Si bien el contenido es definitivamente el que marca la tendencia entre los consumidores, no todos los proyectos son iguales entre sí. Este concepto se puede referir desde publicaciones en redes sociales hasta lo que transmiten las plataformas de streaming de Video-On-Demand (VoD).
Asimismo, también se puede referir a elementos dinámicos en páginas web, los proyectos de influencers y hasta los artículos de noticias. En este grupo, sin embargo, se destaca particularmente el audio.
Los podcasts, la radio y otros proyectos similares no solo son de los contenidos más viejos y tradicionales que existen. También han probado ser resistentes aún cuando hay un sinfín de plataformas y estilos más interactivos.
Esto se debe a que el audio tiene una flexibilidad de consumo que difícilmente puede equipararse a proyectos más ricos. Lo anterior ha provocado que se desarrollen múltiples plataformas enfocadas a proporcionar estas experiencias a los usuarios.
Por su parte, desde México, se destaca un proyecto llamado Beek. Esta app podría equipararse a una mezcla entre Audible y Spotify. Es decir, es una plataforma de streaming de audio sostenida por un sistema de suscripción que se especializa en audiolibros, podcasts y otros contenidos similares.
La idea es ayudar a las personas a desarrollar su conocimiento en varios temas importantes. Esto, en momentos donde no podrían hacerlo mediante sistemas tradicionales como cursos o libros.
La plataforma tiene una amplia selección de contenido en varios temas interesantes para los consumidores, y la oferta abarca entre podcasts, audiolibros y hasta sesiones de meditación, se pueden hallar episodios y títulos en finanzas personales, filosofía, emprendimiento o feminismo.
Como otros servicios de suscripción, los usuarios pueden guardar sus contenidos favoritos, así como recibir sugerencias según sus hábitos. También hay un buscador si quieren piezas específicas.
También cuenta con una serie de indicadores y sistemas de monitoreo que permiten a los usuarios conocer sus hábitos de audio a lo largo del tiempo. A eso se deben sumar otras características complementarias, como la opción de descargar episodios para reducir el uso de datos, o controles para la reproducción, según publicó el sitio Merca 2.0.
Cada formato de contenido tiene su encanto para marcas y consumidores por igual. El texto y las imágenes planas, aunque de los elementos más simples, son también muy fáciles tanto de producir como de compartir y consumir.
Los videos aseguran un alto nivel de interacción con el público en general, ya que estimula más sentidos que otros productos masivos. Y después están proyectos como los podcasts, que crecieron en popularidad en los últimos años.
Empresas como Apple intentan actualmente que sus contenidos de audio, en especial los que son obra de creadores independientes, tengan mayor difusión. Marcas como la FIFA vieron en los podcasts una oportunidad única de interacción con las personas. Y en general, varios datos confirman que este formato es realmente el rey del contenido. Sin embargo, muchas de las plataformas que ayudan a las marcas y personas a crear sus shows no son muy distintas.
Como regla general, la mayor parte de las compañías que se encargan de distribuir programas de audio se concentran solo en recibir shows pre-grabados.
De este modo, los creadores solamente suben sus podcasts a las plataformas y esperan tener un impacto con el paso del tiempo. Esto no solo limita su interacción con los consumidores. También podría quitar oportunidades para hacer más interesantes las conversaciones. Ante estas fallas, surge el proyecto de Stereo.