El avance de la tecnología está haciendo que temas del futuro ya estén cada vez más cerca de la vida real. Un tema relacionado con esto es la cirugía.
Hasta el momento, la tecnología para preparar una cirugía de cabeza consistía en estudios como una tomografía (TC) o una resonancia magnética (RNM). Pero ahora en la Universidad de Stanford, esto está cambiando.
Allí, el Centro de Simulación y Realidad Virtual para Neurocirugía incorporó una novedad que cada vez suma usos más diversos: la realidad virtual (RV).
Con esto, días antes de ponerse los guantes para abrir el cráneo de un paciente, los médicos "se colocan las máscaras de RV para ayudarse en la preparación de tan peligroso procedimiento", informó Forbes sobre el instituto, en una nota replicada por Infobae.
"Las TC o RNM convencionales revelan hasta un límite qué aspecto tiene el cerebro de un paciente. Pero si se incorporan a la tecnología de RV, y los cirujanos pueden ver el cerebro —todas las rugosidades y las fisuras, los lóbulos y las venas— en 3D, pueden simular la cirugía antes de ingresar a la sala de operaciones", explicó el neurocirujano Gary Steinberg, y uno de los fundadores del instituto, a Forbes. "Es como si ya hubiéramos estado allí antes, no hay sorpresas", dijo.
Con la RV "podemos planificar cómo abordamos un tumor y evitamos áreas críticas como la corteza motora o las áreas sensoriales. Antes no teníamos la capacidad de reconstruir en tres dimensiones; teníamos que hacerlo en nuestra mente", explican los profesionales en el sitio del centro.
El centro de Stanford parece un pequeño cine, con cuatro asientos para que los cirujanos y los estudiantes se acomoden, se pongan sus máscaras de RV, y comiencen a trabajar. Hay también grandes pantallas de televisión para que los espectadores puedan ver una proyección de lo que sucede en la práctica.
La técnica se emplea antes y durante las cirugías. "Al sumergirse en vistas tridimensionales de la anatomía de sus pacientes, nuestros médicos pueden planificar con más efectividad los procedimientos quirúrgicos. Los cirujanos practican el procedimiento con imágenes del paciente real, en lugar de imágenes genéricas de anatomía, lo cual les permite trazar con antelación el camino exacto que quieren tomar durante la cirugía", describió la web.
Pero ¿cómo puede usarse la RV en un ámbito tan extraño como, por caso, un quirófano en el que se seda al paciente de manera tal que pueda estar despierto y hablar, o contar números, o mover los dedos, para que los médicos estén seguros de que no dañan tejidos que afecten esas habilidades?
"El sistema de RV los guía en la sala de operaciones en un espacio tridimensional. Los cirujanos pueden establecer correlaciones entre esas imágenes y la vista microscópica de la cirugía en tiempo real, lo cual les da mucho más detalles que los que tendrían de otro modo", agregó el sitio. "El aspecto tridimensional de las imágenes mejora la exactitud durante el procedimiento, lo cual lo hace más seguro".
Y hay algo más, que tiene gran importancia: hasta el momento 400 pacientes de neurocirugía han podido ver las operaciones en RV antes de que se las realicen. "Se pueden sumergir en sus cerebros", dijo Steinberg a Forbes. Y considerando la enorme angustia que una persona atraviesa en esas circunstancias, "los hace sentir cómodos y le muestra exactamente lo que vamos a hacerles".
Al alimentar el programa de RV con TC y RNM reales, los médicos se preparan sobre el paciente concreto, no a partir de imágenes generales. (Universidad de Stanford)
Actualmente los médicos emplean la RV para una variedad de procedimientos médicos, incluido el tratamiento del cáncer, al crear mapas interactivos de aquellos que se manifiestan como tumores sólidos, en cualquier parte del cuerpo. También sirve para la terapia física, ya que agrega actividades interactivas que estimulan a que un paciente se esfuerce por recuperar la movilidad. Pero la cirugía parece el campo principal de este adelanto.
El hospital universitario de Stanford es pionero, pero cada vez más centros médicos y carreras de medicina aplican la tecnología RV. "El objetivo es brindar una capacitación mejor y más rápida para médicos residentes y cirujanos, cuya capacidad puede representar la diferencia entre la vida y la muerte para sus pacientes".
También los pacientes que esperan una cirugía del cerebro pueden ver lo que sucederá en RV, lo cual ayuda a pasar momentos muy angustiantes. (Universidad de Stanford)
En los primeros tiempos de la RV las imágenes eran demasiado confusas, o poco reales, precisamente, para el entrenamiento médico. Pero ya la tecnología ha mejorado al punto de que los estudiantes pueden aprender anatomía "caminando alrededor de un holograma tamaño natural de un pulmón y transportarse dentro de un corazón para ver las válvulas y el bombeo de la sangre".
Forbes destacó que quienes emplearon máscaras de RV HoloLens, de Microsoft, para estudiar la anatomía del brazo "obtuvieron el conocimiento en casi la mitad del tiempo que los estudiantes que aprendieron la misma área sólo en cadáveres".
El costo es alto: u$s10.000 por cada unidad de RV, en promedio. Porque si bien el precio de las máscaras en sí se ha reducido, el proceso de integrar la tecnología al software médico para llevar las imágenes de TC y RNM a 3D es complejo y costoso.
Esta práctica también cambia la evaluación de los estudiantes: si normalmente se tomaba en cuenta cuánto tardaban en un procedimiento, la práctica virtual permite evaluarlos según los errores que cometen. "Nos permite una forma de juzgar si el estudiante ha aprendido lo que se supone que debía aprender", dijo Richard Satava, profesor emérito de la Universidad de Washington en Seattle.