La presencia de empresas argentinas en el mercado uruguayo es cada vez más frecuente a partir de la presencia de marcas como Mercado Libre, Globant, Freddo, Grido, Arredo, Legacy, 47 Street, Kosiuko, Prune, Pampero, Gato Dumas, Mostaza, entre otras. Por eso, la apertura de una nueva sucursal u oficina no sorprende a nadie del otro lado del Río de la Plata.
Sin embargo, en los últimos dos años, la llegada de empresas argentinas a Uruguay creció de forma notoria y en muchos casos trajo también la radicación de sus propietarios en el país.
Más allá de la crisis económica y política que vive Argentina, las causas de este crecimiento son varias. Según explica el embajador uruguayo en Buenos Aires, Carlos Enciso, la mejora de la ley de Inversión, las señales de amplitud que dio el gobierno uruguayo para captar inversiones extranjeras y las modificaciones de la residencia fiscal, además del trabajo de la embajada uruguaya en Argentina son otras variables que explican el éxodo de capitales hacia tierras charrúas. "Creo que, independientemente de la pandemia, se ha podido consolidar un clima de negocios, de inversión y ese ambiente favorable se ha visto en algunas concreciones importantes. La embajada es una ventanilla de varias que tiene nuestro país", dijo Enciso en conversación con Café y Negocios.
A través de su área Económica Comercial, la embajada ha recibido una cantidad importante de consultas de empresas de servicios, software y logística que quieren instalarse en Uruguay, según publicó el periódico El Observador.
"No hay que descartar que Uruguay está llamado a ser un hub para muchos de estos aspectos, como el cannabis medicinal", aclara el embajador y agrega que los argentinos también se muestran interesados en invertir en agronegocios a través de la compra de tierras, la venta de maquinaria agrícola, la plantación de maní para producir snacks y en otras agroindustrias.
"También hemos hecho acompañamiento y visita a algunas industrias vinculadas a la construcción de cerámicas, de baldosas y de textiles", apuntó.
Si bien la pandemia enlenteció los procesos, los proyectos siguen en pie y muchos empresarios están terminando los trámites necesarios para poder cruzar, señala Enciso.
"Todo esto lleva su tiempo, es trabajoso, pero lo que saco como conclusión general es que hay un buen ambiente, muchas consultas y como todo, algunas se concretarán y otras serán solo exploraciones", aportó. Las empresas que pasaron por la embajada en el último tiempo y que se instalaron o están en proceso de hacerlo son la cadena de hamburguesas Mostaza, la industria plástica Colombraro, la panadería Le Pain Quotidien y la metalúrgica Ombú.
La llave de entrada
"Desde antes de la pandemia y debido a la crisis económica argentina, tanto empresarios como potenciales inversores manifiestan interés en instalar negocios en Uruguay. Muchas de las concreciones se vieron postergadas por la pandemia, pero se concretarán", expresó Carlos Canudas, socio del estudio Canudas Franquicias y presidente de Front Consulting International (FCI).
Desde FCI han colocado la franquicia Instituto Balcarce, ayudaron en la investigación de mercado y regulaciones para instalar Eddis Educativa, y trabajado para una inversora que quiere radicarse trayendo la marca La Pinocha Chocolate y para otros argentinos radicados en Punta del Este con el ánimo de traer la marca Umara Nails.
"La relación con nuestro partner de Uruguay permite que los interesados tengan un consultor tanto en el país de origen como en el de destino", explica Canudas. Su socio en Uruguay es el estudio SVET y entre los dos tienen una cartera de 57 marcas argentinas presentes en Uruguay, de las cuales la mayoría pertenecen a los rubros de gastronomía y vestimenta. Entre ellas están Freddo, Grido, Café Martínez, Almacén de Pizzas, Mostaza, Patagonia Brewing Co., Lucciano’s, Negroni, Caro Cuore, La Dolfina, Rapsodia, Kevingston, Kosiuko, Cocot, entre otras.
"El 84% de las franquicias que se otorgan son a personas que ya han consumido la marca, entonces, este tipo de marcas argentinas que vienen están dirigidas hacia argentinos que quieren venir a Uruguay", dice Alexei Yaquimenko, director del estudio SVET. Si bien hay inversores uruguayos, estos optan por volcarse a marcas conocidas y consolidadas en el territorio nacional, explica Yaquimenko, aunque cada vez muestra más intenciones de volcarse a las marcas argentinas.
"Tenemos lista de espera para otorgar franquicias argentinas y uruguayas a argentinos que quieren venir a instalarse acá, cuando puedan entrar. A nivel de red nos pasa que los argentinos están visualizando más Miami y España, pero Uruguay es una de las principales opciones".
Dependiendo de la marca, un inversor puede adquirir una franquicia desde los US$ 30 mil hasta los US$ 60 mil. Las zonas más buscadas por los argentinos para invertir son Punta del Este, Carrasco y Pocitos, pero desde SVET, a través de una alianza con la empresa EQ Markets, les ofrecen también incorporarse a mercados gastronómicos.
Adriana Bozzano, responsable en Uruguay de la firma de franquicias 384 Group también ha notado un aumento en el interés y en la concreción de negocios. El rubro que más le piden es el gastronómico y en este sentido la marca tiene en puerta la llegada de cuatro proyectos: la chocolatería Del Turista, la hamburguesería Weiss Burger Beer, la panadería Lo Rico y la cafetería Tostado.
Pero también ofrece otras franquicias, como Veterinarias Alem, que ya cuenta con un primer local en el barrio Punta Carretas y la empresa de piscinas Walá, ambas de origen cordobés.
El perfil de los inversores es variado, desde empresarios que buscan expandir sus unidades de negocio, hasta personas que buscan una rentabilidad y un trabajo para sostener a su núcleo familiar al momento de radicarse en Uruguay y quieren ser franquiciados activos.
Desde la Cámara Uruguaya de Franquicias, Marcel Burgos aclara que es más el interés por las franquicias que la tasa de conversión, algo que espera se revierta con la apertura de fronteras.
Entre las dificultades que encuentran los inversores argentinos, los consultores destacan la demora en los tiempos burocráticos, que se vieron ralentizados por la pandemia y los altos costos de Uruguay.
"Los argentinos venden y trabajan con pesos argentinos, entonces, al venir a Uruguay, cuando les pasamos los presupuestos en dólares, encuentran una gran diferencia", dice Bozzano de 384 Group y agrega que también pueden encontrar dificultades para conseguir crédito para esa primera inversión inicial.
Desembarcos gastronómicos
En la gastronomía es donde se hace más notoria para el público, en general, la presencia de las marcas argentinas en Uruguay. Y la oleada de nuevas propuestas lejos está de detenerse.
Una de las firmas que está preparando su desembarco para el primer semestre de 2022 en el país es Le Pain Quotidien, la cadena internacional de panaderías y restaurantes. Si bien la empresa es de origen belga, su franquiciado argentino —que opera allí hace nueve años— se encargará de traer la marca a Uruguay.
Actualmente están buscando ubicaciones y se encuentran en negociaciones con Punta Carretas Shopping, pero todavía no tienen claro el modelo de negocio con el que vendrán.
"Estamos analizando tres opciones: ir como operadores directos, subfranquiciar la marca o hacer un mix y operar en conjunto con alguien", explicó a El Observador Federico Lantaron, CEO de la compañía en Buenos Aires quien viajará a Uruguay en octubre para terminar de definir los detalles.
En una primera etapa, la marca abrirá en Montevideo, donde ven potencial para tener unos cuatro o cinco locales, y en una etapa posterior sumarán ubicaciones en Punta del Este.
"La idea es hacer un mix de locales como tenemos en Argentina, con algunos en calle y otros en centros comerciales", dijo Lantaron.
En Argentina Le Pain Quotidien tiene 14 locales propios, 10 subfranquicias y van a abrir cuatro subfranquicias más en los próximos meses. Con una planta de producción de 2.200 metros cuadrados centralizada en Buenos Aires, uno de las ideas para Uruguay es poder importar parte de los productos.
En caso de instalarse en formato de subfranquicia, abrir un local rondará en los u$ 250 mil, que incluye el fee de apertura y la puesta en marcha. "Por el conocimiento de la marca que se tiene en Uruguay estamos convencidos de que va a ser un éxito".
Las causas del interés
La claridad en las normas, la seguridad jurídica, el beneficioso régimen impositivo, la confianza en el gobierno uruguayo y la posibilidad de planificar a futuro son algunas de las razones por las que los argentinos eligen Uruguay para invertir.
El modelo de zonas francas, la libre circulación de capitales y la posibilidad de utilizar a Uruguay como prueba piloto para planificar la internacionalización también seducen al empresariado vecino.
"Los amplios beneficios que tradicionalmente prevé el régimen tributario uruguayo, sumado a las flexibilizaciones más recientes, hacen que Uruguay haya consolidado su posición como uno de los países más seductores de la región a la hora de evaluar proyectos de inversión o expansión comercial en la región", dice Valeria D’Alessandro, del estudio argentino D’AlessandroTax, desde donde acompañaron durante el último año a más de cien familias y empresas de diversos países de la región en la estructuración de su patrimonio y sus negocios a través de Uruguay.
Las consultoras locales también han recibido decenas de consultas y demostraciones de interés por parte de argentinos que quieren desarrollar negocios en el país. Señala Verónica Raffo, socia del estudio Ferrere que "algunas son en sectores tradicionales, como agrobusiness o real estate, pero también en otros rubros como el tecnológico, el de la construcción, el del cannabis, la energía y los seguros".
Ana Laura Ghislandi, socia de Baker Tilly, cuenta que en el sector tecnológico es en el que han tenido más consultas y proyectos concretados: "esto puntualmente se vio en los últimos dos años". Explica que esto se debe a que la ley de Software que rige en Uruguay tiene mejores incentivos que la ley de similares características que rige en Argentina.
Para los especialistas, la llegada de empresas argentinas será una tendencia con continuidad dependiendo de algunas variables como la situación de Argentina, cómo responda Uruguay a las inversiones, la cantidad de talento disponible para cubrir la demanda —especialmente en el sector tecnológico— y el mantenimiento de la estabilidad jurídica.
Para Carlos Canudas de FCI, "el mayor competidor de Uruguay es Paraguay, que, aunque no tiene la misma afinidad con los argentinos, las condiciones para radicar negocios son mejores. Por ejemplo, en los impuestos y las cargas sociales".