La pandemia trajo consigo todo tipo de aprendizajes y nuevas tendencias. Sin lugar a dudas, los más de seis meses de encierro dejarán secuelas que perdudarán en la Argentina.
Pero una de las "consecuencias positivas" de la emergencia sanitaria es la proliferación y el meteórico crecimiento de los cursos y carreras por Internet. Con las personas recluidas en sus hogares, los centros educativos salieron a ofrecer todo tipo de alternativas para llenar el vacío y captar nuevos clientes.
Tanto es así que desde Coursera revelan a iProUP que hubo un 400% de aumento en la demanda de cursos online. En la Argentina, esta plataforma posee:
- Más de 710.000 alumnos, un crecimiento interanual de casi 350%
- Una cantidad de empresas cada vez mayor que solicitan sus servicios para capacitar al personal
- Alianzas con la Universidad Austral y la Universidad de Palermo
"Hoy, podés estudiar desde cualquier lado y hasta con el celular. Actualmente, vemos que hay un gran crecimiento en las materias de negocios, ciencias de datos, desarrollo personal, ciencias sociales, y matemática, entre otras", asevera a iProUP Giovanni Dubois, director de Relaciones Universitarias, América Latina y España de Coursera.
A la par de este tipo de plataformas, en que los alumnos pagan por recibir educación a distancia, el particular escenario mundial propició la aparición de "academias 4.0" que proponen un modelo diferente.
En rigor, la idea de estas compañías es formar profesionales sin cobrarles por sus estudios y, además, ayudarlos a encontrar trabajo en sectores con alta demanda laboral.
Estudiá hoy, pagá después
A poco de haber comenzado la pandemia, apareció una de las primeras soluciones con este formato innovador. Se trata de Henry, una plataforma de educación a distancia con una particularidad: el estudiante abona el curso una vez que consiguió trabajo.
"Es una academia 100% digital que enseña carreras tecnológicas en la cual el alumno no paga nada para estudiar, a cambio de un porcentaje de su futuro salario", explica a iProUP Martín Borchardt, fundador de Henry, acrónimo de High Earnings, Not Rich Yet (Altos ingresos, no rico aún) que se usa en EE.UU. para definir a profesionales con sueldos elevados.
Y añade: "Por primera vez en la historia de la Argentina y la región, se alinea lo que es el interés de una academia con el de un alumno, que básicamente estudia para emplearse".
La firma tiene un modelo de "acuerdo innovador de ingresos compartidos" (AIC) que, en palabras de su fundador, "da oportunidades a personas que de otra manera no podrían acceder a una educación de calidad".
De esta forma, cuando el estudiante completa el curso intensivo de cuatro meses (se dictan de 9 a 18 en formato a distancia y con una gran carga de aprendizaje y práctica), desde la empresa le ayudan a buscar trabajo.
Una vez logrado, los egresados deben destinar a Henry el 15% de su ingreso por 24 cuotas o alcanzar los u$s4.000, lo que ocurra primero. Pero si renuncian o son despedidos, no tienen que abonar, por lo que solo se paga si generan ingresos.
"Nos enfocamos en carreras vinculadas al sector de la Economía del Conocimiento porque son las que más demanda laboral tienen hoy, tanto en el país como en el exterior, para generar también gente que trabaje de forma remota desde la Argentina", asegura Borchardt.
En este sentido, la academia ya tiene alumnos de Argentina, Chile, Colombia y Uruguay. "Entrenamos en todo lo que significa conseguir un trabajo: desde cómo armar un LinkedIn, negociar un salario hasta prepararse para una entrevista técnica", confía el emprendedor.
Y completa: "Tenemos una red de contactos muy fuerte entre nuestros inversores, advisors y parte del equipo en el mundo de la tecnología, por lo que se nos hace más fácil acceder a oportunidades", agrega.
Puede probarse el curso durante un mes. Si deciden quedarse, tienen que firmar un acuerdo de ingresos compartidos. En ese contrato de cinco años se obliga al estudiante a contraer pagos diferidos a Henry en caso de que cumpla alguna de las condiciones establecidas.
Salís trabajando
Al día de la fecha, el sector de la Economía del Conocimiento tiene una necesidad mínima de 7.000 nuevos profesionales, y el año pasado 14.000 puestos quedaron vacantes, según la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (CESSI).
La demanda es tal que los salarios ofrecidos superan en un 40% al promedio del mercado laboral, mientras que referentes del sector aseguran que se trata del "aceite del motor de la reactivación económica".
Por lo pronto, las empresas buscan perfiles con cierta experiencia para evitar procesos costosos de inducción, en términos de mentoreo, y frustrantes (para que evitar que una persona permanezca un corto período de tiempo en el puesto).
Para salir a cubrir esta demanda nació Alkemy, una firma argentina que busca "trazar puentes" entre el recién egresado y su primer trabajo. "Nuestro objetivo es 'agrandar la torta' de contratación y facilitar el proceso para las empresas", cuenta a iProUP Jean Pierre Saint-Hubert, CMO de la compañía.
Esta solución funciona como una "escuelita marca blanca" para las compañías. Es decir, abonan una tarifa para tener su propio programa de entrenamiento con Alkemy, con prácticas enfocadas en sus soluciones y tecnologías. En tanto, el estudiante no debe pagar ningún tipo de arancel.
"Las empresas ven nuestra solución como un vehículo real para generar capacitación efectiva. Gracias a nuestro enfoque podemos ofrecer soluciones a medida de cada organización. Para los chicos, no hay una relación comercial o contractual y se da todo en un ambiente de práctica", suma Federico Repetto, cofundador y CEO de la firma.
A lo largo de las prácticas (unas 10 semanas), los Alkymers (como llaman a las personas que pasan por el programa) aceleran sus habilidades para que una vez que ingresan a una empresa, la capacitación in-house sea lo más corta posible.
"Certificamos talento y generamos ahorros significativos en los procesos de onboarding, generando como resultado mayor empleo y empleabilidad", comenta Saint-Hubert.
Las nuevas academias 4.0 no sólo se ocupan de capacitar a los alumnos, sino también de facilitar su ingreso a una compañía
El ejecutivo agrega que "para las empresas lo atractivo es el talento job-ready (listo para trabajar), mientras que los estudiantes resaltan la capacitación en ambientes reales. Para nosotros, la motivación es transformar la incorporación de talento".
En estos casi tres meses, los Alkymers participan en espacios de mentoría, emplean metodologías ágiles y se involucran en talleres para fortalecer su perfil profesional y desarrollar habilidades blandas centrales: trabajo en equipo, resolución de problemas, comunicación y capacidad de aprendizaje.
En la última etapa, se los entrena para que adquieran detrezas a la hora de enfrentar tanto entrevistas técnicas como de "habilidades blandas" y puedan conseguir trabajo al terminar el programa.
"Alkemy llegó para acelerar carreras que construyen futuro y con el propósito de convertir a América Latina en el próximo hub de talento a nivel mundial", relatan sus responsables.
Puesto asegurado
En un lugar intermedio entre los centros de estudios tradicionales y la nueva corriente edtech se encuentra CoderHouse. Esta academia 4.0 ofrece un completo portfolio de cursos de diseño, marketing, programación y datos, además de carreras cortas con alta salida laboral.
Dentro de su propuesta, ofrece becas de hasta el 70% y ya entregaron más de 20.000 en los últimos seis meses. Sus requerimientos son:
- Asistir al 85% de las clases en vivo
- Entregar todos los trabajos en los plazos y modalidades planteados
"Buscamos democratizar la educación de calidad. Notamos que la primera barrera para acceder a este tipo de cursos y carreras era el precio. Pero para entregarlas pedimos compromiso", explica a iProUP Tomas Cabiche, Growth & Marketing Manager de Coder House.
Asimismo, tiene un servicio extra llamado "Trabajo Asegurado" para los alumnos que acceden a las carreras. "Es opcional, pero lo que ofrecemos es que, una vez terminados los estudios, nosotros les buscamos un empleo en relación de dependencia. Si no lo conseguimos, le devolvemos el dinero", comenta Cabiche.
Más allá de estas modalidades, la compañía, que experimenta un crecimiento mensual del 30% en materia de inscriptos durante la cuarentena, tiene una activa bolsa de trabajo en la que hay más de 100 empresas del rubro publicando e interactuando con los alumnos que están buscando un nuevo rumbo laboral.
Al mismo tiempo, cada curso tiene un "top 10" de estudiantes que obtienen todo tipo de beneficios -desde trabajos freelance hasta propuestas en relación de dependencia- por su compromiso y desempeño.
"Esto va a crecer mucho. Creemos que cada vez va a haber más propuestas y el rubro educación va a estar más consolidado y desarrollado", concluye Cabiche.