Lleva años en pleno ascenso, pero la llegada de deportistas y celebridades logró que hoy tenga niveles de audiencias impensadas que hoy superan a la televisión.
Twitch es hoy una de las redes sociales preferidas por los más jóvenes y el lugar en el que quieren estar todas las marcas. Y creó una generación de streamers, hoy nuevos miembros de la farándula 4.0.
Como muestra del fenómeno, el español Ibai Llanos emitió durante más de cuatro horas un especial "Campanadas" en la madrugada de Año Nuevo, consiguiendo un minuto de oro de 550.000 espectadores.
El número estuvo por encima de la audiencia las dos principales cadenas de TV de la zona. No sólo eso: Llanos hoy consigue entrevistas exclusivas con futbolistas y primicias que inquietan a los canales de televisión deportivas. De hecho, Ibai logró la primera entrevista con Lionel Messi durante la presentación del crack en el Paris Saint-Germain.
¿Cómo pasó Twitch a robarle espacio no sólo a la TV, sino hasta a inquietar a los ejecutivos de YouTube, rey del video hasta el momento? La respuesta hay que buscarla en la vida de su inventor: Justin Kan, el genio detrás de la big thing del momento.
Primeros pasos
Hijo de inmigrantes chinos, Kan nació el 16 de julio de 1983 en Seattle, Estados Unidos. Desde pequeño, mostró curiosidad por conocer cómo funcionaba el mundo, por lo que no sorprendió que en 2001 ingresara a la prestigiosa Universidad de Yale (rival histórica de Harvard) para cursar dos carreras, una relacionada a las ciencias duras y otra a las sociales: física y filosofía.
Al igual que sus hermanos Daniel y Damien, Kan demostró talento para emprender desde su juventud. En Yale conoció a Emmett Shear, su amigo y socio, con quien crearía su primer "éxito" basándose en la tecnología que estaba revolucionando al mundo: Internet.
Juntos idearon un calendario online llamado Kiko, que recibió inversiones u$s70.000. Pero un año después de iniciado el proyecto, los emprendedores no supieron cómo hacerlo escalar y dejar de perder dinero.
"¿Por qué no vendemos la empresa en eBay?", le preguntó Kan a su socio. Así, en 2006 subastaron el proyecto en eBay y lo vendieron por u$s258.100. También consiguieron que su nombre empezara a retumbar en Silicon Valley.
Ese mismo año, Kan se unió su hermano Daniel, su socio Shear y Michael Seibel, quién posteriormente sería director general de YCombinator, la mayor incubadora de startups del mundo y que apoyó en etapa temprana a gigantes como Coinbase, AirBnB o Dropbox. Juntos crearon Justin.tv.
El sitio mostraba el día a día de Kan en directo las 24 horas del día a través de una cámara web que portaba en su cabeza. Fue un total suceso: no sólo creó el término lifecasting (transmisión de la vida privada), sino que hasta apareció en el programa Today Show, conducido por la reconocida periodista estadounidense Ann Curry.
La popularidad que logró el emprendedor derivó en que miles de espectadores de todo el mundo miraran cómo Kan caminaba por las calles de San Francisco, California.
El éxito generó el lanzamiento de la plataforma Justin.tv en la que cualquier podía transmitir su vida en directo. En menos de un año, se crearon 30.000 cuentas y hasta Microsoft emitió conferencias en vivo desde la aplicación.
En marzo de 2008, el sitio agregó diversas categorías, como deportes, tecnología, noticias y hasta juegos. Esta última, generó más adeptos y marcó el comienzo de su próximo éxito.
Inspirado en el término twitch gameplay, utilizado para denominar un movimiento repentino que hace un jugador en la pantalla, Kan lanzó el 6 de junio de 2011 Twitch.tv.
Un emblema del streaming
Fue en la misma habitación de San Francisco en las que planeaba la programación de Justin.tv donde se comenzó a desarrollar Twitch, pensado como un servicio destinado esencialmente para los jugadores en línea.
"Los gamers habían estado transmitiendo en Justin.tv desde el principio. En un momento, fueron el 20% de nuestro tráfico. Los ignoramos, los dejamos de lado y aun así usaban el producto. No creamos funciones para ellos e igual confiaban en la plataforma", reconoció años más tarde Seibel.
Entonces, los emprendedores comenzaron a hablar más con los usuarios gamers, quienes rápidamente se dieron cuenta de que nadie más los escuchaba en Internet con semejante atención.
El éxito no demoró en tocar la puerta. El equipo cerró Justin.tv para concentrar los esfuerzos en el desarrollo de Twitch. A su vez, el negocio de los deportes electrónicos o esports crecía de manera vertiginosa.
También lograron una hito para el futuro de la compañía: firmaron una alianza con Riot Games, desarrolladora de League of Legends o LoL (el videojuego más popular) y organizadora de los campeonatos mundiales de esta disciplina.
A mediados de 2013, Twitch se convirtió en el portal de streaming más popular de esports, con más de 43 millones de visitantes por mes, que pasaban una hora y media cada día. Esto captó el interés de inversores como Thrive Capital, Bessemer Venture Partners y Draper Associates que aportaron u$s35 millones.
Para febrero del año siguiente, Twitch se volvió el cuarto sitio de mayor tráfico en Estados Unidos detrás de Netflix, Google, y Apple. Para seguir creciendo, contrataron a más de 100 empleados en esos primeros tres años y Kan empezaba a ser nombrado por los principales medios del mundo.
Fue entonces cuando el universo gamer le quedó chico: en julio de ese año, el famoso DJ Steve Aoki transmitió un evento en vivo en Twitch desde un club nocturno en Ibiza, generando nuevos picos de audiencia.
"Creció tanto en tan poco tiempo por estar protagonizando una tendencia de mercado: la de los influencers, interactuando en real time con su audiencia. Y luego por haber contratado a los leads of leaders para que estén en su plataforma", comenta a iProUP Manuela Arnedo, CEO de Trendsetters.
Según la experta, "fue de un público gamer a uno masivo, logrando ser el mejor amigo y dando buen servicio a los streamers. Primero buen mercado, luego buen producto y ejecución de excelencia".
La venta
Ante semejante crecimiento, Google sonó como posible comprador de la plataforma. Pero en agosto de 2014, fue otro gigante, Amazon, quien lo adquirió por u$s970 millones.
Esto generó nuevos beneficios para los abonados a Amazon Prime: transmisiones en vivo sin anuncios, suscripciones gratuitas a un canal cada mes, recompensas, preventas y descuentos de videojuegos, entre otros.
Desde entonces, muchos streamers comenzaron a mudar sus gameplays (grabaciones de partidas) a Twitch, incentivados por las facilidades para generar ingresos que propone. También logró que los youtubers Ibai y Rubius, entre otros, migraran a la plataforma.
"Antes, un gamer se filmaba y hacía un video simpático en YouTube. Ahora, la audiencia quiere consumir la reacción del influencer juego y los fans. Reacción y real time son las palabras claves. Es una demanda mucho más intensa y una atención mucho más enfocada", señala Arnedo.
Por su parte, Enrique Carrier, titular de la consultora Carrier&Asociados, asegura a iProUP que "Twitch tiene mejor monetización no sólo porque YouTube paga menos, sino porque también tiene integrado un sistema de donaciones. En definitiva, generan más ingresos por un sistema similar".
Hace dos años, Twitch se convirtió en la plataforma de streaming para videojuegos por excelencia, con la creación de más de 2 millones de canales mensuales.
En enero, esa cifra llegó a 10 millones y ya hay streamers de diferentes temáticas, fenómeno impulsado por la gente que consume y crea más contenido desde sus casas tras la pandemia.
"Sus puntos salientes son la desintermediación y la interacción con el público. Ya no interactuás con el contenido, como en Netflix; sino con su generador. No es la única plataforma que lo ofrece, pero evidentemente lo hicieron antes que nadie y mejor, por lo que hoy ya tiene su público", añade Carrier.
Otros rumbos
Kan dejó a Shear como director ejecutivo de Twitch para abocarse a otros proyectos. En marzo de 2014 se convirtió en socio de Y Combinatorpara ofrecer asesoramiento a las nuevas empresas emergentes que buscan inversores y a la cual acudió años antes para financiar Kiko y Justin.tv.
Pero su sed emprendedora no terminó allí. En 2017, Kan abandonó Y Combinator para comenzar su propia incubadora: Zero-F, sin mucho éxito. Meses más tarde, lanzó Atrium, una plataforma de servicios legales y asesoramiento para recaudación de fondos enfocada en startups, que cerró en marzo.
En recientes publicaciones en sus redes sociales, el emprendedor narró cómo esta empresa fue una derrota total para él y los aprendizajes que rescató de la experiencia.
"Mi primera empresa Twitch fue vendida por u$s1.000 millones, la segunda perdió u$s75 millones en 36 meses. A la gente le encanta hablar del éxito, pero hoy voy a hablar del fracaso. Es hora de ser honesto sobre Atrium", escribió el emprendedor en su cuenta de Twitter.
Kan se refería a un problema que le parecía muy pesado. "Odiaba hacer trabajo legal para mis nuevas empresas y nunca entendí realmente por qué estaba pagando. Toda la experiencia fue demasiado complicada y opaca", remarcó.
Por estas horas, quizás esté pergeñando su próximo éxito. O fracaso. Poco importa para un emprendedor nato que conoce el valor que tiene una buena idea. Sólo es cuestión de saber dónde estará la próxima big thing.