Airbnb reveló este martes lo que pretende recaudar con su IPO, la más esperada de 2020 según los analistas de Wall Street. En rigor, la empresa espera obtener hasta u$s2.850 millones de dólares, lo que llevaría su valuación hasta los u$s30.000 millones.
En ese sentido, los planes de la firma de San Francisco pasarían por vender unos 57 millones de acciones a un precio que oscilaría entre 44 y 50 dólares cada una. De esta manera manera, su valor irá en línea con el precio calculado en 2017, en torno a los u$s31.000 millones.
Se trata de una cifra que, en los papeles, significa menos que el doble que la valoración realizada en abril de 2020, al comienzo de la crisis desatada por el coronavirus, cuando llegó a valer "apenas" u$s18.000 millones. Vale recordar que en 2019, su valuación para algunos analistas era superior a los u$s50.000 millones.
El impacto de la pandemia
En plena pandemia, afectada por el cierre de fronteras y el confinamiento, Airbnb obtuvo un préstamo de casi u$s1.000 millones, liderado por la firma de capital riesgo Silver Lake, en el que también participaron Apollo Global Management, Sixth Street Partners, Oaktree Capital Management y Owl Rock, BlackRock, Eaton Vance Corp., Fidelity Investments y T. Rowe Price Group, entre otros.
Dos de los inversores institucionales que participan en el crédito (Silver Lake y Sixth Street Partners) inyectaron solo diez días después otros u$s1.000 millones en una operación que combinaba compra de acciones y deuda.
Pese al fuerte impacto que ha tenido la crisis en la compañía, que anunció en mayo el despido de 1.900 trabajadores, el 25% de su plantilla, y que hace dos semanas confesó por primera vez que acumulaba pérdidas por valor de u$s1.500 millones desde 2015 y que no tendría beneficios en muchos años, las perspectivas de negocio son muy optimistas.
Estas proyecciones se basan en la recuperación de las reservas en el tercer trimestre, el mejor tradicionalmente para Airbnb, en un entorno muy complejo, con restricciones, cuarentenas, rebrotes y prohibiciones de viajar en muchos destinos del mundo. La métrica que utiliza Airbnb es el saldo neto de reservas, que sale de restar las reservas menos las cancelaciones.
Vale destacar que Airbnb no registró beneficios en ninguno de sus 13 años de historia, tal y como reconoció en el primer folleto de salida a bolsa, no espera obtenerlos en el corto plazo, como consecuencia del impacto tan brutal que ha tenido la crisis sanitaria del coronavirus.
La plataforma acumula unas pérdidas de 1.462 millones desde 2015. El grueso de las pérdidas se acumuló en los dos últimos años. En concreto se registraron números rojos por 566,4 millones en 2019 y de 585,3 millones en los nueve primeros meses de 2020.