No es novedad que la tecnología irrumpió en la vida de las personas haciéndola más simple. Su adopción en distintas áreas permite automatizar y optimizar algunas tareas cotidianas y poder llevar el control de todo lo que nos rodea. Pero si se habla de hacer más sencilla la rutina diaria, no se puede dejar de lado a los hogares y los edificios.
"Un edificio puede sumar inteligencia artificial desde diferentes perspectivas. Ya sea con cámaras que detectan patentes, por ejemplo, los edificios pueden tener un avance tecnológico que simplifique su día a día", comenta a iProUP Albano Laiuppa, director de la startup ConsorcioAbierto .
Las tecnologías más utilizadas en los edificios inteligentes se relacionan con IA y machine learning. Esto se puede implementar a distintas funcionalidades, por ejemplo: cámaras que permiten detectar personas y vehículos con claridad; riego automático basado en la humedad del suelo; sistemas para ahorrar energía eléctrica; apertura de portones con el celular.
Javier Pilotti, de Administración Vitro, coincide en que la tecnología permite traer soluciones a los problemas de las personas.
"La mayor parte de las personas asocia todo lo que llamamos inteligente con tener algo conectado a internet que permite una gestión remota o a control remoto. Yo considero que va un paso más allá y que se relaciona con la capacidad de resolver un problema en forma autónoma", comenta Pilotti.
Y ejemplifica: "Tener la iluminación conectada a un sistema remoto que defina prenderse o apagarse en función del clima. Lo mismo sucede en el caso de la calefacción, que pueda medir el consumo de agua caliente y regule la caldera en función de horarios de picos de consumo. En ambos casos, se generan ahorros al edificio"
Y agrega otro ejemplo respecto a la inclusión de la tecnología en los ascensores: "Que analice donde tiene más llamadas, a qué hora tiene que estar en la planta baja, en el medio o arriba y automáticamente se programe para que a la tarde esté en planta baja para recibir a la gente. Hoy se puede programar que el ascensor esté arriba o abajo, pero la inteligencia sería que esa decisión la tome el ascensor en función de datos en tiempo real".
¿Cuestión de costos?
Debido a que el abanico de tecnología en este sentido es amplio, los precios también lo son. Hay opciones que son muy atractivas y altamente eficientes, pero elevan las inversiones iniciales. Esto, a su vez, hace que estas propiedades solo sean asequibles para un reducto de la población que pueda (y quiera) pagar esa diferencia.
"Existen alternativas menos robustas en temas de automatización pero que inciden altamente en la eficiencia, permitiendo mantener un costo amable. Esta inversión inicial se traduce en importantes beneficios. Los propietarios pueden obtener grandes reducciones en costos de energía y operación, al mismo tiempo que dan mayor seguridad. Por su parte, para las administraciones, esta información les va a permitir anticipar fallos gracias a la data almacenada y obtener mejores precios de proveedores", comenta Laiuppa.
En este sentido, sumar inteligencia a los edificios permite ayudar a los vecinos en diversos aspectos, con beneficios como:
- Disminución de gastos debido al ahorro de energía por iluminación.
- Climatización reguladas automáticamente (de acuerdo con el momento del día o el clima)
- Estimula la adopción de sistemas renovables y el cuidado del medio ambiente.
A los propietarios de bienes raíces comerciales, los edificios inteligentes empiezan a resultarles atractivos debido a que pueden cobrar tarifas de alquiler más altas debido a costos operativos más bajos y mayor comodidad y seguridad.
"Por su parte, la digitalización de los consorcios ya está generando ahorros en los costos de papel y de logística, lo que termina repercutiendo en las expensas de los vecinos. Además, ofrecen otras comodidades, como la posibilidad de reservar los amenities desde el celular o pagar las expensas con un botón de pago", comenta Laiuppa.
Y desde su visión como CEO de ConsorcioAbierto detalla que la digitalización de los consorcios no implica una gran inversión inicial: "Al tratarse de sistemas online, los usuarios pagan una suscripción mensual y obtienen ahorros instantáneos. La reducción de costos de papel y logística se ven reflejados en la primera liquidación de expensas".
Primeros pasos locales
Aunque en Argentina todavía queda un largo camino hasta llegar a una edificación totalmente inteligente, algunos ya encontraron una mayor eficiencia en algunos aspectos a través de su uso. Por ejemplo, el uso de cámaras de videovigilancia con el objetivo de evitar delitos o descubrir a delincuentes que atenten contra las propiedades o zonas del edificio.
"El uso de cámaras con cierta inteligencia hoy ya se ve en Argentina y facilitan la vigilancia. Por ejemplo, toman la temperatura por el tema del Covid o también avisan si alguien ingresa fuera de un horario determinado a un sector del edificio, como por ejemplo la pileta", destaca Pilotti.
Si bien en Argentina, recién se está comenzando a utilizar la inteligencia artificial en los edificios, es un hecho que la transformación digital de las administraciones y de los consorcios está en marcha y se aceleró notablemente desde el inicio de la pandemia.
Esta digitalización ya está generando ahorros en los costos de papel y de logística e implica una optimización de los tiempos al brindar procesos automatizados y centralizados en una única plataforma con el objetivo de que el día a día de los vecinos sea más simple, explica Laiuppa.
"Un edificio totalmente inteligente traerá sin duda un mayor abanico de beneficios a los vecinos que se ven en la disminución de gastos", suma y concluye: "En los últimos años se multiplicaron las administraciones que sumaron sistemas que automatizan tareas repetitivas, como el ingreso manual de datos o el registro automático de pago de expensas".