El boom de las startups dedicadas al segmento de la alimentación no se detiene. Un ejemplo de esto es ZoomAgri, firma que cerró recientemente una exitosa ronda de inversión (u$s3.3 millones) en la cual recibió un fuerte respaldo de grandes jugadores de la región y Australia, que le permitirán ampliar su modelo de negocio con el desarrollo de nuevas tecnologías.
La compañía, creada a finales de 2017 por Fernando Martínez de Hoz, Jaap Rommelaar y Matías Micheloud y que brinda trabajo a 50 personas, se destacó tras el lanzamiento de su primer producto comercial – ZoomBarley-, por el cual determina la pureza varietal de cebada cervecera en tiempo real y es comercializado en casi una veintena de países en cinco continentes.
Para llegar a este resultado, la firma combina imágenes RGB con su moderno algoritmo y un banco de imágenes con millones de datos.
En diálogo con iProUP, Martínez de Hoz explica que la compañía actualmente se encuentra trabajando con cebada, soja y trigo, pero gracias al impulso recibido en la ronda de inversión su objetivo es ampliar la oferta a cultivos como el maíz, girasol, porotos, lentejas, arvejas, garbanzos, entre otros.
"Lo destacable de la ronda, además del capital, es que logramos sumar inversores de Argentina, Brasil y Australia, que nos permitirán crecer internacionalmente", detalla el cofundador de la compañía, quien además subraya que el plantel de ZoomAgri está compuesto por "ingenieros de las mejores universidades del país y eso es una ventaja competitiva que tenemos, la calidad de nuestro equipo, porque Argentina tiene profesionales de primer nivel y no tiene que envidiarle nada a ningún país del mundo".
El papel de la inteligencia artificial y la trazabilidad
ZoomAgri se destacó por desarrollar en pocos años un producto para una industria cervecera muy importante y que le permite a los productores ahorras en dos factores claves: tiempo y dinero.
Martínez de Hoz explica que la startup conformó un banco de imágenes compuesto por 100 millones de datos, los cuales se encuentran etiquetados según la variedad y defecto que quieren que la Inteligencia Artificial reconozca.
"Utilizamos IA en nuestros mecanismos de procesamiento de imágenes y entrenamos algoritmos con imágenes de un montón de granos, donde le enseñamos las cualidades y fallas de los granos y así entrenamos a los algoritmos para que aprendan a clasificar en tiempo real los granos. Esa es la base de lo que hacemos y esto tiene mucho valor para la industria", desglosa el especialista.
Es que al momento de medir la pureza varietal de la cebada los resultados podían tardar varios días en llegar, pero gracias a la tecnología el proceso puede acortarse solamente a minutos.
"Todos los que reciben esos granos pueden conocer su pureza antes de descargarlos de los camiones y esto les permite tomar un montón de decisiones con mayor información", valora.
De esta manera, la compañía valida una fuerte necesidad de la industria al proveer una determinación de calidad precisa, transparente y trazable en toda la cadena de valor
"Hoy el público quiere saber de dónde vienen los alimentos que va a consumir y saber si fueron elaborados con buenas practicas. Imagínate tener todo el ciclo de vida de los granos y saber acerca de su calidad, medida en todos los puntos de la cadena. Esto es algo que agrega mucho valor y que, en conjunto de otras tecnologías, permite acceder a mayor información para desarrollar nuevas soluciones", manifiesta el experto.
Argentina, potencia foodtech y agrotech
Las startups, en especial aquellas relacionadas con el segmento de la alimentación, se están abriendo paso entre las adversidades y gracias a proyectos originales, acompañados en muchos casos por inversiones semillas, se están destacando y cada día suman más jugadores.
Una startup nacional fue escogida –por su contribución en los sectores agrotech y foodtech– entre las veinte compañías seleccionadas por Village Capital y Fundación Visa para su programa "el futuro de la alimentación", que las contacta para recibir inversiones por su labor abordando los desafíos más urgentes de la región para los sectores de tecnología agrícola y alimentaria.
Así, entre los proyectos finalistas se encuentra SaveTic, firma local que permite, a través de una plataforma digital, controlar en tiempo real el stock y vencimiento de los productos ubicados en los puntos de venta. En diálogo con iProUP, Mauricio Kremer, uno de sus fundadores, detalla que la idea surgió al ver la gran cantidad de perecederos que se tiran en supermercados.
"Vengo de la rama del retail. Si bien la empresa donde trabajaba era uno de los principales proveedores de arroz, estaba en contacto con otras firmas de frescos. Y ahí veía la cantidad enorme de comida que se tiraba como si nada", recuerda Kremer.
Otro caso que muestra el potencial nacional es la plataforma Modo Agrario, que permite que los productores le soliciten cotizaciones a los molinos registrados y que cada uno transmita su experiencia, lo cual también la transforma en una plataforma colaborativa.
"La idea nació en la prepandemia al ver cómo sería el futuro en la industria harinera, y cómo aún varios procesos en diferentes ámbitos se hacían de manera informal. Somos una plataforma en la que se puede solicitar cotización de manera directa a los molinos", asegura su fundador, Matías Durante.
"Nuestra propuesta es digitalizar y democratizar el proceso de compra y venta, sea para fábricas grandes como para panaderos. Cada uno deja su pedido de cotización y recibe una respuesta de los interesados. Ya tenemos 14 molinos en la plataforma y aspiramos a aumentar esa cifra", manifiesta Durante a iProUP.
Es que las foodtech nacionales están frente a un contexto en el cual si aprovechan el viento a favor podrán seguir creciendo y trascender más allá de las fronteras. Y volver a ser el "granero del mundo", pero en versión 4.0.