La migrañas son un problema que afecta a muchísimas personas en todo mundo, sin embargo en España, son una afección altamente incapacitante que afecta a entre el 12% y el 15% de la población.
Así lo asegura Ana Gago, neuróloga y responsable de la Unidad de Cefaleas del Hospital Universitario de La Princesa (Madrid) y parte del equipo de Brain Guard, una startup que predice las migrañas en pacientes crónicos gracias a la inteligencia artificial.
"El proyecto surge hace aproximadamente unos cinco años como una investigación en colaboración entre la Universidad Complutense de Madrid y el Hospital de La Princesa", explica José Luis Ayala, CEO de Brain Guard, en una entrevista con Business Insider España.
La tecnología desarrollada es resultado del trabajo de un grupo de investigadores integrado por doctores en Ingeniería de Telecomunicaciones o Informática, pasando por doctores en Neurología y Farmacología para abordar desde una perspectiva multidisciplinar, tanto clínica como tecnológica, la pregunta científica de si era posible predecir el dolor asociado a una crisis de migraña a través de un dispositivo que se pueda llevar en el día a día.
Tras cuatro años, la investigación dio buenos resultados y surgió Brain Guard como una spin-off de la universidad y del hospital para poder desarrollar un producto viable a nivel comercial.
Un herramienta de ayuda
La tecnología está formada por una plataforma software para el paciente y un portal web para el clínico que utiliza inteligencia artificial para ir aprendiendo.
El producto se completa con un wearable que registra variables de hemodinámica del paciente y las registra en la plataforma.
Las cosas no funcionan cuando se realiza mediante líneas separadas y resulta en que las soluciones no son óptimas", aseguró Ayala.
"Gracias a esa combinación de hardware y software somos capaces de hacer seguimiento objetivo de los síntomas de los pacientes", señaló el CEO.
"También somos capaces de personalizar recomendaciones al paciente de cara a conocer su enfermedad, a que la maneje e incluso llegar a prevenir nuevas crisis de migraña y evitar algunos de los disparadores", explicó.
También hace que el médico pueda optimizar y personalizar los tratamientos al paciente para maximizar los beneficios en función de la respuesta de este.
"Y, finalmente, también somos capaces de predecir las crisis de dolor asociadas a la crisis de migraña con unos 25 minutos de antelación para informar al paciente antes de que este dolor llegue y que pueda hacer lo que su médico le haya recomendado que haga", agregó Ayala.
Desde el principio, el desarrollo tecnológico ha ido de la mano de la parte clínica. "Ellos aportaban todo su conocimiento en tecnología algorítmica y nosotros todo el conocimiento, la parte más clínica", señaló Gago.
En esa línea, Ayala aseguró que "el secreto" para que un proyecto de tecnología en salud tenga éxito es integrar desde el inicio la parte clínica y tecnológica. "Debe abordarse el problema de forma conjunta desde el inicio", aseguró.
"Las cosas no funcionan cuando se realiza mediante líneas separadas y resulta en que las soluciones no son óptimas", explicó.
Comercializar el producto en 2021
La tecnología ya ha sido validada en estudios clínicos en el Hospital de la Princesa y, actualmente, el equipo se encuentra implantando dos pilotos en los hospitales nacionales para ver la atracción que hay en el mercado de cara a potenciales clientes.
Gracias a esos pilotos también pretenden obtener feedback para refinar la tecnología con la idea de salir al mercado a principios de 2021 con el software y poder implementar a finales de ese año o principios de 2022 el wearable entre los pacientes.
Hasta la fecha, la investigación y los inicios de la startup han sido financiados mediante subvenciones o premios al emprendimiento y programas de aceleración.
"Eso nos permitiría tener mayor funcionalidad y hacer un seguimiento de los pacientes y trabajar en la prevención, la educación y la predicción", explicó, asegurando que el wearable lleva más tiempo de desarrollo.
También han iniciado ya a nivel de investigación la validación de la tecnología para otro tipo de patologías.
"Nuestra tecnología se basa en la adquisición de datos muy heterogéneos por parte del paciente y, juntando todos esos datos con modelos de aprendizaje automático y de inteligencia artificial, se puede trasladar a otras patologías que tengan una serie de características de las que se pueda hacer un seguimiento objetivo y una predicción", señaló.
"La idea es que, cuando nuestro producto esté comercializándose para el primer caso de estudio, que es migraña, veamos cómo funciona y que podamos incorporar otras soluciones de cara a otras patologías", explicó.
El CEO aseguró que "la parte de seguridad y privacidad y almacenamiento de los datos se está haciendo con unas métricas de calidad que protegen la identidad y la privacidad de todos los usuarios".
Hasta la fecha, la investigación y los inicios de la startup han sido financiados mediante subvenciones o premios al emprendimiento y programas de aceleración.
Sin embargo, de cara al futuro, plantean una ronda de inversión para poder sacar la tecnología al mercado y comenzar a financiar la comercialización y la distribución, informó el sitio Business Insider.