La alianza internacional busca facilitar la medición y divulgación de las emisiones de gases de efecto invernadero financiadas por préstamos e inversiones.
05.07.2021 • 15:40hs • Sustentabilidad: 4.0
Sustentabilidad: 4.0
Este es el primer banco argentino que se une a la lucha contra emisiones de gases de efecto invernadero
El Banco Galicia se unió a la Alianza para la Contabilidad del Carbono de la Industria Financiera (PCAF, por su sigla en inglés) y se transformó en el primer y único banco argentino en unirse a esta colaboración global de instituciones financieras que tiene por objetivo facilitar la medición y divulgación armonizada de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) financiadas por los préstamos y las inversiones.
Actualmente, PCAF cuenta con la presencia de más de 130 bancos e inversores de cinco continentes. Así, el grupo se expande de forma cada vez más rápida en Norteamérica, América Latina, Europa, África, y Asia Pacífico.
Más detalles
Banco Galicia informó que "continúa con su compromiso de desacelerar el cambio climático, impulsando iniciativas centradas en energías renovables y la mitigación de la huella".
"Esta adhesión representa otro gran paso en la identificación y medición de emisiones de Gases de efecto invernadero de operaciones financiadas a sus clientes", explicó la entidad.
De esta manera, la entidad financiera busca seguir promoviendo el desarrollo de un negocio sustentable, minimizando el impacto de las operaciones sobre el ambiente, con foco en el uso responsable de los recursos e integrando la gestión ambiental de manera transversal a todo el negocio.
Banco Galicia continúa así alineando sus políticas con diversas iniciativas y herramientas internacionales, como el compromiso de los Principios de Ecuador, los lineamientos que indica Carbon Disclosure Project (CDP), los 10 principios del Pacto Mundial de Naciones Unidas, los objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y los Principios para la Banca Responsable de UNEP FI, entre otras.
"Medir las emisiones financiadas utilizando la metodología de PCAF, resulta una instancia clave para comprender y gestionar el riesgo climático como así también para tomar decisiones financieras concretas que limiten el impacto negativo, aumenten el impacto positivo y desarrollar estrategias de negocio que contribuyan con la descarbonización de la economía", resaltó Constanza Gorleri, Gerente de sustentabilidad de Banco Galicia.
Por su parte, Carolina Schuff, Team Leader de Portfolio Management, sostuvo que "la adhesión a PCAF es un gran paso que nos llevará a dimensionar las emisiones de nuestra cartera como punto de partida, para luego establecer estrategias de negocio que ayuden a transitar hacia una economía baja en carbono"
En este contexto, Banco Galicia dio un paso más hacia la consolidación de indicadores clave de desempeño gestionados a través de la optimización de sus impactos y convertirse en una plataforma financiera rentable, eficiente y sostenible. "Utilizando productos, servicios y construyendo relaciones para apoyar y acelerar los cambios fundamentales en la economía y estilos de vida necesarios para lograr una prosperidad compartida para las generaciones actuales y futuras", completó la entidad.
Otras entidades que forman parte de PCAF
En septiembre pasado, Morgan Stanley adelantó que planea eliminar las emisiones netas de carbono generadas por sus actividades de financiación en un lapso de 30 años.
El banco hizo este anuncio en septiembre pasado, dos meses después de que anunciara su unión a la plataforma PCAF (Partnership for Carbon Accounting Financials).
Además, resaltó que comenzaría a reportar sobre las emisiones resultantes de sus créditos e inversiones. Morgan Stanley explicó que proporcionará recursos, incluido financiamiento, para apoyar la transición hacia una economía baja en carbono.
Si bien Morgan Stanley se dio plazo hasta 2050 para alcanzar su objetivo, el anuncio debería enviar una señal de que el banco quiere desempeñar un papel clave en la lucha contra el cambio climático a través de sus actividades financieras.
Frenar los fondos para las empresas de combustibles fósiles podría afectar su costo de capital y obligarlos a adaptarse a un mundo más verde.