Telefónica, América Móvil y Telecom Italia cerraron la compra de los activos de la telefonía móvil de Oi, su rival en Brasil, por unos 2.700 millones de euros, tras imponerse en la subasta virtual llevada a cabo por los administradores judiciales del operador.
Las tres telcos llegaron a la subasta sin rival después de que Highline Brasil, grupo controlado por el fondo Digital Colony, decidiera a principios de noviembre retirarse de las negociaciones. Las compañías también se comprometieron a utilizar las infraestructuras fijas de la propia Oi.
La empresa que preside José María Álvarez-Pallete y sus socios también tenían a su favor la posición de stalking horse en la licitación, aprobada por la Justicia brasileña de concursos de acreedores, lo que les permitía tener un derecho de tanteo para elevar su oferta ante la aparición de otras.
En cualquier caso, el proceso de compra todavía se extenderá durante varios meses, puesto que deberá recibir el visto bueno de las distintas autoridades de la competencia.
Oi tiene más de 30 millones de clientes en Brasil
Grave crisis de Oi
Con el cierre de la operación se inicia la salida de la grave crisis originada por la entrada en concurso de acreedores de Oi en 2016, con un pasivo entonces de 66.000 millones de reales, el mayor de la historia de Brasil. Durante este periodo, acreedores y accionistas entablaron distintas disputas por la firma, la cuarta telco del país, con más de 30 millones de clientes.
En agosto, fueron finalmente los acreedores quienes dieron el visto bueno a la propuesta de modificación del Plan de Reorganización Judicial que incluía la venta de activos. Oi, precisamente, anunció el domingo la venta de sus negocios de centros de datos a Titan Venture Capital, por 325 millones de reales.
Telefónica, líder del mercado móvil brasileño con una cuota del 33%, se alió así con sus dos principales rivales: la italiana TIM (con una cuota del 23,2%) y Claro, filial de América Móvil (24,4% de cuota), del grupo de Carlos Slim. El precio mínimo para pujar por los activos móviles de Oi se fijó en junio en 15.000 millones (unos 2.435 millones de euros).
Para Telefónica, América Móvil y Telecom Italia la operación supone una ampliación de sus posiciones en Brasil, junto con la desaparición de un rival directo en este negocio. El mercado brasileño reduciría de cuatro a tres el número de operadores móviles de red, una situación que se dio en grandes países como Estados Unidos y Alemania.
Las tres telcos se repartirán los activos de Oi. Eso sí, deberán cumplir con las limitaciones de cuota de mercado y espectro que pudieran plantear las autoridades de la competencia. No es descartable que alguna de ellas tenga que devolver espectro.
País estratégico
José María Álvarez-Pallete López, presidente Ejecutivo de Telefónica
Telefónica trata de avanzar en el cumplimiento del plan estratégico fijado el pasado mes de noviembre por Álvarez-Pallete. Una estrategia en la que Brasil se sitúa, junto a España, Reino Unido y Alemania, como uno de los mercados prioritarios. La crisis sanitaria y económica por el coronavirus golpeó duramente a Brasil y provocado el hundimiento del real y castigando así los resultados de Telefónica.
Brasil suponía al cierre del tercer trimestre el 18% de los ingresos del grupo y más del 24% del resultado bruto de explotación. Es el país en que Telefónica tiene un mayor número de clientes, con 93,8 millones de accesos, de los que 74,7 millones son móviles.
Para Telefónica, esta transacción generará valor a través de un mayor crecimiento, eficiencias operativas y mejoras en la calidad del servicio". Según la propia compañía, "contribuirá al desarrollo y competitividad del sector brasileño de las telecos".
De esta manera, Telefónica da un paso más en la consolidación en sus cuatro mercados estratégicos, España, Alemania, Reino Unido y Brasil. La telco está a la espera de la decisión de las autoridades británicas de la competencia para la fusión de su filial O2 con Virgin Media, división de Liberty Global. Un movimiento con el que ambos socios aspiran a constituir un operador convergente, con 46 millones de líneas, capaz de desafiar el liderazgo histórico de BT.