Primero fue Marcos Galperin. Luego se sumaron Federico Tomasevich, accionista de Puente, y el "rey de la soja" Gustavo Grobocopatel. Pero el éxodo de empresarios argentinos que cruzan el charco no frena.
"Cada vez más es frecuente en directorios o asamblea de accionistas el análisis de la apertura de una empresa en Uruguay para atender sus negocios internacionales, regionales o una startup", revelan a iProUP Valeria D'Alessandro, socia titular de D'AlessandroTax, y Juan Troccoli, socio de Andersen Uruguay.
Gerardo Tasende, senior partner de GTS Uruguay, confía a iProUP que "el interés de extranjeros, en particular argentinos, por instalar sus actividades en Uruguay, migrar con toda su familia y obtener la residencia legal hizo colapsar la agenda de turnos en 2020".
En este sentido, agrega que "las autoridades migratorias uruguayas vienen atendiendo unas 100 solicitudes por semana, llegando a un máximo de 45 por día este año". Además, remarca que hay al menos 300 empresas albicelestes ya instaladas:
- Casi ocho de cada diez se dedican al comercio de bienes y el resto, a servicios
- Unas 120 están instaladas en alguna de las 11 zonas francas
Los capitales argentinos suelen apuntar a actividades vinculadas a la Economía del Conocimiento, desarrollo de software y tecnología. Tasende agrega que "también se dedican a trading de bienes o servicios, aprovechando las ventajas del país y sin tomar personal local".
"Obviamente, es más sencillo mudar una actividad para los exportadores de servicios, ya que pueden trasladar la operatoria de país e incluso contratar a los mismos colaboradores que ocupaban en Argentina, en un proceso muy sencillo", remarca el experto.
Cruzar el charco
Sin dudas, la forma jurídica muy fácil para mudar los negocios a tierras charrúas es comprar una empresa que ya esté operando en ese país.
"En Uruguay existen sociedades preconstituidas con objetos estándares que agilizan el proceso. Lo que se hace es nombrar el primer directorio e inscribir a los nuevos accionistas", revela a iProUP Ana Laura Ghislandi, International TaxPartner de Baker Tilly Uruguay.
Según la experta, "no es necesario viajar para incorporar la sociedad, ya que los documentos pueden enviarse desde cualquier parte del mundo con la debida certificación y legalización de las nuevas autoridades y accionistas".
"En el caso de las áreas con incentivos fiscales, adicionalmente hay que diseñar un plan de inversión que se presentará en la Dirección de Zonas Francas para su aprobación", completa Ghislandi.
Según Tasende, quienes consideraron a Uruguay como un interesante destino para radicar todas o parte de sus actividades se basan en las siguientes razones:
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Estabilidad política, jurídica y social
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Solidez macroeconómica: logró 17 años de expansión y una tasa del 4% anual en 2019
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Beneficios: incentivos a la inversión extranjera y nacional, a nivel impositivo y regímenes de zonas francas, puertos y aeropuertos libres
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Buen clima de negocios
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Líder en tecnología: encabeza el Índice de Desarrollo en América Latina y preside el D9, grupo de países digitalmente más avanzados
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Excelente calidad de vida: es el país con el ingreso más alto y mejor distribuido de la región
Tasende agrega algunas de las condiciones que hacen de Uruguay un destino atractivo para los inversores argentinos:
- No hay restricciones para la repatriación de utilidades
- Libre mercado de cambios
- Sistema impositivo único en todo el territorio
- No se exige contraparte local, ni autorización o registro previo
- Igualdad de trato para extranjeros y locales
- Sin límite para la dotación de capital extranjero en las empresas
¿Qué negocios se arman en Uruguay?
Entre los principales negocios que establecen los argentinos en Uruguay se destacan las ventas de prestaciones globales, de la mano de la Economía del Conocimiento.
"La cantidad de empresas que exportan estos servicios desde Uruguay supera las 2.000, con casos de firmas con menos de cinco personas, como startups tecnológicas, contadores públicos, abogados, consultoras, arquitectos asociados y profesionales independientes", precisa Tasende.
Y agrega que también "hay empresas con más de 500 empleados en centros de servicios o empresas globales de outsourcing, como Tata Consultancy Services, Sabre, EGS y Globant, entre otras".
"La sugerencia es desplazar un centro de actividades con personal, toma de decisiones y trabajos efectivos, solucionando aspectos de sustancia económica que podría cuestionar AFIP", advierte Tasende.
Si bien hay compañías que actúan con una entidad ubicada en un país, la mayor parte de las actividades son realizadas fuera del territorio u off shore.
La mayoría de los empresarios argentinos apuesta al buen clima de negocios y los beneficios impositivos de
Uruguay
A diferencia de Argentina que tiene un criterio de renta mundial (es decir están gravadas las actividades realizadas en cualquier nación), en Uruguay únicamente lo están las desarrolladas dentro del territorio, mientras que están exentas las del exterior", recuerda Tasende.
Según su análisis, "esta particular situación fiscal hace muy conveniente la instalación de entidades para actividades off-shore, ya que la incidencia del Impuesto a las Rentas de las Actividades Empresariales (IRAE) que es el equivalente al Impuesto a las Ganancias, sería cero".
Economía del conocimiento
"Existen importantes beneficios fiscales para las empresas de tecnología", asegura Tasende, ya que la exoneración del IRAE es 100%.
Según el experto, "los Centros de Servicios Compartidos (CSC) están promovidos y se considera como tales a todas las entidades pertenecientes a grupos multinacionales radicados en al menos 12 países, cuya actividad exclusiva sea la prestación de servicios a sus partes vinculadas".
Las actividades alcanzadas son las siguientes:
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Asesoramiento, incluyendo los de carácter técnico, de consultoría, traducción, ingeniería, diseño, arquitectura, asistencia técnica, capacitación y auditoría
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Procesamiento de datos
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Dirección o administración, abarcando actividades de planificación estratégica, desarrollo de negocios, publicidad, administración y entrenamiento de personal
- Logística y almacenamiento
- Administración financiera
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Soporte de operaciones de Investigación y Desarrollo (I+D)
Estos servicios prestados desde CSC establecidos en Uruguay deben ser aprovechados exclusivamente en el exterior.
Regímenes impositivos
En el país vecino hay tres regímenes impositivos que son muy buscados por los empresarios argentinos y de otras partes del mundo, que se destacan a continuación.
1. Zonas francas
"Son áreas geográficas específicas que poseen una regulación especial: las empresas que operan dentro de ellas están exentas de impuestos en el país, siempre que el 75% de sus empleados sean ciudadanos uruguayos", afirma D'Alessandro. Aunque las firmas de servicios pueden bajarlo hasta el 50%.
Ghislandi enumera los tributos que son exonerados en las zonas francas:
"Dentro de las zonas francas se puede desarrollar cualquier tipo de actividad comercial, industrial o de servicios. Por ello se instalaron empresas internacionales como Despegar, Abbott, Sabre, Ricoh, Verifone, GAP, Trafigura, entre otras", precisa Ghislandi.
Y agrega que "actualmente, hay 11 zonas francas, de las cuales tres están en Montevideo: una muy cerca del aeropuerto, otra en el barrio Buceo y la última en la zona del Puerto".
2. Empresas de trading
"En este régimen, una empresa compra y vende bienes o servicios en el extranjero y los revende en el exterior sin que ingresen a Uruguay", asegura Ghislandi. De esta forma, a la diferencia entre el precio de venta y costo de producción se aplica un 3% para determinar la renta ficta que se gravará.
"Sobre este resultado, se aplica la alícuota del Impuesto a la Renta (25%), con lo cual la tasa efectiva es de 0,75% sobre la diferencia entre el precio de venta y el de compra", remarca la experta.
Por su parte, la distribución de dividendos está alcanzada por una retención de 7% sobre la renta neta fiscal, que surge de calcularle la alícuota del 3% a la diferencia entre el precio de venta y el de compra. Es decir, solo a la parte que pagó impuestos en Uruguay le corresponde la retención del 7%.
Marcos Galperin pidió la residencia en
Uruguay y lo siguieron Gustavo Grobocopatel y Federico Tomasevich
"El pago de los servicios del exterior se encontrará sujeto a retención de Impuesto a la Renta, aplicando la tasa del 12% sobre el 5% del importe. En estos casos, ascenderá a un 0,6% sobre el ingreso obtenido desde el exterior", agrega Ghislandi.
3. Empresas de software
"Un régimen sumamente utilizado es el de las firmas de software, que ofrece una serie de ventajas comparativas respecto de varios países de Latinoamérica y es elegido por Google, Mercado Libre, Globant y Oracle, entre otras", advierte Ghislandi.
Según la especialista, "en este esquema están exoneradas las rentas tanto del mercado local como del exterior de acuerdo a un coeficiente que mide la proporción de fuente uruguaya".
"Si se desarrolla un software en Uruguay con personal propio o tercerizado, el coeficiente estará más cerca del 100% y así aplicaremos ese porcentaje de exención a la renta local y del exterior", indica.
La experta advierte que también "estarán exoneradas las rentas derivadas de los servicios de desarrollo de soportes lógicos y prestaciones vinculadas en un 100% en tanto se emplee recursos humanos en número, calificación y remuneración acordes y el monto de los gastos y costos en el país supere el 50% del total".
En conclusión, las ganancias vinculadas al software ya sea producción o servicios contratados por terceros están exoneradas si se estructuran desde Uruguay.