Airbnb ya ha puesto precio a sus acciones para salir a Bolsa. Cada título de la plataforma de alquiler de alojamiento costará entre 56 y 60 dólares lo que supone valorar la empresa en hasta 42.000 millones de dólares. Esto es un precio más alto de lo que estaba previsto en principio, lo que demuestra que hay interés entre los inversores.
El aumento del precio supone también un incremento del valor total de la compañía, pues en principio se valoraba en unos 35.000 millones de dólares, y permitirá a la empresa tecnológica recaudar unos 3.100 millones de dólares.
La plataforma de alquiler vacacional, que ha logrado recuperarse tras unos meses difíciles al inicio de la pandemia, oferta casi 52 millones de acciones, que comenzarán a cotizar el próximo jueves.
En principio, el estreno en los parqués de una plataforma digital que ha cambiado hábitos de consumo en el alojamiento turístico estaba prevista antes, pero se ha ido retrasando hasta casi finales de este 2020. La operación financiera está dirigida por dos de los grandes bancos de inversión de Wall Street, Morgan Stanley y Goldman Sachs. Airbnb cotizará en el parqué tecnológico Nasdaq.
El salto al parqué del jueves fue anunciado por Airbnb hace más de un año. No obstante, la firma no dio los pasos formales hasta el pasado agosto. La covid-19 ha podido trastocar los planes de la empresa, pero no los ha cancelado finalmente a pesar de que la pandemia ha supuesto un gran golpe para el sector en el que opera esta firma, el turismo.
Desde su lanzamiento en 2008, el modelo de negocio de Airbnb también ha encontrado resistencias en ciertas ciudades. Algunas autoridades municipales, y colectivos sociales, denuncian la turistificación de los centros urbanos y han tomado iniciativas para detener la proliferación de apartamentos turísticos.
Algunos estudios académicos han apuntado a que, al restar oferta al alquiler residencial, las plataformas de arrendamientos a corto plazo encarecen las rentas. Ello ha motivado algunas normativas para restringir esta actividad —desde congelar la concesión de licencias hasta limitar el número de días por año que puede alquilarse un piso por periodos breves de tiempo— aunque lo cierto es que, hasta la llegada del coronavirus, la expansión parecía imparable.
El impacto de la pandemia
En plena pandemia, afectada por el cierre de fronteras y el confinamiento, Airbnb obtuvo un préstamo de casi u$s1.000 millones, liderado por la firma de capital riesgo Silver Lake, en el que también participaron Apollo Global Management, Sixth Street Partners, Oaktree Capital Management y Owl Rock, BlackRock, Eaton Vance Corp., Fidelity Investments y T. Rowe Price Group, entre otros.
Dos de los inversores institucionales que participan en el crédito (Silver Lake y Sixth Street Partners) inyectaron solo diez días después otros u$s1.000 millones en una operación que combinaba compra de acciones y deuda.
Pese al fuerte impacto que ha tenido la crisis en la compañía, que anunció en mayo el despido de 1.900 trabajadores, el 25% de su plantilla, y que hace dos semanas confesó por primera vez que acumulaba pérdidas por valor de u$s1.500 millones desde 2015 y que no tendría beneficios en muchos años, las perspectivas de negocio son muy optimistas.
Estas proyecciones se basan en la recuperación de las reservas en el tercer trimestre, el mejor tradicionalmente para Airbnb, en un entorno muy complejo, con restricciones, cuarentenas, rebrotes y prohibiciones de viajar en muchos destinos del mundo. La métrica que utiliza Airbnb es el saldo neto de reservas, que sale de restar las reservas menos las cancelaciones.
Vale destacar que Airbnb no registró beneficios en ninguno de sus 13 años de historia, tal y como reconoció en el primer folleto de salida a bolsa, no espera obtenerlos en el corto plazo, como consecuencia del impacto tan brutal que ha tenido la crisis sanitaria del coronavirus.
La plataforma acumula unas pérdidas de 1.462 millones desde 2015. El grueso de las pérdidas se acumuló en los dos últimos años. En concreto se registraron números rojos por 566,4 millones en 2019 y de 585,3 millones en los nueve primeros meses de 2020.