A la hora de elegir a la figura más polémica de la industria tecnológica, los votos se los lleva por unanimidad John McAfee, el fundador de la firma de seguridad informática que lleva su apellido y que, en las últimas 4 décadas, no ha dejado de sumar capítulos a su vida dignos de una road movie hollywoodense.
En rigor de la verdad, su vida reciente tiene poco que ver con sus éxitos dentro del campo de la tecnología: a mediados de los noventa dejó su empresa y desde entonces se ha dedicado a recorrer el mundo escapando de la policía o metiéndose en nuevos problemas, como si se tratara de un Pierre Nodoyuna 4.0.
Sin embargo, no se trata de una mente común y corriente. El polémico empresario nació en 1945 en Cinderford, Reino Unido, donde se emplazaba una base del ejército estadounidense a la que había sido destinado su padre. En su niñez, la familia se mudaría a Salem, Virginia (EE.UU.).
A pesar de criarse dentro de un entorno familiar abusivo, con un padre violento y alcohólico que se suicidó cuando John tenía apenas 15 años, el joven siempre mostró destellos de una mente brillante.
En 1967 se graduó de la Roanoke College con una licenciatura en matemáticas. Su primer emprendimiento surgió en esa institución, donde vendía revistas puerta a puerta, un negocio que le permitió amasar una pequeña fortuna, según confesó décadas después.
Con el título universitario bajo el brazo, se marchó a la NASA, para trabajar como programador en el Instituto para Estudios Espaciales en Nueva York.
En 1970 pasó a la firma Univac como diseñador de software y más tarde a la por entonces todopoderosa Xerox, en la que se desempeñó como arquitecto de sistemas operativos. Allí pasó varios años, hasta que en 1978 se incorporó a Computer Sciences Corporation como consultor de software.
Según aseguró hace unos años, durante los años setenta, combinó el trabajo con el abuso de drogas y el alcohol. Incluso advirtió que su rutina diaria por aquellos días era "inhalar cocaína en su escritorio y tomarse una botella de whisky". Esta práctica la interrumpiría en 1983, cuando comenzó con un periodo de sobriedad y relativa estabilidad.
Ya en los años ochenta, McAfee se fue a Lockheed, el gigante de la industria militar y aeroespacial, donde tuvo su primer contacto con los virus informáticos, sobre todo con el popular "Brain" desarrollado por ingenieros paquistaníes. En esa compañía comenzó a desarrollar sus primeros programas para combatirlos.
El rey de los antivirus
Establecido como un especialista en la materia, el matemático dejó la empresa para fundar en 1987 McAfee Associates, dedicada a los antivirus informáticos.
A finales de esas década, la firma generaba ganancias de u$s5 millones al año y algunas de las multinacionales más grandes del mundo utilizaban su plataforma antivirus.
McAfee rápidamente se volvió todavía más exitosa, en gran parte debido a un virus informático llamado Michelangelo que apareció en escena en 1992.
En ese momento, las plataformas de antivirus para computadoras no eran un producto que la mayoría de la gente comprara. Gracias a la rápida expansión de ese virus , creció la fiebre por proteger las PCs con programas de seguridad.
Sin embargo, y a pesar de este éxito, para 1994 McAfee ya había abandonado la firma y dos años después de que la compañía saliera a la bolsa con una IPO multimillonaria, vendería su participación restante.
Después de su renuncia, McAfee, convertido en multimillonario, mantuvo un perfil relativamente bajo.
Durante los noventa dio consejos a las nuevas empresas de Silicon Valley, brindó conferencias en la Escuela de Negocios de Stanford y también trabajó en sus propios proyectos, aunque sin repetir el éxito conseguido con su antigua firma de seguridad informática, que, ya lejos de su fundador, se convirtió en una verdadera multinacional.
En agosto de 2010, Intel compró la firma McAfee por 6.000 millones de dólares y en 2014 cambió su nombre a Intel Security. En ese momento, John agradeció al fabricante de chips: "Estoy eternamente agradecido con Intel por liberarme de esta terrible asociación con el peor software del planeta". Claramente, no tenía los mejores recuerdos de su ex obra magna.
Todo se desmorona
El siglo XXI fue una caída libre constante para McAfee. Para 2008, su fortuna era de "apenas" u$s4 millones según las estimaciones de la época. Poco le quedaba de la venta de sus acciones de McAfee Associates y, desde entonces, no había generado ningún emprendimiento exitoso.
Entre sus proyectos, figuraron inversiones en Tribal Voice, uno de los primeros programas de mensajería instantánea y Zone Labs, un fabricante de programas de seguridad que sería adquirido por Check Point Software en 2003. Ninguno de estos emprendimientos le reportó ganancias.
Asimismo, en una entrevista brindada en 2009 aseguró que destinó millones a la construcción de mansiones en Estados Unidos, que quedaron sin venderse cuando estalló la crisis mundial de 2008. Corto de efectivo y con cada vez más problemas en el horizonte, se mudó a la paradisíaca Belice.
Ya instalado en el Caribe, quiso ingresar a la industria de los antibióticos y las plantas medicinales. McAfee creyó que con la ayuda de la microbióloga Allison Adonizio podría construir un producto que usara plantas para combatir enfermedades. La empresa se llamó Quorumex.
Pero las cosas comenzaron a complicarse rápidamente. El abuso de sustancias había vuelto y solo ayudó a potenciar aún más su paranoia. Así, llegó al punto de convencerse a sí mismo de que lo estaban vigilando todo el tiempo.
Sus días comenzaron a transcurrir, uno tras otro, en la barra de un antro conocido como "Lover's Bar". Allí vigilaba continuamente la puerta del local, observando a todo aquel que entrara o saliera.
Lentamente, dejó toda otra actividad de lado y se obsesionó con este nuevo rol de vigilancia. Seis meses después ya había abandonado todo tipo de conexión con el resto de la sociedad. En este punto, su vida ya toma el ritmo de una novela policial.
El 2 de mayo del 2012, en la propiedad de McAfee en Orange Walk Town, hubo un allanamiento de la Unidad de Supresión de Pandillas de esa localidad. McAfee fue detenido por la fabricación de medicamentos sin licencia y posesión de un arma sin permiso legal.
Las crónicas de la época aseguran que fue detenido en presencia de su novia de 17 años de edad. Finalmente todos los cargos fueron retirados pero John contrademandó al gobierno de Belice por detención ilegal.
Ese mismo año, el 12 de noviembre, la policía aseguró que McAfee era buscado por asesinato. Se le consideraba el principal sospechoso en la muerte de Gregory Viant Full, liquidado a tiros el 10 de noviembre de ese mismo año.
Ya convertido en fugitivo, el 6 de diciembre Guatemala le negó el asilo luego de que ingresara de forma ilegal en ese país. De allí volvió a Estados Unidos, ya que, aseguró se sentiría más seguro que en Guatemala o Belice.
Su retorno a suelo estadounidense no aminoró los escándalos. En 2013 fue tapa de prácticamente todos los portales de noticias al publicar en YouTube un extraño video titulado "Cómo desinstalar McAfee Antivirus".
Allí, arremetía contra su ex compañía, rodeado de prostitutas casi desnudas. Como si eso fuera poco, hacía también alusión a las armas y al consumo de drogas, una especie de parodia que pocos tomaron como tal.
Las raíces del McAfee actual, del personaje que hoy se conoce, hay que buscarlas de hecho en una supuesta adicción a la metilendioxipirovalerona (MDVP, también conocida como "sales de baño") que, según el documental "Gringo: la peligrosa vida de John McAfee", producido por la cadena norteamericana Showtime en 2016, ha transformado su personalidad y aspecto físico.
McAfee nunca ha tratado de mantenerlo en secreto. "Soy un fan incondicional de la metilendioxipirovalerona. Creo que es una de las mejores drogas jamás creadas, no sólo por la hipersexualidad sino además por la suave euforia y como te baja", comentó en el año 2012 en un popular foro sobre el consumo de sustancias estupefacientes en el que ofrecía consejos sobre cómo consumirla.
En los últimos años, el nuevo foco de atención del ex "rey de la seguridad informática" han sido las criptomonedas. En Belice ya las utilizaba y terminó de desarrollar una fe ciega por este tipo de activos luego de su mudanza a Oregon.
Hoy asegura vivir de los restos del dinero que consiguió con la venta de McAfee y las inversiones realizadas en años posteriores en criptomonedas, pero reconoce que su papel de evangelista 4.0 también le ha reportado beneficios.
Según aseguró, puede cobrar más de 100.000 dólares por tuitear su apoyo a una determinada moneda. Los desarrolladores detrás de muchas de ellas pagan, conscientes de que el apoyo de McAfee puede despertar el interés de miles de potenciales usuarios.
Sin embargo, este emprendimiento fue el que lo llevó a su último choque con la ley: a principios de octubre fue detenido por la policía en el aeropuerto de El Prat de Barcelona cuando iba a embarcar en un avión con destino a Estambul.
Contra él existía una orden de detención internacional emitida por Estados Unidos por varios delitos, entre otros evadir millones de dólares en impuestos por las ganancias obtenidas supuestamente con actividades como el comercio de criptomonedas.
McAfee estaba incluido desde el pasado 24 de julio en la lista de personas más buscadas de Interpol con código rojo y desde entonces la Policía Nacional había iniciado una investigación que terminó por dar con su paradero rastreando publicaciones en sus redes sociales.
Según la justicia estadounidense, ha ocultado al fisco de su país millones de dólares procedentes de la promoción de criptomonedas y de la venta de los derechos para la publicación de su biografía.
Además, escondió ingresos entre 2014 y 2018 a nombre de otras personas y adquirió bienes a nombres de terceros para evadir impuestos.
Se trata de un nuevo episodio, pero no el último, de una vida cargada de momentos extravagantes donde no han faltado las drogas, las armas, las sospechas de corrupción, un asesinato, persecuciones y buenas dosis de paranoia.