lo consienten, para que terceros desarrollen aplicaciones y ofrezcan servicios mediante el uso de esos datos", explica a iProUP Daniel Levi, socio del Estudio Beccar Varela.
Según el experto, esta modalidad permite "desarrollar aplicaciones para agregar cuentas, iniciar pagos bancarios desde billeteras no bancarias, enriquecer scorings crediticios, comparar precios y comisiones de productos financieros y fomentar el cross-selling, entre otras soluciones".
"Imaginemos a un individuo que durante 15 años operó con cierto banco y quiere que esa entidad le brinde su historial a una fintech o segundo banco para que puedan hacerle una oferta competitiva. Hoy, eso es imposible: el cliente no sabe qué información está siendo recopilada sobre su comportamiento, vínculo y operación con su banco, no tiene acceso a ell y, por ende, no la puede compartir con otros jugadores del mercado", advierte a iProUP Salvador Calogero, director de Expansión y Nuevos Negocios de Wenance.
Eugenio Bruno, abogado especialista en temas financieros, señala a iProUP que "esta práctica parte del supuesto de que los datos son propiedad de los clientes y no de las entidades financieras. En consecuencia, pueden disponer de los mismos mediante una instrucción a los bancos".
El usuario, en el centro
La magia de la banca abierta se basa en las Interfaces de Programación de Aplicaciones (API), que no son más que "conectores" entre los sistemas de los bancos para que terceros puedan realizar acciones. Así, por ejemplo, la billetera de una fintech podría disparar el pago de una factura usando el saldo en una cuenta bancaria.
"En Europa, la legislación que convierte en obligatorio al Open Banking se conoce como PSD2 y se apoya en que no cualquiera puede compartir datos ni de cualquier forma, y el que los recibe necesita una certificación", explica a iProUP Mariano Flores, gerente general de Banco VOII.
Desde Mercado Pago comentan que "se trata de una tecnología que permite conectarse con las necesidades financieras de los clientes basadas en múltiples datos en tiempo real".
"Hoy es usada por varios bancos para dar servicios. También empresas, como pago a proveedores o cobro a clientes", agregan. Por ejemplo, las dos principales redes de cajeros (Link y Prisma) ofrecen esto a sus usuarios.
Schiuma resalta que "el intercambio de información siempre ocurre con total seguridad: los datos están accesibles sólo para aquellas entidades a quienes las personas autoricen".
Hanna Schiuma, VP of Community & Wealth de ank, remarca a iProUP "otra ventaja, tanto para bancos como fintech: tener mayor información financiera de las personas, como historial crediticio, deudas y hábitos de consumo, para optimizar los sistemas de evaluación y administrar los riesgos asociados".
Sin embargo, el Open Banking tiene detractores que ponen paños fríos porque piensan que atenta contra la seguridad de los datos personales.
Julieta De Ruggiero, de Tavarone, Rovelli, Salim & Miani, afirma a iProUP que "en Argentina rige una Ley de Protección de Datos Personales con standards internacionales. Está muy regulado por el Banco Central y la Unidad de Información Financiera, por lo que los bancos quedarían muy expuestos a sanciones y daños ocasionados a sus clientes al compartir esta información con terceros".
Pero desde Ualá insisten en que "cambia el paradigma respecto de quién es dueño de los datos, dándole el poder a los usuarios en lugar de a las empresas".
Bancos vs. Fintech
Schiuma remarca que "la posibilidad de comparar todos los productos financieros disponibles generará mayor competencia entre las entidades financieras.
"En la práctica, los usuarios no son propietarios de sus datos, sino que los bancos concentran ese poder que los vuelve dueños del negocio, en detrimento de otros actores, como las fintech", plantea a iProUP Matías Torres, CEO & Cofounder de iKiwi.
Por ello, afirma Levi, "la primera reacción de las entidades tradicionales frente a este modelo es la de oponerse, porque sienten que sus competidores les roban información y les vulneran los sistemas".
El Open Banking permite a través de API que el usuario comparta información bancaria con otras apps
"Sin embargo, a la larga, muchas lo terminan viendo como una oportunidad de negocio para ofrecerse como puerta de entrada al sistema financiero, ya sea para fintechs u otras empresas que quieran conectarse", indica Levi.
Para Torres, "existe mucha hipocresía ya que, desde hace tiempo, se pasan la pelota entre los reguladores y los bancos, porque esta iniciativa atenta contra su control del negocio". No obstante, Sebastián Martínez Álvarez, gerente de Transformación Digital de Banca Minorista de ICBC, asegura que "el enfrentamiento bancos-fintech es una discusión zanjada".
"Hoy es bancos más fintech. Muchas veces conviene abrir un proceso de tercerización con una fintech como el que se realizó con ICBC Mall. De todos modos, cuando hay competencia, debe ser equitativa y justa", dispara el ejecutivo del ICBC.
Por su parte, desde Mercago Pago señalan que "el mundo de pagos y el sistema financiero tienen espacio suficiente para muchos jugadores: el objetivo es ganarle al efectivo. Hay lugar para varios players, de todos los tamaños y de nicho, que se pueden concentrar en una parte del negocio y ser incluso mejores ahí".
Desde el unicornio agregan que la experiencia será vital. "Las diferencias vendrán dadas en gran medida por lo que los consumidores demanden y necesiten. La batalla es por ganar la atención del usuario, con mucho producto, con propuestas de oferta y conveniencia, confianza, agilidad, seguridad", adelantan.
¿Quiénes ganan y quiénes pierden con el open banking? "Los primeros claramente son los clientes que van a recibir una oferta más competitiva, personalizada y acorde a su realidad. Para saber quiénes son los segundos, habría que preguntarse quiénes preferirían no compartir su información. En ese grupo entran algunas entidades muy grandes que por muchos años no tuvieron que hacerlo y que se beneficiaron de una posición dominante en el mercado", señala Calogero.
Francisco Chaves, gerente de Relaciones Institucionales de BKR, va más allá y anticipa a iProUP : "El modelo del futuro será manejado por las fintech en el frontend y los bancos en el backend" y plantea una una analogía simple: "No se necesita ser dueño de un campo para hacer agricultura".
¿En Argentina, hay Open Banking?
Si bien el Banco Central no reguló el open banking, algunas entidades ya ofrecen algunos servicios relacionados de Bank-As-A-Service o BaaS (banca como servicio).
"Si bien ya hay casos, son entre los mismos actores, como MODO y ank, en el que los bancos son dueños de estas aplicaciones y comparten entre ellos sus API. En la práctica, Argentina no tiene una política de open banking real y no se vislumbran cambios en el corto plazo", protesta Torres.
"A nivel nacional, algunas entidades están adoptando este protocolo, si bien es un paso previo: ciertos datos, como el límite de una tarjeta o la capacidad de endeudamiento son información disponible para la comunidad de usuarios", revelan desde Ualá.
La interoperabilidad del QR y el CVU son avances en la misma dirección del open banking
Según Levi, el problema es que "no se aprobó un marco legal específico para implementar un modelo de open banking en el país, por lo que el mercado se ha venido desarrollando libremente con algunas pocas iniciativas privadas".
No obstante, el experto remarca que "tampoco es cierto que Argentina no cuenta con ninguna regulación al respecto: se aprobó Transferencias 3.0, una típica regulación de open banking para los pagos instantáneos que debe estar completamente implementado en noviembre".
Chaves asegura que "las tres acciones más importantes en el día a día de las finanzas personales se dividen en pago, ahorro y crédito. Hubo varios avances, con soluciones líderes en la región como el CVU, transferencias inmediatas y el QR interoperable".
Pero Ualá alerta que "todavía resta que se avance en una normativa concreta para lograr la interoperabilidad, algo fundamental a la hora de pensar en innovación e inclusión financiera".
Juan Pablo Bruzzo, CEO y fundador de Moni, asegura a iProUP que "hoy el foco está en otros problemas, porque para llegar al Open Banking, el sistema tiene que tener madurez. Brasil ya hace años que trabaja con el QR interoperable. Esto es una piedra fundamental que en Argentina tiene una implementación parcial todavía".
Por su parte, Martín Mazza, CEO y fundador de Pago 46, coincide con su colega y agrega a iProUP que "hasta el momento, se avanzó más en la accesibilidad de las transferencias inmediatas, 24/7 y sin costos, que en otros países está lejos todavía".
La legislación que atrasa
Según Levi, existen tres aproximaciones legales la Open Banking:
- Obligatorio: Europa, Australia, Brasil y México
- Voluntario o mediante recomendaciones: Asia
- Libre mercado: Estados Unidos
"El Banco Central Europeo obligó a los bancos de cada país a poner a disposición los datos de los usuarios bajo la premisa que el individuo es el dueño, mientras que en EE.UU. algunas entidades comenzaron a ofrecer soluciones en esa línea y generando colaboración entre bancos y otros actores", añade Schiuma.
En Argentina, "los datos están protegidos bajo la amenaza de sanciones, por lo que las fintech y los bancos no pueden arriesgarse a ofrecer su liberación", advierten desde Ualá.
Desde Mercado Pago ven a la banca abierta como la tercera ola regulatoria del sector:
- "La primera instancia se centró en cuidar los aspectos básicos como proteger saldos y nivelar la competencia entre los jugadores tradicionales y digitales"
- "Luego, el instant payment y la interoperabilidad entre los actores de la industria, sobre todo en mercados que liderados por los servicios tradicionales"
- "La tercera fase corresponde al open banking,que permite la aparición de disrupción en los modelos de negocio, la competencia y la aparición de nuevos jugadores"
"Desde la Cámara Argentina de Fintech, junto con los distintos actores de la industria, se está trabajando para que justamente se pueda seguir marcando el rumbo en la región", apunta Chaves.
En este sentido, Levi afirma que "los mayores desafíos legales se plantean en el área de la protección de los datos personales, el secreto bancario y la responsabilidad por la seguridad y el uso de la información".
Juan Diehl Moreno, del estudio Marval, O’Farrell & Mairal, indica a iProUP que "la implementación por parte de las entidades financieras vendrá de la mano de la regulación del Banco Central y la Dirección Nacional de Protección de Datos Personales, que ya están trabajando en esa línea".
Sin embargo, falta para que los usuarios sean dueños de sus datos y vea una interoperabilidad total entre bancos, fintech y otros jugadores digitales. Y así se consoliden las finanzas 4.0.