Aparte de generar la suficiente investigación y desarrollo como para en un futuro permitir imprimir órganos viables, este logro es un hito ya que le permite a los cirujanos a entrenar y practicar antes de cortar a un paciente, lo que conduciría a cirugías más exitosas. Un equipo de investigadores de la Universidad Carnegie Mellon ha encontrado una manera de imprimir en 3D un modelo realista a tamaño completo del corazón de un paciente.
Parece un corazón humano y se siente como un corazón humano. Es "el primer modelo bioimpreso en 3D de tamaño completo del corazón humano" y sus creadores creen que podría cambiar el rumbo de la cirugía y ser "una poderosa herramienta" para la planificación y la práctica de los cirujanos.
Detrás de este hito se encuentra un equipo de investigadores dirigido por el ingeniero biomédico Adam Feinberg que ha estado trabajando durante dos años. ¿Cómo lo han hecho? Utilizando su técnica Freeform Reversible Embedding of Suspended Hydrogels (FRESH).
El modelo, creado a partir de datos de resonancias magnéticas utilizando una impresora 3D especialmente construida, "imita de manera realista la elasticidad del tejido cardíaco y las suturas".
La impresión FRESH 3D, informan los investigadores, "utiliza una aguja para inyectar bio-tinta en un baño de hidrogel blando, que sostiene el objeto mientras se imprime". Una vez terminado, una "simple" aplicación de calor hace que el hidrogel se derrita, dejando solo el objeto bioimpreso en 3D.
"El mayor obstáculo para lograr este hito fue imprimir un corazón humano a gran escala. Esto requirió la construcción de una nueva impresora 3D hecha a medida para sostener un baño de soporte de gel lo suficientemente grande como para imprimir en el tamaño deseado, así como pequeños cambios de software para mantener la velocidad y fidelidad de la impresión", explican.
El corazón del equipo de Feinberg está hecho de un polímero suave y natural llamado alginato, que le confiere "propiedades similares al tejido cardíaco real". Para los cirujanos, esto "permite la creación de modelos que pueden cortar, suturar y manipular de manera similar a un corazón real". El objetivo inmediato de Feinberg es comenzar a trabajar con cirujanos y médicos para "afinar su técnica" y asegurarse de que esté lista para el entorno hospitalario, indicó 20Bits.
"Ahora podemos construir un modelo que no solo permite la planificación visual, sino que también permite la práctica física", dice Feinberg. "El cirujano puede manipularlo y hacer que realmente responda como tejido real, de modo que cuando entre en la operación tendrá una capa adicional de práctica realista en ese entorno", añade.